Enviado por Antonio Pontoriero
Fuente: Boletín de la Correpi
REPRESIÓN EN CHUBUT
El 8 de marzo, 30 policías de Chubut asesinaron a Wilson Ruperto Bustos (19) y torturaron a su hermano de 16 años, Marcos Abraham Bustos, hasta dejarlo parapléjico luego de pegarle un tiro en el pecho. Al tercero, Daniel Ernesto Bustos (22), le dispararon en la pierna cuando se encontraba arrodillado y con las manos en alto. Durante el traslado, y en el hospital de Esquel, Daniel recibió amenazas de muerte y golpes de puño sobre la pierna herida. Las torturas continuaron en la comisaría 1ª donde fue golpeado brutalmente y obligado a beber orina de los policías.
Todo comenzó cuando Cristian Bustos, prófugo de la justicia por homicidio, decidió entregarse en su casa, en presencia de su familia y de un defensor oficial, pues temía por su vida. Antes de que llegara el abogado, los policías, fuertemente armados, invadieron la casa al grito de “los vamos a matar a todos”. Forzaron puertas y ventanas. Cristian huyó junto a algunos de sus hermanos por temor al ver la violencia de la policía.
Buscándolo, más de cien hombres del Grupo Especial de Operaciones Policiales (GEOP) invadieron el pueblo de Corcovado, a 100 Km. de Esquel, provincia de Chubut. Para ello tomaron y retuvieron por dos días “Radio Del Pueblo”, la emisora del lugar. Desde la radio decretaron un estado de sitio y anunciaron que “no se podía salir a la calle después de las 22.00 sin documentos” relató Omar Bustos, padre de Cristian. “Se llevaron muchas personas. Garrotearon y tirotearon a otras. Estuvimos siete días escuchando balazos por todo el pueblo. Parecía una guerra” agregó Omar.
Las denuncias realizadas por distintas organizaciones hablan de más 20 allanamientos violentos, sin orden judicial, con rotura de puertas y mobiliario, robos, golpes de todo tipo sin diferenciación de sexo y edad, abusos sexuales y violaciones a mujeres y niñas, torturas y desaparición forzada de personas. Todos los integrantes del GEOP “trabajaron” encapuchados.
“A una nena de 5 años y a un nene de dos los sacaron de su casa a punta de pistola” contó Moira Millán a la agencia Walsh. Moira es una de las referentes que vino a denunciar a Buenos Aires el terror vivido durante esos días. “A una chiquita de ocho años que se estaba bañando la sacaron desnuda del baño y abusaron de ella delante de la madre a la que apuntaban con un arma en la cabeza”, dijo.
El estado de sitio impuesto se extendió desde Corcovado, hasta Cerro Centinela. El 11 de marzo, el GEOP detuvo a dos hermanos y los torturó en una comisaría. El delito: charlar y tomar un vaso de vino durante el estado de sitio. A uno de ellos, Jaramillo, lo liberaron en Trebini a 70 Km. de allí, pero Luciano González, de 42 años, se encuentra desaparecido. “Ellos dicen que lo llevaron a la comisaría y lo liberaron. Pero la verdad es que los vieron detenerlo pero nunca liberarlo”, relató Moira Milán.
De las más de veinte familias atacadas, sólo once se atrevieron a hacer la denuncia a la fiscalía de Esquel. Como en otras situaciones de violación a los derechos humanos en democracia, los consuelos, la legitimidad a las fuerzas represivas y la promesas del poder ejecutivo fueron a través del ministro de justicia , Aníbal Fernández: “Tomaremos cartas en el asunto inmediatamente y enviaremos a funcionarios para iniciar la investigación correspondiente”, declaró.
El jefe de la policía y comisario general de Chubut, Juan Luis Ale, a cargo del grupo especial, señaló que “no consta que haya habido hechos de violencia”, y se cubrió aclarando que “se utilizó la fuerza necesaria para detener a un prófugo y para irrumpir en los domicilios”.
En tanto, el gobernador de la Provincia y aspirante a presidente, Mario Das Neves, salió a respaldar a su fuerza, elogió su “arrojo” y “todo lo que ponen de sí”.
Nota relacionada: Estado de terror: “A lo mejor se les pasó la mano en la fuerza que se utilizó”, dijo Juan Ale
Fuente: Boletín de la Correpi
REPRESIÓN EN CHUBUT
El 8 de marzo, 30 policías de Chubut asesinaron a Wilson Ruperto Bustos (19) y torturaron a su hermano de 16 años, Marcos Abraham Bustos, hasta dejarlo parapléjico luego de pegarle un tiro en el pecho. Al tercero, Daniel Ernesto Bustos (22), le dispararon en la pierna cuando se encontraba arrodillado y con las manos en alto. Durante el traslado, y en el hospital de Esquel, Daniel recibió amenazas de muerte y golpes de puño sobre la pierna herida. Las torturas continuaron en la comisaría 1ª donde fue golpeado brutalmente y obligado a beber orina de los policías.
Todo comenzó cuando Cristian Bustos, prófugo de la justicia por homicidio, decidió entregarse en su casa, en presencia de su familia y de un defensor oficial, pues temía por su vida. Antes de que llegara el abogado, los policías, fuertemente armados, invadieron la casa al grito de “los vamos a matar a todos”. Forzaron puertas y ventanas. Cristian huyó junto a algunos de sus hermanos por temor al ver la violencia de la policía.
Buscándolo, más de cien hombres del Grupo Especial de Operaciones Policiales (GEOP) invadieron el pueblo de Corcovado, a 100 Km. de Esquel, provincia de Chubut. Para ello tomaron y retuvieron por dos días “Radio Del Pueblo”, la emisora del lugar. Desde la radio decretaron un estado de sitio y anunciaron que “no se podía salir a la calle después de las 22.00 sin documentos” relató Omar Bustos, padre de Cristian. “Se llevaron muchas personas. Garrotearon y tirotearon a otras. Estuvimos siete días escuchando balazos por todo el pueblo. Parecía una guerra” agregó Omar.
Las denuncias realizadas por distintas organizaciones hablan de más 20 allanamientos violentos, sin orden judicial, con rotura de puertas y mobiliario, robos, golpes de todo tipo sin diferenciación de sexo y edad, abusos sexuales y violaciones a mujeres y niñas, torturas y desaparición forzada de personas. Todos los integrantes del GEOP “trabajaron” encapuchados.
“A una nena de 5 años y a un nene de dos los sacaron de su casa a punta de pistola” contó Moira Millán a la agencia Walsh. Moira es una de las referentes que vino a denunciar a Buenos Aires el terror vivido durante esos días. “A una chiquita de ocho años que se estaba bañando la sacaron desnuda del baño y abusaron de ella delante de la madre a la que apuntaban con un arma en la cabeza”, dijo.
El estado de sitio impuesto se extendió desde Corcovado, hasta Cerro Centinela. El 11 de marzo, el GEOP detuvo a dos hermanos y los torturó en una comisaría. El delito: charlar y tomar un vaso de vino durante el estado de sitio. A uno de ellos, Jaramillo, lo liberaron en Trebini a 70 Km. de allí, pero Luciano González, de 42 años, se encuentra desaparecido. “Ellos dicen que lo llevaron a la comisaría y lo liberaron. Pero la verdad es que los vieron detenerlo pero nunca liberarlo”, relató Moira Milán.
De las más de veinte familias atacadas, sólo once se atrevieron a hacer la denuncia a la fiscalía de Esquel. Como en otras situaciones de violación a los derechos humanos en democracia, los consuelos, la legitimidad a las fuerzas represivas y la promesas del poder ejecutivo fueron a través del ministro de justicia , Aníbal Fernández: “Tomaremos cartas en el asunto inmediatamente y enviaremos a funcionarios para iniciar la investigación correspondiente”, declaró.
El jefe de la policía y comisario general de Chubut, Juan Luis Ale, a cargo del grupo especial, señaló que “no consta que haya habido hechos de violencia”, y se cubrió aclarando que “se utilizó la fuerza necesaria para detener a un prófugo y para irrumpir en los domicilios”.
En tanto, el gobernador de la Provincia y aspirante a presidente, Mario Das Neves, salió a respaldar a su fuerza, elogió su “arrojo” y “todo lo que ponen de sí”.
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