Por Prensa del Pueblo
Foto de archivo
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El Bolsón (ANPP).- Artesanos autoconvocados denunciaron que el diario El Ciudadano, que se distribuye en forma gratuita en El Bolsón, falseó los hechos en su relato sobre la manifestación ocurrida este lunes 2 de febrero en repudio de los lamentables episodios de violencia acaecidos hace justo un año.
El acto de protesta, que comenzó alrededor de las 16.30, consistió en exponer simbólicamente los paños sobre la vereda que da a la avenida San Martín, en la plaza Pagano, con volantes contra la represión.
Sin embargo, a pesar de que se trató de una manifestación pacífica y sin fines de lucro, al día siguiente, el diario El Ciudadano publicó una nota con mentiras tales como la “confiscación de mercadería”, cosa que no sucedió, puesto que no había mercadería expuesta, y el retiro voluntario de una bandera, que contrariamente a lo publicado fue prepotentemente arrancada por uno de los matones que protagonizó los hechos de violencia del verano de 2008.
Todo esto ocurrió ante la mirada pasiva de efectivos policiales, que más que velar por el orden público parecían estar esperando una reacción por parte de alguno de los 30 manifestantes para justificar una nueva represión.
Un antecedente de esta modalidad de provocación tuvo lugar en octubre, cuando en un acto por la aparición con vida de Julio López, en El Bolsón, un empleado municipal se acercó a los manifestantes con la clara intención de generar una reacción violenta por parte de ellos, en tanto la policía observaba impasible la agresión verbal.
Pero los artesanos no les dieron el gusto, y se mantuvieron calmos, con lo cual el patotero, probablemente enviado por el municipio, debió retirarse sin lograr su cometido.
Los trabajadores señalaron también que el diario, como remate, los acusó de “destruir la propiedad pública” durante la manifestación, algo que jamás ocurrió, tal como lo confirman decenas de testigos.
El 2 de febrero de 2008 quedará en la memoria de la población de El Bolsón como una de las fechas más vergonzosas en la historia de la ciudad, cuando por orden del intendente Oscar Romera y del concejal del Partido Provincial Rionegrino (PPR) Miguel Gotta, un grupo de matones armados con palos y cuchillos desalojó violentamente a artesanos de la plaza Pagano.
En esa jornada, varios trabajadores y personas solidarizadas con los agredidos recibieron distintos tipos de lesiones, la más grave de las cuales la padeció un vecino que sufrió la fractura de su brazo.
Como si eso no hubiese sido suficiente bochorno en plena democracia, a partir de esa misma noche autos sin patente salieron a “cazar” y amenazar de muerte a quienes habían sido atacados por la patota municipal.
Estos hechos mafiosos por parte de políticos y matones, sin embargo, han quedado impunes por decisión de la Justicia rionegrina, en tanto que aún siguen judicializados militantes sociales que intervinieron entonces en defensa de los trabajadores.
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