lunes, marzo 09, 2009

Opinión: “Reductores de velocidad en el ingreso a Esquel”, por Luis Sosa Pfatschbacher


Por Luis C Sosa Pfatschbacher *

Desde hace tres o cuatro meses que se realizó la obra de demarcado de sendas peatonales en la ciudad de Esquel, en conjunto con los pianitos reductores de velocidad, ante la aproximación de acercamiento a una rotonda.

No debo ser el primero en observar, tanto como peatón como conductor, las maniobras arriesgadas que se están realizando en la ruta 259 por los conductores que en el afán de evitar las protuberancias de pintura, optan por esquivarlas, y arriesgar la vida de ellos mismos, y de otros conductores y peatones.

Camiones y colectivos, bajan a la banquina, para evitar los pianitos.

¿Será que es el mejor sistema para implementar?

Hace poco escuchábamos a los vecinos de Villa Ayelén advirtiendo sobre las altas velocidades y accidentes que se producen a menudo en la zona, y varios vecinos horrorizados decían, acá semáforos nunca!!!!

Vamos a esperar a que se produzca algún accidente grande para que las autoridades de Tránsito vean lo que esta sucediendo en este lugar y ver que solución nueva se puede implementar??

Sólo basta quedarse un rato parado, para ver las constantes imprudencias, y ver a los peatones que están tratando de cruzar la ruta adivinar ... frenará ????..
Solo una humilde opinión.

Muchas Gracias.

* DNI 27.994.567

Nota relacionada: En Villa Ayelén: vecinos insisten con la colocación de semáforos y carteles indicadores

3 Comentá esta nota:

Anónimo dijo...

Con hacer una crítica no alcanza, tenés que sugerir soluciones. Javier

cedelio dijo...

Los semáforos no sirven para evitar los accidentes de tránsito y los lomos de burro tiene el inconveniente de hacerles reducir la velocidad también a bomberos y ambulancias. La solución europea sería señalización y control, la nuestra tiene que ser un elemento material ya sea rotonda, badén, semáforo activado por exceso de velocidad, etc.

Anónimo dijo...

Se necesitan controles de tránsito y sanciones eficaces,
además de educación, para cambiar conductas masivamente.

En nuestro país, frente a la polémica desatada ante la implementación de sistemas de control de velocidad e infracciones por fotografía y radares, en la ciudad y en la provincia de Buenos Aires, así como en otras localidades del interior del país, en Luchemos por la Vida dijimos: Los controles de tránsito, que son eficaces, siempre son preventivos e imprescindibles. Cualquiera sea el método que se utilice, con presencia policial identificada, con cámaras de fotos sin identificar, con móviles sin identificar e identificados, con cámaras láser y sistemas computarizados, con radares, o agentes de tránsito talonario en mano, en manos privadas o estatales, basta con que cumplan una condición: que el conjunto mayoritario de la población esté convencida de que, en caso de cometer una infracción, será “muy probablemente” sancionado. En esto radica el efecto preventivo de las medidas. Cuando el transgresor comprende que lo beneficia “personalmente” más, respetar las reglas que no hacerlo, cambia de comportamiento. Cuando el estado sostiene la aplicación justa de la ley, continua y sin excepciones, reafirma el valor “social” de la medida, contribuyendo a su afianzamiento como hábito y a su generalización.

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