Por Puerta E
El libre acceso a las costas es un problema constante en estas latitudes. Y, pese a que existen casos emblemáticamente grotescos (como el del magnate Joe Lewis), es evidente que el avance de lo privado sobre lo público no se detiene. Al menos eso sostienen vecinos de El Hoyo, quienes hace un tiempo se encontraron con que el ingreso a la pasarela pública que utilizaban para cruzar el río Epuyén quedó restringido tras la colocación de una tranquera de madera.
Pobladores consultados por Puerta E indicaron que, hasta el año pasado, tenían una pasarela de troncos “bien mantenida" que cruzaba el río hacia la margen oeste. “La gente del barrio ha ido toda la vida a bañarse a la costa del Epuyén, desde siempre”, indicaron.
Cabe destacar que del otro lado del río -cruzando la pasarela- hay una cascada poco visitada y además, en campos privados, se encuentra la legendaria Laguna del Plesiosaurio.
El libre acceso a las costas es un problema constante en estas latitudes. Y, pese a que existen casos emblemáticamente grotescos (como el del magnate Joe Lewis), es evidente que el avance de lo privado sobre lo público no se detiene. Al menos eso sostienen vecinos de El Hoyo, quienes hace un tiempo se encontraron con que el ingreso a la pasarela pública que utilizaban para cruzar el río Epuyén quedó restringido tras la colocación de una tranquera de madera.
Pobladores consultados por Puerta E indicaron que, hasta el año pasado, tenían una pasarela de troncos “bien mantenida" que cruzaba el río hacia la margen oeste. “La gente del barrio ha ido toda la vida a bañarse a la costa del Epuyén, desde siempre”, indicaron.
Cabe destacar que del otro lado del río -cruzando la pasarela- hay una cascada poco visitada y además, en campos privados, se encuentra la legendaria Laguna del Plesiosaurio.
“Del otro lado del río”
La situación cambió hace unos años cuando, al oeste del río Epuyén, se instaló un emprendimiento privado del que poco se conoce. Según especulan los vecinos, aquello que está “del otro lado del río” alentó al Gobierno provincial a retirar la pasarela de madera y, en su lugar, construir otra de cemento.
Lo cierto es que, hace un tiempo, los pobladores se encontraron con que el ingreso a la nueva pasarela está obstruido por una amplia tranquera de madera. La valla “está con cadena, no está cerrada con candado, pero parece”, indicaron los vecinos, quienes destacaron que en la margen Este del río –entre la tranquera y la pasarela- ahora también existe una playa de estacionamiento privado.
En concreto, la aparición de esta barrera hace que sea mucha menos la gente que cruza hacia la margen oeste del Epuyén e, inclusive, hay quienes aseguran que algunos de los chicos del barrio que van a nadar a la zona son “invitados a retirarse”.
Otra prueba de que en la Patagonia argentina, y en este caso en Chubut, el avance de lo privado sobre lo público no se detiene.
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Ya que hay tanta impunidad, que la impunidad sea para todos! Vayan e incendien la tranquera y no permitan que nunca màs les hagan esto.
Todos tenemos derecho al acceso libre a los rìos y lagos de la Patagonia.
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