miércoles, julio 08, 2009

“Impericia múltiple con una sola persona antes de la Pandemia”, por Aída Ester Iglesias

Por Aída Ester Iglesias *

El Hospital de Trelew, hace un año que esta infectado, desde el quirófano hasta el lugar que quieran visitar. ¿Hoy, ante esta PANDEMIA, alguien revisará esta situación?

Como ciudadana de esta ciudad me dirijo a Ustedes, con el mayor de los respetos; mi nombre es Aída Ester Iglesias, L.C. Nº 4161818, con domicilio Marconi 1748, y les pido POR FAVOR que llegó el momento de ocuparse de esta situación tan dolorosa (las elecciones ya finalizaron y nuestra población está en riesgo).

En mayo del 2008, en el Hospital de Trelew operan a mi único sobrino, de columna. Aparentemente salió todo bien, a los 10 días comienza a supurar la herida y va a control, todo parecía normal, sus movimientos perfectos, la operación un éxito, 10 días más va a control y lo dejan internado porque la operación estaba infectada con la bacteria del quirófano. La bacteria ésta -para el que no lo sepa- es mortal, más si es una operación interna. Aquí como era de columna el riesgo lo corría los pulmones (órgano más dañado por ser fumador). Encontraron la bacteria exacta y bombardearon ese cuerpo, para salvar la operación de columna y la vida del paciente, (en un momento la cabeza le explotaba, le hervía y pidió ir al baño a mojarse, comenzó a tirarse agua hasta que vino la enfermera, y le corta el suero y le dice que orine “si no te morís”, y él responde que ya lo había hecho, le habían puesto mal la dosis). Lo llevan al quirófano nuevamente, hacer un Toilet, (limpieza) preguntan si necesitan sangre, ya que en la primera operación programada el paciente se auto transfunde, contestaron que no, que era una limpieza que no les llevaba más de 20 minutos, tardaron 2 horas, pasaron 4 días, el hospital tenía cortado el gas, no tenía agua caliente en pleno invierno, los pacientes no se podían bañar con agua caliente, a mi sobrino le dan un alta higiénica, me llama para que lo lleve a su casa, fue desde ese momento que comencé a observar y seguir de cerca lo que sucedía en el hospital sin PANDEMIA.
En ningún momento me entero que cierren el quirófano para desinfectar y siguen entrando y saliendo sin importarle nada a nadie: ¿Nos merecemos esto los habitantes de esta bendita ciudad? Y no sólo los de aquí. Cuando hay un accidente van al hospital, todos estamos en riesgo, nos faltan el respecto a todos, no sólo a mi sobrino y a mí.

Aquí, en este momento, fue que en Clínica Medica del hospital se enteran que este paciente era mi sobrino, y le dan la responsabilidad a la hija que está en segundo año de enfermería y ya está trabajando. Cargamos en el auto todo lo necesario para seguir atendiéndolo en su casa pero bañado, yo todos los días los acompañaba un rato porque estaban todos con los ánimos por los pies y desmoralizados, (ni yo, ni la jefa de enfermeras, compartíamos que le dieran esa responsabilidad, por más responsable que fuera, pero fue decisión del medico a cargo). Pasaron unos 10 días, y sus brazos parecían una mortadela bocha, pero no podía quedarse acostado por la columna, no podía dejar de movilizarse, por la infección y la medicación que era por sangre. Pedí hablar con el director y preguntar qué otra y qué tan caro era otra medicación, que pudiera estar más cómodo, ya que los brazos estaban que reventaban. En ese momento yo me di a conocer como la tía, la doctora asociada recién se entera de lo ocurrido, TODO UNA VERGÜENZA.- ¡MUCHO MENOS DE DESINFECTAR EL QUIROFANO!.

Continuaron los meses, comenzó con la rehabilitación, yo me fui a España volví y en noviembre -el 25- fue su cumpleaños, hicieron un asado festejaron, SU RENACIMIENTO, pero él estaba decaído no se sentía bien. El viernes, va sacar turno y le dan para el martes, el sábado estaba muy descompuesto y la esposa lo veía amarillo, se va a la guardia del hospital y lo dejan internado, le hacen análisis y le confirman que tenia hepatitis B, contagiado por la transfusión de sangre en la segunda entrada al quirófano. Nadie había informado lo que había pasado dentro del quirófano, tampoco la historia Clínica tenía esa información, no existe planilla quirúrgicas. Suponemos que puede ser en la segunda operación, pero si hacemos cuentas fue en la primera, no quiero pensar que le sacaron su propia sangre y le pusieron infectada de otro. HAY QUE INVESTIGAR, para que no siga pasando.

El día viernes, cuando todo estuvo probado, se pusieron locos todos los chicos, la mujer completamente desesperada. Los sacaron del hospital y los mandaron todos a la casa.

El sábado en la reunión del Voluntariado me entero que había estado internado de nuevo y paso por su casa a preguntar qué había pasado, cuando me entero, me vino el alma a los pies, yo que fui promotora provincial de hemodonación hasta el 2006, que sé que cuando uno dona sangre se salvan 4 vidas, me pregunto dónde están las otras 3, y me pregunto: ¿están ya muertas? ¿Se salvara mi sobrino? ¿Tendrá que ir a un trasplante? ¿Se habrá contagiado alguno más de su familia? La hija que la atendía y que estaba segura que su padre era sano: ¿habrá tenido la precaución necesaria? ¿La esposa? ¿Los otros chicos? Todavía no lo sabremos hasta julio, que se cumplen los 6 meses de ventana, que pasó mi sobrino hasta ponerse AMARILLO. El 10 de diciembre lo llevé y pagué los análisis para que me confirmaran que la hepatitis B fue contagiada reciente, y cómo seguía el proceso de recuperación.

Con la Historia Clínica y el resultado de los análisis me fui a la Fiscalía de Trelew, acompañada de su esposa, me fui hacer la denuncia, quedando registrado con el nº 15461/08, esto fue el 16 de Diciembre 2008. Hasta el día de hoy no hicieron nada, a nadie le importa nada la vida de nadie, eso que todos podemos caer en el hospital. TODOS LOS ACCIDENTES VAN AL HOSPITAL.

Gracias a Dios, hasta la fecha, mi sobrino hizo el tratamiento al pie de la letra y salió de la gravedad del caso, el hígado respondió muy bien, ya hace más de un año que fue al hospital a buscar salud y salió saltando la muerte por 4 veces, y sin poder trabajar.

Para los que no saben: yo defendí con uñas y dientes al hospital durante 22 años y trabajé y trabajo a favor de la buena atención de los pacientes, (haciendo el bien sin mirar a quién), pero en este momento necesito ayuda, aquí hay que dejar la camiseta y poner el corazón, y ocuparse del tema, en serio, la violación a mis sentimientos y burla a mis derechos. Mi físico pago su precio, me estoy reponiendo de una ulcera sangrante, que se me reventó el 12 de abril del 2009, porque la Justicia no hizo nada, el Defensor del pueblo se lavó las manos, el INADI dice que no es discriminación.

Pero el mes pasado al cocinero Ceferino le roban el auto de su trabajo y aparece 2 días después desarmado, a un médico San Cristóbal le erraron una puñalada adentro del hospital y, por último, a un enfermero Manrique le explota el corazón en plena tarea. ¿Qué será lo que pasa?

* L.C. Nº 4161818

Nota relacionada: Comodoro Rivadavia: radiografía del hospital regional en épocas de la pandemia gripal

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