miércoles, mayo 27, 2009

Del Medioevo: afirman que Seros discrimina entre hombres y mujeres a la hora de afiliar



Por Federico Ovidi para El Chubut

Cuestionan a Seros por no contemplar concubinato cuando una mujer quiere afiliar a su pareja y sí a la inversa. La obra social Seros no permite a las mujeres que se desempeñan bajo la órbita de la administración pública afiliar a sus parejas, situación que no se da a la inversa, ya que un hombre, abonando una tarifa especial, sí puede beneficiar a su concubina de los servicios médicos que bajo esta órbita se prestan.

La legislación vigente que regula la obra social del Estado no contempla el caso de mujeres trabajadoras que tienen a su cargo a su compañero sentimental. Una situación similar se da en las parejas que contrajeron matrimonio. Mientras que el marido puede afiliar a su mujer sin costo alguno, la mujer -empleada del Estado- tiene que pagar un porcentaje de su haber para concretar el mismo trámite. Esta «discriminación» deviene de la Ley 1404, que regula el régimen de prestaciones médico asistenciales en la provincia del Chubut desde 1975.

En diálogo con EL CHUBUT, una empleada pública que no quiso que su nombre saliera a difusión para no sufrir algún tipo de «represalia» por parte de sus superiores, manifestó el malestar que sintió cuando intentó inscribir a su pareja en la obra social, luego de que éste se quedara sin empleo.

«Al momento de completar la ficha afiliatoria me explican que no existe para Seros la figura de una mujer titular que quiere afiliar a su concubino, pero sí una figura de titular masculino que puede afiliar a su concubina». En el caso de que estuviese casada, mencionó que «ahí tendría que pagar el doble que si la situación fuera a la inversa, es decir, que yo tengo que pagar el 8% mientras que un hombre paga sólo el 4% por afiliar a su esposa». A esto, que no dudó en tildar de «acto discriminatorio y machista», agregó que entre las planillas que tuvo que completar, «figura una en la que te preguntan sin tenés hermanas solteras a cargo, como si se tratara de personas lisiadas».

«La ley esta hecha así», reconoció Yolanda Roussau, directora de Seros Esquel, «solamente pueden afiliar, en forma directa y sin costo alguno, los esposos a sus mujeres». Por más que estén casados, explicó que «la mujer no puede afiliar a su marido sin cargo, y sólo lo puede hacer pagando un adicional, si este no tiene trabajo». La propia Roussau reconoció que su marido tiene que pagar para gozar de las prestaciones médicas de la obra social, cosa que no sucedería si el empleado público sería éste.
«El marido puede afiliar a la mujer pero la mujer al marido no ya que así lo dicta la ley de obra social, vigente desde que se creó y la verdad que nunca desde entonces se modificó en la legislatura». Y coincidió con la empleada citada en este texto en que los tiempos han cambiado, «han cambiado bastante incluso ahora es muy común no solo que la mujer trabaje sino que sea el único sostén de su familia».

Asimismo, la directora de Seros dejó entrever que por esta irregularidad a diario reciben las quejas de las afiliadas.

«Constantemente recibimos quejas, y esos reclamos, de mujeres que consideran injusto esta situación, que ellas no pueden afiliar a sus maridos y sus maridos a la inversa sí. El tema es que la ley esta hecha así y hay que modificarla. He tomado contacto con legisladores cuando estaba en casa central, en Rawson, y en determinados momentos sí se trabajo sobre un proyecto para modificar esta situación pero la verdad es que nunca se concretaron esas modificaciones».

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