Por José Hernán Díaz Varela *
Luego de la victoria a nivel provincial -con gustito a poco- del Frente para la Integración en las elecciones del domingo pasado debatíamos con un amigo, muy peronista él, que reconocía el violento retroceso de casi veinte puntos porcentuales del “modelo Chubut” en menos de dieciocho meses, mientras me felicitaba por la recuperación del radicalismo provincial y su posicionamiento como primera fuerza de la oposición.
Además, el escenario nacional postelectoral licuó todo el efecto que podría haber tenido la buena performance justicialista en Chubut para el proyecto personal de Mario Das Neves, quien el domingo 28 por la noche debió apelar a un “discurso B” que poco tuvo que ver con la muy promovida largada de su candidatura presidencial, trunca por segunda vez.
Asimismo, la derrota del doblete K en los más importantes distritos políticos del país ya se llevó puesta a la ex ministra Ocaña, y el flamante ministro de Salud nacional Juan Luis Manzur blanqueó los números de la epidemia de gripe A: de los 1.500 infectados que había hasta la veda electoral, pasamos en cuatro días a más de 100.000, y la cifra oficial de muertos por el virus H1 N1 también subió sensiblemente. Algo no cierra: o el virus se expande con una impresionante ecuación geométrica y para hoy ya estarían infectados hasta los kelpers, o antes de las elecciones el gobierno mintió, jugando irresponsablemente con la salud de los argentinos.
Lo cierto es que en menos de dos días, veintidós provincias del país, más Capital Federal, cerraban sus escuelas por un mes y promovían el autoaislamiento de todos (estudiantes, docentes y población en general) para evitar el contagio y contener la epidemia. Pero en Chubut, no. Acá, en la Isla de Gilligan, resistíamos; hasta que se tomó una decisión “política y no sanitaria” de adelantar el receso escolar invernal, según las palabras del vicegobernador y diputado electo Mario Vargas.
En menos de veinticuatro horas la oscuridad del anuncio, forzado por una realidad nacional, generó la pregunta evidente: ¿adelantan el receso o agregan una semana más? Nadie sabía. Luego se aclaró desde Educación: se añade la semana que se inicia el 07 de julio al período normal de vacaciones de invierno. Hasta acá, con parches y mensajes parciales, se componía una decisión un tanto tardía pero coherente.
Sin embargo, y para desarticular cualquier tipo de lógica, el jueves 02 de julio llegó por fax a las escuelas una resolución del Ministerio de Educación por la cual se suspenden las clases desde el lunes próximo pero los docentes deben concurrir normalmente a trabajar.
Esta decisión no resiste el más mínimo análisis: ¿protegemos a estudiantes y sacrificamos a los docentes, uno de los grupos de riesgo más expuestos? ¿Importa más el cabalístico número de los 180 días que la salud de los maestros? ¿Se promueve el autoaislamiento y a la vez se nos obliga a reunirnos para discutir el PEI (el proyecto educativo de cada escuela) mientras nos advierten que durante el resto del año no habrá ninguna otra instancia para debatir estos proyectos?
De lo que se trata, en realidad, es de una puesta en acto del estilo político de esta gestión y del modo de relación que este gobierno viene llevando adelante con el sector docente, con violencia verbal como la descalificación permanente a los maestros, y física como la golpiza recibida en la madrugada del 29 de abril en Rawson por parte de la Guardia de Infantería de la policía, durante esa noche de largos bastones.
Espero que todos, y digo TODOS, los docentes del Chubut se acuerden, en el 2011, de estas medidas adoptadas por el incoherente “modelo Chubut” que nos trata de “vagos y facinerosos” y además, en mi caso, como militante radical, también se me incluye en la categoría de “víbora” (al menos así nos mentó casi al cierre de campaña la Ministra de Salud y candidata electa, Graciela Di Perna, la gran cuñada del gobernador).
Lamento disentir con estas calificaciones del señor gobernador y sus funcionarios porque aquí, en la Isla de Gilligan del “modelo Chubut”, los únicos que actúan a sangre fría son ellos.
* DNI 17536512
Profesor en Lengua y Comunicación Oral y Escrita
Trevelin - Chubut
Luego de la victoria a nivel provincial -con gustito a poco- del Frente para la Integración en las elecciones del domingo pasado debatíamos con un amigo, muy peronista él, que reconocía el violento retroceso de casi veinte puntos porcentuales del “modelo Chubut” en menos de dieciocho meses, mientras me felicitaba por la recuperación del radicalismo provincial y su posicionamiento como primera fuerza de la oposición.
Además, el escenario nacional postelectoral licuó todo el efecto que podría haber tenido la buena performance justicialista en Chubut para el proyecto personal de Mario Das Neves, quien el domingo 28 por la noche debió apelar a un “discurso B” que poco tuvo que ver con la muy promovida largada de su candidatura presidencial, trunca por segunda vez.
Asimismo, la derrota del doblete K en los más importantes distritos políticos del país ya se llevó puesta a la ex ministra Ocaña, y el flamante ministro de Salud nacional Juan Luis Manzur blanqueó los números de la epidemia de gripe A: de los 1.500 infectados que había hasta la veda electoral, pasamos en cuatro días a más de 100.000, y la cifra oficial de muertos por el virus H1 N1 también subió sensiblemente. Algo no cierra: o el virus se expande con una impresionante ecuación geométrica y para hoy ya estarían infectados hasta los kelpers, o antes de las elecciones el gobierno mintió, jugando irresponsablemente con la salud de los argentinos.
Lo cierto es que en menos de dos días, veintidós provincias del país, más Capital Federal, cerraban sus escuelas por un mes y promovían el autoaislamiento de todos (estudiantes, docentes y población en general) para evitar el contagio y contener la epidemia. Pero en Chubut, no. Acá, en la Isla de Gilligan, resistíamos; hasta que se tomó una decisión “política y no sanitaria” de adelantar el receso escolar invernal, según las palabras del vicegobernador y diputado electo Mario Vargas.
En menos de veinticuatro horas la oscuridad del anuncio, forzado por una realidad nacional, generó la pregunta evidente: ¿adelantan el receso o agregan una semana más? Nadie sabía. Luego se aclaró desde Educación: se añade la semana que se inicia el 07 de julio al período normal de vacaciones de invierno. Hasta acá, con parches y mensajes parciales, se componía una decisión un tanto tardía pero coherente.
Sin embargo, y para desarticular cualquier tipo de lógica, el jueves 02 de julio llegó por fax a las escuelas una resolución del Ministerio de Educación por la cual se suspenden las clases desde el lunes próximo pero los docentes deben concurrir normalmente a trabajar.
Esta decisión no resiste el más mínimo análisis: ¿protegemos a estudiantes y sacrificamos a los docentes, uno de los grupos de riesgo más expuestos? ¿Importa más el cabalístico número de los 180 días que la salud de los maestros? ¿Se promueve el autoaislamiento y a la vez se nos obliga a reunirnos para discutir el PEI (el proyecto educativo de cada escuela) mientras nos advierten que durante el resto del año no habrá ninguna otra instancia para debatir estos proyectos?
De lo que se trata, en realidad, es de una puesta en acto del estilo político de esta gestión y del modo de relación que este gobierno viene llevando adelante con el sector docente, con violencia verbal como la descalificación permanente a los maestros, y física como la golpiza recibida en la madrugada del 29 de abril en Rawson por parte de la Guardia de Infantería de la policía, durante esa noche de largos bastones.
Espero que todos, y digo TODOS, los docentes del Chubut se acuerden, en el 2011, de estas medidas adoptadas por el incoherente “modelo Chubut” que nos trata de “vagos y facinerosos” y además, en mi caso, como militante radical, también se me incluye en la categoría de “víbora” (al menos así nos mentó casi al cierre de campaña la Ministra de Salud y candidata electa, Graciela Di Perna, la gran cuñada del gobernador).
Lamento disentir con estas calificaciones del señor gobernador y sus funcionarios porque aquí, en la Isla de Gilligan del “modelo Chubut”, los únicos que actúan a sangre fría son ellos.
* DNI 17536512
Profesor en Lengua y Comunicación Oral y Escrita
Trevelin - Chubut
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pasa que DAS NEVES nos odia tanto a los docentes, que encontró la unica forma que muramos todos juntos, en mi caso particular hace 7 dias que estoy con gripe sin ningun tipo de mejoria, deberia prsentarme la semana que viene asi contagio a unos cuantos? me parece patetica la forma en que estan manejando esto, muy cómodos desde sus sillones, podrían venir y compartir con nosotros en las escuelas....bah si les da la valentía, cosa que no creo, porque desde aca huelo la cobardía. por mi parte no me presentaré, un amparo legal por coprometer mi salud al obligarme a presentarme en mi ambito laboral es lo que hare. ahora ruego...que el ébola no llegue a estos lares...no me imagino dando clases de Educa Física y salpicando sangre por todos lados. ah, el GOBERNADOR sigue paseando por BUENOS AIRES?????
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