jueves, mayo 28, 2009

Carta al pueblo de Lago Puelo: una vecina reclama igualdad de derechos ciudadanos


Por Analía Castro *

Mi nombre es Analía Verónica Castro, mi DNI 26.490.952, tengo 31 años, nací en la Pcia. de Buenos Aires, en Caseros, Partido de Tres de Febrero. Vivo en Lago Puelo, desde hace 7 años, amparada bajo los mismos derechos que el resto de los ciudadanos que habitan el suelo de la República Argentina, establecidos en la Constitución Nacional. Parece un chiste que tenga que aclarar todas estas cosas para expresarme. Pero el trabajo hecho en Lago Puelo para seguir enfrentándonos me obliga, a dar explicaciones. Y no tengo nada que ocultar, puedo hacerlo con mi conciencia limpia.

Olvidé mencionar que tengo 3 hijos, dos de los cuales nacieron aquí. Sus derechos también valen, y son mi responsabilidad. Por eso también hago oír mi voz. Cansada de oír que vine de afuera, cansada del ninguneo, quiero escribirle a mi pueblo, porque así lo siento, porque así lo elegí, cuando llegué con mi hija de 2 años y mi marido.

¿Quién puede decir lo contrario? ¿Quién puede decirnos que nos vayamos a otra parte?

NO voy a matar al mensajero, de ninguna manera, pues quienes piensan realmente que los que opinamos diferente tenemos que irnos, no lo dicen públicamente, pues no es políticamente correcto, no corresponde si lo hacen dejarían al descubierto su autoritarismo, su espíritu antidemocrático y sus prácticas discriminatorias.

Entonces, como se esconden detrás de sus clientes, no puedo dirigirme a ellos, ni a sus mensajeros, pues éstos, solo son víctimas del clientelismo al que algunos de los habitantes de este pueblo, mi pueblo, está acostumbrado.

Yo no tengo miedo de decirlo, pues lo he pasado en carne viva. Fui beneficiada con alguna que otra ayuda para terminar mi casa, mi esposo realizó trabajos tercerizados para el municipio hasta el preciso momento en que alcé mi voz en contra del actual gobierno, a sabiendas de que eso significaría enfrentarme a un gigante que todo lo compra, desde el silencio, hasta la palabra. A sabiendas de que eso significaría la falta de trabajo, la espalda de muchos que antes me saludaban, ser señalada, muchas veces excluida, y hasta en alguna ocasión visitada por algún puntero para hacerme recapacitar sobre los beneficios de ser “amiga” de algunos personajes.

Estoy cansada, harta, indignada, pero no voy a quedarme con eso, me hace mal, a mí, a mis hijos, he callado varias veces, porque lo que digo a veces no suena políticamente correcto, y como actúo en política desde hace un tiempo, he pensado mucho antes de escribir esto y darlo a conocer.

Hemos llegado al punto de tener que esgrimir quién tiene más años vividos en este pueblo, antes de dar una opinión, como si fuera necesario tener una antigüedad, para ello, todos estos días lo he analizado, lo he pensado y vuelto a pensar. Acaso no basta con pensar distinto para decirlo, acaso no alcanza con hacerlo con respeto.

No es mi estilo calificar a nadie, ni desmerecerlo, por qué debo soportar que se haga conmigo, si es que pertenezco al ARI Lago Puelo, sí es que llegue de otra provincia, sí es que pienso diferente, sí es que creo en otra forma de gobernar, y lucho porque la gente la elija, no por imponerla. Sí es que me manifiesto cuando no estoy de acuerdo, sí es que reclamo no sólo mis derechos, también el de mis conciudadanos, porque eso son mis vecinos, ciudadanos como yo. Y en este punto quisiera aclarar, que vivo en Cerro Radal, las obras todavía no han perjudicado de manera tal que se inunde, pero aún así al calor de la leña, el día viernes no podía dejar de pensar, en mis amigos cercanos al río, en mis conocidos, y en todos aquellos que sufrieron el asecho del agua ingresando a sus propiedades, aún sin conocer a muchos de ellos. Yo me pregunto, eso está mal?

Es qué a nuestros gobernantes les molesta que otros nos hagamos eco de las necesidades de nuestros vecinos, de los que se inundan, de los que no son reconocidos en sus derechos, de los que no tienen luz, de los que no tienen agua, de los que no tienen vivienda, etc., podría seguir enumerando pero…

Anteriormente mencioné estar cansada, pero que no se confunda el cansancio con la inacción, pues es el mismo hartazgo el que me impulsa a seguir, porque oyendo las voces de quienes nos descalifican por simplemente pensar distinto, o reclamar, entiendo algunos resultados en las urnas. Cuando el actual gobierno nos refriega su mayoría, entiendo por qué lo hace, pues, el común pensamiento que une al gobierno y sus electores, es qué LOS QUE SE QUEJAN SIEMPRE SON LOS MISMOS LOCOS, HIPPIES, ECOLOGISTAS, LOS MISMOS 3 O 4. ESTE PUEBLO SIEMPRE FUE ASÍ PORQUE TIENE QUE CAMBIAR…

Quiero contarles, que no es cómodo estar de este lado, cuando digo este lado me refiero al lugar donde me ponen los que dicen que siempre me quejo, que siempre estoy protestando, también quiero decirles qué esta incomodidad, por ponerle algún nombre, es una elección, hecha con la más absoluta libertad, porque si mañana en mi mesa no hay comida, depende solo de mi, no de un funcionario que me necesita para que vaya a apoyarlo, ahora bien, somos todos conscientes que un funcionario trabaja para el pueblo, que lo que en su gestión se realiza no es su obra personal, estamos tan confundidos, que algunos creen que estas personas que fueron elegidas por la mayoría, son elogiables porque cumplen con sus obligaciones, en el caso de que lo hagan. Eso es la función pública, a ningún enfermero se le ocurriría reprocharle en la cara a un paciente al que acaba de suturar, o sí? No es tan difícil, es cumplir con las obligaciones de cada uno según el lugar que ocupa. Y cuando el pueblo considera que esto no está sucediendo, puede decirlo, puede reclamar, es su derecho, y acompañar ese reclamo para mí es una obligación, moral, y humana. Se me puede juzgar por eso, se me puede ningunear por eso. En mi humilde entender, no.

Ahora bien quién decide quien es el Pueblo, tiene un número determinado, una cantidad, un límite, o basta con una persona que se vea afectada para que ejerza su derecho al reclamo..

No nos subestimemos entre nosotros, sí es uno sólo es un quejoso, sí son unos pocos son un par de locos, sí son varios esconden intereses de la oposición…todos somos iguales ante la ley, ante las instituciones, ante el gobierno de turno, sólo cuando entendamos eso, la unidad, la comunidad será una realidad, de lo contrario este modelo que tiende a dividirnos, a separarnos, a enfrentarnos seguirá reinando, sres porque esto parece un a monarquía, donde los bufones defienden al rey del ataque de los súbditos, y el monarca ni siquiera es monarca, es marioneta, porqué es otro quien maneja los hilos.

Yo Analía Castro, hace rato dije basta!!! Espero que la unidad llegue, para que no sea mi deseo, sino un eco que retumbe en todo MI PUEBLO, Lago Puelo, el pueblo de los que nacieron, los que vinieron, los que se criaron, y los que estaban antes mucho antes, y aún hoy no son reconocidos.

* DNI 26490952

1 Comentá esta nota:

Corina de Esquel dijo...

Sin conocerte, me siento identificada con la descripción de tu sensación de hartazgo ante la injusticia institucionalizada de estos patrones de estancia. Confío más en los que se quejan que en los que creen que "así estamos bien" o "siempre fue y será así".

¡Fuerza y seguí moviéndote e incomodando!

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