martes, febrero 17, 2009

Punta Tombo: advierten que en 25 años disminuyó un 20 % la cantidad de pingüinos


Fuente: Clarin
Por: Valeria Román


Hace 25 años, la bióloga marina Dee Boersma llegó a la reserva de Punta Tombo, en Chubut, para averiguar cuántos pingüinos había. Con su grupo de apoyo, fue identificando más de 50 mil. Ese mismo monitoreo permitió sacar a la luz ahora que los pingüinos ya son afectados por el calentamiento global. Durante el congreso de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, en Chicago, presentó los datos que demuestran la triste cadena de acontecimientos que llevaron a que la población de pingüinos de Tombo se redujera un 20%.

Después de la presentación, en una entrevista con Clarín, la científica dijo: "Las temperaturas de las aguas oceánicas son más cálidas ahora (aumentaron un grado más durante los últimos tres años) y esto hace que en invierno y en primavera varíe la distribución y la abundancia de peces y calamares, que son las presas buscadas por los pingüinos para alimentarse. Como consecuencia, ese cambio hizo que los pingüinos tengan que nadar más de 40 kilómetros y no siempre la consiguen. Y sus parejas y crías quedan sin alimentarse. Eso no pasaba hace 10 años".

Los pingüinos magallánicos tienen su propio calendario. Llegan cada septiembre a Punta Tombo para preparar nidos y aparearse. Ponen generalmente dos huevos en octubre. La gestación dura 42 días y la pareja se turna para empollar y alimentarse en el mar. En febrero, los pichones ya casi son autosuficientes y luego vuelven todos al mar. Según Boersma, el año pasado muchos de los pingüinos pasaron hambre: habían nadado hacia el norte, y llegaron a lugares donde generalmente no aparecían.

Por primera vez en 25 años, la marcha del regreso hacia el sur no fue exitosa para todos. Hubo 50 pingüinos juveniles muertos en octubre en la reserva de Punta Tombo, de acuerdo con Boersma. "Los individuos muertos no tenían grasa, por lo cual el estado de desnutrición los llevó a la muerte", señaló la bióloga. También los huevos que pusieron la última temporada fueron los más pequeños en 25 años, probablemente porque la comida fue escasa.

El calentamiento de las aguas no es el único factor que influye sobre los pingüinos magallánicos. El aumento de las lluvias los afecta. "Además, la sobrepesca, especialmente de las anchoas, es una preocupación", contó Boersma.

La bióloga, que integra el plantel de investigadores de la Universidad de Washington, en Seattle, no deja de lado el factor de la presencia humana directa. La reserva recibía 50.000 turistas por año; en 2008 fueron 140.000. El gobierno provincial había cambiado el sistema de desagüe de los baños, pero Boersma: "No es sustentable". Y agregó: "Se han hecho nuevas sendas peatonales para contener a tanta gente. Sabemos que los pingüinos son tolerantes y pueden aprender a convivir con la gente. Pero es muy triste ver cómo una reserva se está transformando en un lugar para la gente, en lugar de un espacio para los pingüinos".

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