lunes, julio 27, 2009

Opinión: “Forestaciones en la Patagonia y talleres bien (?) intencionados”, por Chiappe


Por Lucas Chiappe *

Quizás fue a causa de ese simpático gesto de reconocimiento tardío, que me sorprendí sobremanera al escuchar las palabras de bienvenida del Ing. Pablo L. quién luego de un breve resumen de la técnica que se iba a utilizar en el transcurso del taller, insistió reiteradamente en mencionar a las forestaciones como "bosques implantados"...

Un tanto schokeado pero insistiendo con mi mejor buena voluntad, pedí inmediatamente la palabra para corregir lo que pensé había sido un "desliz" del Ingeniero y rogué que en lo posible nadie siguiera usando ese ridículo eufemismo en ese ámbito plagado de "expertos forestales", ya que los errores finales a veces comienzan por dejar pasar algunas supuestas "pavaditas" como esa...

La incomodidad de mi comentario se hizo presente de inmediato en la sala ("-Jamás retes en público a un niño me decía mi madre ya que esa mortificación exacerbar su rebeldía y despertará en el futuro sus ansias de venganza).

Acto seguido comenzaron las presentaciones en ronda y aprovechando mi "exabrupto" poco elegante me devolvieron la palabra para que dijera en voz alta mi nombre apellido y actividad a la que me dedico.

Eso fue brevísimo, por lo que aproveché para aclarar, por si hiciera falta, mi más absoluta oposición a las forestaciones masivas promovidas en las últimas 4 décadas, considerándolas el peor "ecocidio" llevado adelante por la mano del hombre en nuestra región (situación que planteé desde mi radicación en la Comarca a mediado de los '70 a través de todos los medios a mi alcance)...

Subrayando que, más allá del cambio de actitud individual de ciertos sectores "progre" entre los ingenieros forestales, esa toma de conciencia no había servido para modificar la actitud de los gobiernos provinciales que aún hoy siguen impulsando la "necesidad" (?) de forestar millones de Has en la meseta patagónica... Ni mucho menos del Gobierno Nacional que comenzó subsidiando a los dueños de campo con una pequeña parte del costo de las forestaciones, para terminar desembolsando en la actualidad el costo completo de ese disparate ecológico a costa de toda la biodiversidad nativa de cada biorregión...

Claro que a esta altura de mi supuesta presentación escuché varios murmullos que se levantaron alrededor mío pidiéndome que me siente ya que a todos les había quedado claro mi postura...

Me pareció un tanto descortés que me cortaran el chorro, pero consideré que había quedado en claro un punto fundamental en mi argumentación de base: Una vez más el Estado (o sea todos nosotros) subsidiando un pingüe negocio privado e ignorando las consecuencias de su acostumbrado autismo.

Luego fue el turno del maderero José Graziano que salvó la dureza de mi intervención con un par de chistes muy ocurrentes sobre los ecologistas que no cambian más... para ceder luego la palabra al Ing Forestal Pablo Rago, ex-Jefe del Destacamento Forestal Epuyen, devenido en exitoso forestador del grupo Benetton, quien aprovechó su tiempo para explicar que estaba totalmente en desacuerdo con mi postura, y extenderse en alabanzas hacia la creación de empleo y beneficios hacia la comunidad de parte de esa la actividad...

Y la ronda siguió girando hasta completar el número de los 20 asistentes convocados especialmente para participar del taller... Saltando a la vista que se trataba de una nutrida concurrencia de funcionarios públicos, mechados por dos representantes de Comunidades Mapuche directamente afectados por las forestaciones impuestas en sus territorios por orden de las direcciones de Bosque Provinciales de Río Negro y Chubut, y una antropóloga del Conicet que milita en la Asamblea Comarcal contra el saqueo y la contaminación.

Acto seguido, nos dividieron en dos grupos digitados por los organizadores según sus conveniencias y nos aclararon que un grupo iba a trabajar sobre las causas y efectos de las forestaciones, y el otro sobre la identificación de los distintos sectores involucrados en menor o mayor escala con esa situación, y que a la tarde nos íbamos a juntar en un plenario para escuchar las conclusiones de cada grupo…

Posteriormente, ellos iban a elaborar un diagnóstico trabajado en base a un método inventado por un sueco, que permitía aplicarlo a muchas diversas situaciones de la vida humana... Y que ese documento finalmente sería distribuido entre los asistentes a través del correo electrónico... como una justa devolución por el tiempo invertido por cada uno de nosotros...

Como la mayoría de los presentes quedé bastante desconcertado y sin saber que decir ni que pensar, pero, harto de aparecer como la molesta mosca blanca que no deja descansar a nadie a la hora de la siesta, preferí callarme la boca y escuchar como seguía esta historia... Así que mansito y relajado, me trencé en una enésima discusión en son de chanza con el veterano maderero del Puelo, asegurándole que podía quedarse tranquilo que no le iba a morder el brazo ya que antes mi mayor enemigo en la Comarca eran los aserraderos como el suyo pero ahora que ya habían cortado todo lo que pudieron, ellos se habían trasformado en nenes de pecho a lado de mi nuevo enemigo público: Los inmobiliarios...

JaJaJa JeJeJe...

Mientras tanto vimos como se pegaban enormes papeletas en las paredes del salón y durante las siguientes dos horas fuimos rellenando como en primer grado, una columna con todos los protagonistas que tienen injerencia con las forestaciones (llegando al absurdo de incluir a Gendarmería porque son quienes proceden a descomisar la eventual madera robada)... y definir confusamente en dónde habría que colocar a cada uno de los involucrados dentro de un circulo marcado por los signos positivo y negativo (favorecidos y perjudicados)... tarea que increíblemente nos llevó todo el tiempo disponible hasta el break de mediodía...

Ya a esa altura, mi desconcierto inicial era ampliamente superado por el tedio y la sensación de haber pecado una vez más por iluso... sensación reforzada de inmediato por una breve charla con un viejo conocido, también funcionario (pero "de los buenos"), honesto, laburante y muy frontal en sus apreciaciones, que en una breve exposición sin tapujos me señaló sin posibilidad de dudas quién era quién en esa reunión y me bajó de un plumazo las pocas últimas expectativas que me quedaban respecto a los eventuales resultado de ese taller...

"-Acá son todos sanateros, que cobran altísimos sueldos estatales, viven en una burbuja de cristal y jamás los vas a ver con las manos sucias o jugándose por un atropello cometido contra algún vecino... mucho menos por temas ambientales...

Mientras tanto se mueven en camionetas institucionales, los más rápidos viajan a perfeccionarse al extranjero, escriben papers y documentos que encanutan o no lee nadie y finalmente se jubilan sin penas ni gloria... ¿Te quedó claro?

"Bueno flaco ya sé pero fijate que si uno no hace el esfuerzo, si uno no pone el hombro aunque nos cueste... si uno no está dispuesto a seguir sembrando conciencia incluso en los lugares más difíciles de penetrar..."

"- Puede ser, concluyó mi amigo... Pero ¿sabés qué? luego de tantos años trabajando para el Estado, y ver la chantada de ciertos espacios ocupados por supuestos "expertos" sin ningún interés para que las cosas cambien en serio.... te gana el síndrome del "vaso medio vacío"... Me dió un abrazo y se fue en silencio aprovechando de la confusión reinante para arrebatar la última empanada que quedaba en la mesa.

Me costó mucho seguir con el juego propuesto luego del intervalo y dentro mío agradecí que los organizadores decidieran volver a juntarnos a pesar de haber dejado las tareas a medias, para explicar los resultados obtenidos a la mañana por ambos grupos...

Situación que llevó poco tiempo ya que ambas habían sido bastante "pobres"...
Y propusieron, para concluir el taller, una especie de charla informal para "redondear conceptos"... Cosa que fue derivando en una sesión de "terapia colectiva", sacudida de vez en cuando por algún chiste de José, alguna acotación respecto a la necesidad de participar más en el ámbito de la política local o por mi última y desafortunada intervención surgida por la reiteración de hablar de los problemas "económicos o sociales" derivados de los bosques implantados, perdón de las forestaciones, sin mencionar siquiera el hecho que ambas áreas del acontecer humano, eran imposibles de separar del devenir ambiental de nuestro único cobijo posible...

Reforzando el argumento que "la cuestión ecológica", tan soslayada durante todo el taller por tratarse simplemente de un aspecto descuidado pero fácilmente arreglable para la mayoría de los presentes, debía ser en cambio: "El parámetro principal que marcara la eventual matriz de uso que quisiéramos aplicar en la Patagonia...".

Palabras que me salieron de la garganta con tanta angustia-hastío y frustración por sentir como se siguen tocando los violines sobre la cubierta del Titanic sin que nadie se despeine ni comprenda la urgencia del problema al que nos enfrentamos como humanidad, que sonaron tremendamente desafinadas, alteradas y provocaron inmediatamente la acostumbrada mirada de los expertos forestales, que volvieron a pensar que con gente así no se puede tener ninguna charla civilizada... Y lamentaron tener que soportar por unos minutos más otro ecofundamentalista que no ve más allá de su "sesgada" visión ambiental... Y encima tiene la soberbia de colocar ese argumento tangencial por encima de nuestras necesidades humanas: ¡Como si los árboles y los pajaritos pudieran estar por encima de lo social y lo económico!!!!

Obviamente luego de ese "raptus linguae", no volví a abrir la boca, levanté mi mirada al cielo y fatigué horrores para tratar de digerir los conceptos esgrimidos tímidamente aqui y allá que fueron aflorando de a poquito con mayor fuerza y relevancia, recordándome frases celebres que escuché una y mil veces en boca de políticos y empresarios: "-Yo entre un ciprés y un paisano no tengo ninguna duda, me quedo con el paisano y corto el ciprés"...

"-Soy conciente que mi visión es antropocéntrica y la verdad que me enorgullezco de ella"...

"-No es cierto que no haya cambios en nuestra sociedad respecto al tema ambiental, si no sería imposible que hoy estuviéramos debatiendo todos los que aquí estamos reunidos"...

"-Un signo de la evolución de las instituciones públicas es que hoy uno puede elegir con que forestar y ya no te obligan más a usar pinos si no querés"...

"-Gracias a las forestaciones hoy disminuyó el impacto sobre los bosques nativos"...

"-Hoy algunos decidieron forestar áreas degradadas con otras especies que no son pinos y plantaron roble pellín y raulí pero seamos sinceros: Esas especies tampoco son nativas de esta zona"... etc etc etc

Sólo me volvió una sonrisa triste en los labios cuando al final de la tarde pidió la palabra el bueno de don Cárdenas y con palabras sencillitas preguntó si había alguien del INTA en la sala...

Y cuando bastante desconcertados varios levantaron la mano, siguió diciendo que el año pasado había estado una experta en riegos del INTA en su chacra para asesorarlo con ese tema, y que él la había acompañado durante todo el día para que tomara mediciones, clavara estacas y confeccionara una serie de croquis en una carpeta... pero que.... desde que la despidió hacía más de doce meses, nunca más supo de ella... ni le había llegado nunca ninguna carta ni ningún resultado concreto....

Las caras de circunstancia fueron evidentes: "-Eh no seguramente debe ser de otra sede... Sí sí... seguramente de Esquel... Claro de Esquel.... No bueno nosotros somos de San Martin de los Andes y de Bariloche... Bueno esteeeeeeee...".

O sea... Lamentablemente tenía razón mi amigo del vaso medio vacío: Llenaste la planilla, contestaste la encuesta que te entregaron a la entrada**, te sacaron un montón de fotos digitales para los archivos, te dieron una empanada y un vaso de gaseosa... y....
¿Hace falta remarcar que tardé varias horas para que me volviera el alma al cuerpo?

**Encuesta: Al volver a mi casa me di cuenta que no había completado la encuesta que me habían dado en la entrada... así que como última prueba de mis mejores intenciones pensé: "bueno la lleno y se las dejo la próxima vez que voy a El Bolsón..".

Agarré una birome, la abrí y noté que consistía en 3 hojas con dos columnas a la derecha para marcar... en una decía BN y en la otra BI... y como no entendí de que se trataban estas raras siglas busqué en algún lugar la respuesta a semejante misterio hasta que al final... "me cayó la ficha": La primera era una abreviación de Bosque Nativo y ¿adivinen que quería decir la otra?...

Efectivamente: "Bosque" Implantado!!!!!!

Cuando la ignorancia o el engaño se arraigan en el discurso de los "técnicos" (en este caso los "expertos forestales")... la mentira se institucionaliza... O como decía el Martín Fierro: "Al que nace barrigón es al ñudo que lo fajen".

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* (Proyecto Lemu Epuyen-Chubut)

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