Por Fernando Urbano *
Carta abierta a la secretaria de Salud
Dra. Graciela Di Perna:
Reforzar las medidas de higiene, lavarse las manos con agua y jabón en forma repetida, evitar las aglomeraciones y permanecer alejadas a más de un metro de otras personas en ambientes cerrados, son recomendaciones de gran efectividad para disminuir la propagación de la influenza A.
Sin embargo, estos mismos consejos que usted se encarga de difundir, no se cumplen en los organismos de su dependencia. Es así que se encuentran en condiciones deplorables las salas de espera, sobre todo en los servicios de guardias, de los hospitales públicos de la Provincia (Comodoro Rivadavia, Esquel, Puerto Madryn, etc.). Todas estas salas son pequeñas, por lo cual provocan en su interior hacinamiento de pacientes, también están mal ventiladas y con graves deficiencias sanitarias.
Las salas de espera constituyen los lugares de mayor concentración de personas portadoras de enfermedades infectocotagiosas y por ende, es el lugar más apropiado para que se potencian las posibilidades de contagio. Usted, por su condición de médica, no puede desconocer estos aspectos tan elementales.
Un caso emblemático, es la sala de espera del Servicio de Guardia del Hospital Zonal de Trelew, ubicada en la parte posterior del hospital. Es muy pequeña (no más de 20 m2 de superficie), aún así sin importar este aspecto, al decidir que se sumara otro profesional (antes había uno) montaron un pseudo consultorio en el medio de la misma sala de espera, cuyas paredes son de lona y plástico de aproximadamente un metro de altura, en su interior apenas entra una camilla, una mesa y un banco sin respaldo, en donde sienta el profesional. Por supuesto, no cuenta con lavamanos ni otros elementos imprescindibles.
Además, con este consultorio tan precario, el diálogo existente entre el paciente y médico es escuchado con facilidad por las demás personas presentes en el lugar. Es tanta la falta de privacidad, que además, en ese ambiente hacinado, son muchos los pacientes que necesariamente deben permanecer casi pegados a las bajas paredes del biombo haciendo que puedan observar el desarrollo pleno del acto médico.
Acaso la Provincia está tan pobre, que no puede disponer de otro lugar para que los pacientes sean asistidos en condiciones seguras y con dignidad? Por qué tanta desidia de los funcionarios responsables. Acaso no se ha visto el daño que está produciendo en la comunidad tantas equivocaciones juntas?
Como si todo este desmanejo no fuera suficiente, dicha sala de espera no tiene baño público, quienes tengan necesidad de hacer uso del mismo, o lavarse las manos, tendrán que recorrer todo el perímetro del hospital por el lado de afuera (aprox. 200 metros ), e ingresar por la puerta principal, donde se encontrarán con baños que siempre se encuentran mugrientos y que constantemente emanan todo tipo de olores nauseabundos; sus paredes están deterioradas, con inodoros incompletos, sin provisión de papel higiénico, agua caliente, jabón ni toallas desechables.
Dra. Graciela Di Perna: en mi carácter de médico y diputado provincial solicito a usted, que dada la gravedad de las deficiencias descriptas, se establezca un Plan de Contingencia para abordar este problema y solucionarlo en forma urgente.
Adjunto fotografías que ilustran lo expresado.
* Diputado Provincial
Nota relacionada: Cuestionan la higiene de los baños públicos
Carta abierta a la secretaria de Salud
Dra. Graciela Di Perna:
Reforzar las medidas de higiene, lavarse las manos con agua y jabón en forma repetida, evitar las aglomeraciones y permanecer alejadas a más de un metro de otras personas en ambientes cerrados, son recomendaciones de gran efectividad para disminuir la propagación de la influenza A.
Sin embargo, estos mismos consejos que usted se encarga de difundir, no se cumplen en los organismos de su dependencia. Es así que se encuentran en condiciones deplorables las salas de espera, sobre todo en los servicios de guardias, de los hospitales públicos de la Provincia (Comodoro Rivadavia, Esquel, Puerto Madryn, etc.). Todas estas salas son pequeñas, por lo cual provocan en su interior hacinamiento de pacientes, también están mal ventiladas y con graves deficiencias sanitarias.
Las salas de espera constituyen los lugares de mayor concentración de personas portadoras de enfermedades infectocotagiosas y por ende, es el lugar más apropiado para que se potencian las posibilidades de contagio. Usted, por su condición de médica, no puede desconocer estos aspectos tan elementales.
Un caso emblemático, es la sala de espera del Servicio de Guardia del Hospital Zonal de Trelew, ubicada en la parte posterior del hospital. Es muy pequeña (no más de 20 m2 de superficie), aún así sin importar este aspecto, al decidir que se sumara otro profesional (antes había uno) montaron un pseudo consultorio en el medio de la misma sala de espera, cuyas paredes son de lona y plástico de aproximadamente un metro de altura, en su interior apenas entra una camilla, una mesa y un banco sin respaldo, en donde sienta el profesional. Por supuesto, no cuenta con lavamanos ni otros elementos imprescindibles.
Además, con este consultorio tan precario, el diálogo existente entre el paciente y médico es escuchado con facilidad por las demás personas presentes en el lugar. Es tanta la falta de privacidad, que además, en ese ambiente hacinado, son muchos los pacientes que necesariamente deben permanecer casi pegados a las bajas paredes del biombo haciendo que puedan observar el desarrollo pleno del acto médico.
Acaso la Provincia está tan pobre, que no puede disponer de otro lugar para que los pacientes sean asistidos en condiciones seguras y con dignidad? Por qué tanta desidia de los funcionarios responsables. Acaso no se ha visto el daño que está produciendo en la comunidad tantas equivocaciones juntas?
Como si todo este desmanejo no fuera suficiente, dicha sala de espera no tiene baño público, quienes tengan necesidad de hacer uso del mismo, o lavarse las manos, tendrán que recorrer todo el perímetro del hospital por el lado de afuera (aprox. 200 metros ), e ingresar por la puerta principal, donde se encontrarán con baños que siempre se encuentran mugrientos y que constantemente emanan todo tipo de olores nauseabundos; sus paredes están deterioradas, con inodoros incompletos, sin provisión de papel higiénico, agua caliente, jabón ni toallas desechables.
Dra. Graciela Di Perna: en mi carácter de médico y diputado provincial solicito a usted, que dada la gravedad de las deficiencias descriptas, se establezca un Plan de Contingencia para abordar este problema y solucionarlo en forma urgente.
Adjunto fotografías que ilustran lo expresado.
* Diputado Provincial
Nota relacionada: Cuestionan la higiene de los baños públicos
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