Por Prensa UNPSJB
En la última convocatoria de proyectos nacionales de investigación del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) fue seleccionado para su efectivización y financiación un Proyecto de Investigación presentado por La Dra. María Laura Miserendino y el Dr. Miguel Archangelsky, ambos científicos investigadores del CONICET, integrantes de la Sede Esquel de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.
El proyecto de investigación pretende evaluar que consecuencias tuvieron y tienen la emisión de las cenizas del volcán Chaitén en los ecosistemas acuáticos del oeste del Chubut, y será la continuación del trabajo a cargo del equipo del Laboratorio de Investigaciones en Ecología y Sistemática Animal (LIESA-Fac Cs Naturales) perteneciente a la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, que a través de distintos proyectos de investigación ha documentado estacionalmente las características ambientales, físicas, químicas y biológicas (características de las comunidades de invertebrados bentónicos, invertebrados de ribera, peces y aves) de distintos ambientes acuáticos antes y después del evento.
LA INVESTIGACION SE REALIZARÁ DURANTE 3 AÑOS
Desde el viernes 2 de mayo de 2008 los científicos del LIESA estudian el comportamiento de la ceniza volcánica en los ecosistemas acuáticos en la zona de Esquel, cuando el volcán chileno Chaitén (42º59’S y 72º38’O) comenzó con la emisión de gran cantidad de ceniza volcánica y gases.
En pocas horas dicho evento afectó gran parte del oeste de la provincia de Chubut. Las cenizas cubrieron extensas áreas generando depósitos importantes y afectaron varias cuencas hidrográficas. Asimismo hubo otros episodios durante los meses posteriores. La existencia previa de una base de datos ambientales y ecológicos sobre ambientes acuáticos en el LIESA y la inmediata salida de los investigadores al campo para documentar el fenómeno fue crucial para preparar la propuesta de investigación (de 3 años de duración) y presentarla al CONICET. Afortunadamente el equipo que incorpora a distintos expertos: Dr. Ricardo Casaux, Dr. Pablo Pessacq, Lic. Cecilia Di Prinzio, Lic. Cecilia Brand, Lic. Luis Epele, obtuvo este subsidio nacional que permitirá investigar sobre un fenómeno natural pocas veces documentado a nivel mundial.
La idea es conocer como los ecosistemas acuáticos patagónicos responden frente a disturbios de esta magnitud. En este proyecto se propone realizar un seguimiento de los ambientes afectados evaluando integralmente las condiciones ambientales y las comunidades biológicas de los ecosistemas acuáticos y de transición acuático terrestre. Se planea comparar las características documentadas antes y después del evento, realizar un seguimiento estacional de la evolución de estos ambientes, analizar las estrategias y mecanismos de recolonización de las especies y estimar en una escala temporal cual es el grado de recuperación de los ambientes.
Se han establecido importantes vinculaciones con científicos de la Universidad de Canterbury de Nueva Zelanda con quienes se intercambiará conocimiento y experiencias durante el desarrollo de la investigación.
En la última convocatoria de proyectos nacionales de investigación del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) fue seleccionado para su efectivización y financiación un Proyecto de Investigación presentado por La Dra. María Laura Miserendino y el Dr. Miguel Archangelsky, ambos científicos investigadores del CONICET, integrantes de la Sede Esquel de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.
El proyecto de investigación pretende evaluar que consecuencias tuvieron y tienen la emisión de las cenizas del volcán Chaitén en los ecosistemas acuáticos del oeste del Chubut, y será la continuación del trabajo a cargo del equipo del Laboratorio de Investigaciones en Ecología y Sistemática Animal (LIESA-Fac Cs Naturales) perteneciente a la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, que a través de distintos proyectos de investigación ha documentado estacionalmente las características ambientales, físicas, químicas y biológicas (características de las comunidades de invertebrados bentónicos, invertebrados de ribera, peces y aves) de distintos ambientes acuáticos antes y después del evento.
LA INVESTIGACION SE REALIZARÁ DURANTE 3 AÑOS
Desde el viernes 2 de mayo de 2008 los científicos del LIESA estudian el comportamiento de la ceniza volcánica en los ecosistemas acuáticos en la zona de Esquel, cuando el volcán chileno Chaitén (42º59’S y 72º38’O) comenzó con la emisión de gran cantidad de ceniza volcánica y gases.
En pocas horas dicho evento afectó gran parte del oeste de la provincia de Chubut. Las cenizas cubrieron extensas áreas generando depósitos importantes y afectaron varias cuencas hidrográficas. Asimismo hubo otros episodios durante los meses posteriores. La existencia previa de una base de datos ambientales y ecológicos sobre ambientes acuáticos en el LIESA y la inmediata salida de los investigadores al campo para documentar el fenómeno fue crucial para preparar la propuesta de investigación (de 3 años de duración) y presentarla al CONICET. Afortunadamente el equipo que incorpora a distintos expertos: Dr. Ricardo Casaux, Dr. Pablo Pessacq, Lic. Cecilia Di Prinzio, Lic. Cecilia Brand, Lic. Luis Epele, obtuvo este subsidio nacional que permitirá investigar sobre un fenómeno natural pocas veces documentado a nivel mundial.
La idea es conocer como los ecosistemas acuáticos patagónicos responden frente a disturbios de esta magnitud. En este proyecto se propone realizar un seguimiento de los ambientes afectados evaluando integralmente las condiciones ambientales y las comunidades biológicas de los ecosistemas acuáticos y de transición acuático terrestre. Se planea comparar las características documentadas antes y después del evento, realizar un seguimiento estacional de la evolución de estos ambientes, analizar las estrategias y mecanismos de recolonización de las especies y estimar en una escala temporal cual es el grado de recuperación de los ambientes.
Se han establecido importantes vinculaciones con científicos de la Universidad de Canterbury de Nueva Zelanda con quienes se intercambiará conocimiento y experiencias durante el desarrollo de la investigación.
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