Por Nelson Ávalos *
Foto: Bariloche 2000
Foto: Bariloche 2000
Anoche me llamó Rubén para preguntarme en qué lugar de Bariloche estaba. Le dije que en ninguno. Que estaba en mi casa, en El Pedregoso. Que no pude ir a La Patagonia Canta por culpa de varias razones que no vienen al caso.
Me dijo que el Negro estaba internado y que había gente que había llegado al Festival y no sabía adónde se alojaba. Que había algunos "en banda". Los datos, breves, me confirmaban que la "Patagonia Canta" – el festival folclórico más añejo del norte patagónico – nuevamente naufragaba.
Es que el "Negro" Ricardo González se había empecinado en seguir haciéndolo, pese al desamparo personal y el desinterés del sector estatal, de sus vecinos, de sus iguales e incluso de su familia. Pese a la economía, al "mercado" y a su estado de salud, Pantaleón siguió hasta el final y se fue en el intento.
Lo conocí hace mucho tiempo (unos… 25 años…) y puedo decir que soy su amigo y le adeudaré muchas cosas cosa siempre. Para mí es Pantaleón. No sé bien quién le puso el sobrenombre. Lo que sé es que le quedó porque una vez se le dio por imitar – en una guitarreada – a Javier Pantaleón, ese bagualero inimitable de Los Cantores del Alba. Y así quedó para siempre. Pantaleón González. O Panta, para los amigos.
Poeta sin escribir, guitarrista auto postergado (por hacer para otros), artesano del cuero y de la vida, corazón enorme siempre en la mano y dispuesto a darse, sensibilidad pura e incomprendida, el Panta, dijo basta a la vida anoche… justo en el Día de la Música…
Ahora, en el Viento que lo recibe, se habrá encontrado con Amelia, su compañera enfermera que no vivió lo suficiente para ayudarlo a vivir. Esa que me nombró la última vez que hablamos personalmente. Mientras bebíamos unas cervezas en El Bolsón y nos contábamos heridas de amores que teníamos los dos. Allí me confesó que luego de cinco años "no puedo sacármela de adentro…".
También se habrá encontrado con el Pedro Santa Cruz, su amigo de siempre que se fue antes. Y con tantos otros compadres del horizonte cancionero que esperan nuestras respectivas partidas.
Anoche me avisó Pichunlef que el Negro estaba internado. Hoy, a eso de las once, sonó mi celular. El nombre del contacto que llamaba me lo dijo antes que Rubén…: "Anoche falleció el Negro, compadre".
Envié mensajes a muchos amigos distantes. Las respuestas fueron similares. El Mochi dijo "bueno, salud por el compadre"; Ramón, "seguramente el compa hará cantar a la Patagonia donde esté"; el Cay, "se fue para descansar de esta vida que casi lo vuelve loco"; Luci dijo que "él sabe que lo amábamos"; Lucho "que el buen viento lo lleve libre a donde el ha pedido"; Juan y Mabel bebieron un vino cuando recibieron el mensaje de texto; Duli envió su dolor y su bronca en otro mensaje y el Chele me convenció con palabras tranquilas de no viajar a Bariloche: ¿Para qué?
Son algunos ejemplos. Los que me tocan de cerca. Pero en toda la Patagonia hoy se empieza a sentir la ausencia del negro Pantaleón González.
Aquí también.
Nelson Ávalos
Posdata para Pedro y Pantaleón: No se cuándo, pero en algún momento me voy a ver obligado a irme al viento como ustedes… Espérenme… Y no se tomen todo el vino. Lo digo porque los conozco bien…
¡Ah! Posdata para Panta: ¿Qué hago con las dos chombas que me dejaste en tu última visita? A mi me quedan grandes…
* DNI 18.000.947
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