miércoles, noviembre 05, 2008

Reclamo comarcal: vecinos cordilleranos exigieron “No más muertes. No más desalojos”


Por Nora Corvalán *

Alrededor de 15 vehículos nos convocamos en la hermosa tarde del sábado 1º de noviembre en la entrada de El Hoyo. Entre todos los vestimos para la ocasión: globos violetas y una misma consigna: NI UN DESALOJO MÁS, NI UNA MUERTE MÁS. El denominador común estaba claro para todos: la codicia por las tierras, codicia que viene amenazando y azotando desde hace años a viejos pobladores, campesinos y pueblos originarios.

La caravana intentó unir simbólicamente el reclamo y la desesperación de dos familias: la Larenas y la Apablaza. También intentó abrazar solidariamente ambas causas.

Llegamos a lo de Inés alrededor de las 19 horas. Nos encontramos con una Inés emocionada y conmovida por la llegada de tantas manos amigas. Después de un abrazo sincero con los vecinos, la caravana continuó rumbo a la casa de otra vecina: Miriam Apablaza, hermana de Beto.

En su casa también se detuvo la caravana. Los vecinos conversaron con ella, le ofrecieron su solidaridad y apoyo, que ella luego haría extensivo al resto de sus hermanos.



El recorrido culmino en el paredón de Epuyén. “El paredón de la gente”, el paredón de la resistencia. Sobre viejas, aunque actuales, protestas escritas en ese mismo sitio, esta vez la gente decidió reutilizar ese espacio con la que nos parece la causa más acuciante en este momento: no más muertes, no más desalojos. JUSTICIA. Allí los vecinos, dejaron impresas sus manos, una señal de que acá estamos, uniéndonos a la resistencia de Inés Larenas, abrazando el dolor de los Apablaza, repudiando tanto atropello. Exigiendo justicia, rompiendo el silencio, con el recuerdo de otras muertes y otros desalojos que quedaron impunes. Juntándonos en el abrazo No más muertes. No más desalojos.

La sensación de los que ahí estábamos fue curiosa, hermosa y triste a la vez: nos costaba abandonar el paredón. La tarde se iba agotando, el frío se hacia sentir, y seguíamos ahí, charlando, pintando, mirando, acompañándonos. Nos terminó echando la noche, todos nos despedimos con un abrazo, todos. Todos nos dijimos “hasta la próxima”, sabiendo que vendrán nuevos encuentros, que la justicia que perseguimos tardará en llegar, y que entonces sólo nos queda seguir juntándonos, unirnos en los abrazos, en la solidaridad y, por supuesto, en un reclamo cada vez más sonoro. No más muertes. No más desalojos.

* Asamblea Comarcal contra el Saqueo

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