lunes, junio 22, 2009

“Basura bajo la alfombra: desinformación, ocultamiento y torpezas varias en la comarca”


Por José Hernán Díaz Varela *

La política comarcal ofrece cada tanto, y cada vez con mayor frecuencia, perlitas que a veces pasan desapercibidas por diversas razones; las dos más importantes son la falta de información en medios muchas veces cooptados por la publicidad oficial o directamente adeptos al gobierno, con bombo y marchita incluidos; y el ocultamiento, a través de sospechosos pactos de silencio o lisa y llana negativa a informar a los ciudadanos sobre ciertos datos –generalmente números- sensibles, sobre todo en esta época electoral. Tomemos sólo tres ejemplos, a título enunciativo:

Aquí va el primero: El jueves 18 de junio, en una reunión extraordinaria convocada con cierta precipitación, el Concejo Deliberante de Trevelin aprobó la entrega a Juan Alberto Massaccese de dos terrenos urbanos de gran valor, más cincuenta mil pesos en efectivo, a cambio de otro lote de propiedad del señor Massaccese. Esta permuta, en principio, no revestiría ningún interés especial, salvo el detalle de que en el lote del señor Massaccese ya están construidas 37 viviendas del plan Promeba. Sí, el Estado construyó viviendas en terreno ajeno y ahora trata de tapar rápidamente tamaña torpeza para salvar la ropa del intendente municipal, funcionarios del Ejecutivo y otros involucrados entregando bienes del patrimonio municipal. Al respecto, el concejal vecinalista Jorge Posse comentó en la sesión legislativa que en este tema “se les escapó la tortuga” pero, en su ya habitual rol de séptimo patito de la columna justicialista local, Posse se sumó entusiasta a los seis votos de las manos de yeso peronistas que aprobaron esta permuta (el bloque radical y la concejal vecinalista Simms se opusieron). Otro detalle: el terreno de Massaccese está embargado por una suma que no se consigna en el contrato que firman el intendente municipal, Carlos Mantegna, y el señor Massaccese. Y los vecinos seguimos pagando el costo de la, por lo menos, negligencia de nuestros funcionarios.

Va la segunda: Hace ya rato que el Concejo Deliberante esquelense viene solicitando información sobre costos operativos, gastos e inversiones a la Cooperativa 16 de Octubre. Tal cuestión volvió a tomar relevancia con el reciente intento de aumentar (una vez más en poco tiempo) la tarifa eléctrica para pagar el incremento de sueldos de empleados que se aprobó por convenio colectivo de trabajo. Ante el clamor popular la Coop decidió, por ahora, no aumentar la tarifa y, luego de mucha renuencia, finalmente respondió al Concejo Deliberante de Esquel: no va a dar información sobre sueldos de empleados ni honorarios de directivos porque ésta es “información reservada”. Mirá que bonito: para pagar puntualmente sin chistar la factura mensual y bancarnos los aumentos tarifarios somos todos socios, pero cuando pedimos información sobre lo que se hace con nuestro dinero se termina la “transparencia”. Si el Estado provincial publica mensualmente los sueldos de sus agentes en página web, ¿por qué no lo hace la Coop? ¿Será que algunos “cooperativistas” cobran demasiado? ¿O que el servicio que monopólicamente prestan es muy caro?. Éstas y otras preguntas similares quedan sin respuesta ante la “reserva” de la Coop.

La última, en tándem: los proyectos de “palacios municipales” de Esquel y Trevelin, que se concretarían con la misma línea de crédito del BID, en dólares y a pagar en veinte años. De hecho, se trata de un crédito de muy bajo interés con seguro de cambio a cuatro pesos (es decir, éste es el tope que podría llegar a pagarse por dólar, no más). Sin embargo, una vez más, la cuestión está en cómo se usa el dinero. El destino previsto por el BID es el mejoramiento de la gestión municipal. Me pregunto: ¿se mejora la gestión municipal gastando 4,5 millones de dólares para construir un centro cívico en Trevelin en esta época de crisis, endeudando al municipio por veinte años, cuando todavía no se comenzó a pagar la obra del gimnasio municipal? ¿Es mejor gestión gastarse 7,5 millones de dólares en la construcción de un edificio municipal en Esquel, adjudicado mediante contratación directa, o podría utilizarse el dinero en algo más productivo y que genere riqueza? En el último caso, en el concejo esquelense, se alzan voces solicitando prudencia y racionalidad en el gasto público. En Trevelin, no. Se incluyó el proyecto en el presupuesto 2009 ya que “la gente” había manifestado que le gustaría un centro cívico. Si es por querer, me sumo a la utopía. De todos modos, esa referencia tan demagógica y ubicua a la voluntad de “la gente” podría canalizarse institucionalmente a través de la transparencia de las audiencias públicas. Pero parece que, una vez más, los ciudadanos (que somos “la gente”) estamos ante una decisión que hipoteca dos generaciones a cambio de una obra pública no prioritaria.

* DNI 17536512
Trevelin - Chubut

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