Por Corina Milán *
En primer lugar, resulta fundamental aclarar que pese a la expectativa que pueda generar el título y al contenido de algunos fragmentos, este texto no pretende ser un manifiesto a favor de los docentes como corporación, mucho menos una defensa victimizada de las virtudes que ostentamos o de lo mucho que sufrimos por serlo. No sólo pongo en juego el sentido crítico para reaccionar ante las tensiones externas, también lo uso para reconocer las falencias enormes (en algunos casos, insalvables o estructuralmente erradas) del sistema del que soy una agente; así como de aquellas en las que a menudo incurro cuando hago mi trabajo (por lo menos de las que puedo ser consciente). Si me explayara sobre eso debería escribir demasiadas notas, de escaso interés para la mayoría de los lectores y me alejaría del principal propósito que aquí persigo.
La necesidad de escribir esta nota, en un momento tan sensible para la comunidad, en el que no hacen falta polémicas chicaneras, responde más a UNA DEMANDA CIUDADANA URGENTE para que algunos conciudadanos revisen su forma de proceder, reflexionen sobre el enfoque que le dan al poder que detentan y den cuenta de POR QUÉ ATACAN a sectores que son absolutamente inofensivos (como los docentes) en esta coyuntura, mientras contribuyen con su silencio o benevolencia a que otros, más poderosos y responsables de los destinos colectivos (los gobernantes) incurran en errores que nos pueden perjudicar gravemente a todos. Así como el periodista quiere buenos maestros para que su hijo/a aprenda bien y mucho; en este momento crítico, yo quiero-deseo-NECESITO un buen periodista (se me viene Rodolfo a la cabeza) para que haga visible lo oculto y perverso, para que moleste a los que hay que molestar, para que ataque a los que nos atacan a todos por acción u omisión.
Finalizada la aclaración preliminar, paso al tema que me convoca: la ya clásica referencia peyorativa respecto del accionar de los docentes en la que incurren ciertos periodistas cuando suceden situaciones conflictivas que afectan a toda la comunidad (lluvia de cenizas, reclamos gremiales pidiendo paritarias o repudiando la represión de compañeros). Estos comunicadores juzgan el accionar de algunos sectores docentes que realizan reclamos vinculados a sus derechos como trabajadores, tildándolos de “vagos” (también usan su variante “que no quieren trabajar”), “privilegiados” (respecto al resto de los trabajadores), “los mismos de siempre que pretenden que todo se pare”, “insolidarios”, “exagerados”, etc., etc. A esta altura, considero que puede servir de algo detenerse a pensar POR QUÉ.
POR QUÉ cuando enfatizan la situación de “privilegio” que disfrutamos los docentes por no ir a trabajar esta semana no tienen en cuenta que:
Nuestro trabajo fundamental es CON ALUMNOS; si no hay alumnos, las muchas tareas que podemos realizar (leer materiales, corregir trabajos, planificar tareas y proyectos, evaluar situaciones, etc), pueden hacerse domiciliariamente (como lo hacemos siempre, pese a que no sea estimado por quienes dicen que trabajamos pocas horas). Si consideramos que las prescripciones sanitarias en este momento indican que es conveniente no realizar reuniones de mucha gente en lugares cerrados, no se entiende la necesidad de permanecer cumpliendo horario en el/los edificios escolares.
La forma en que se recupere esa semana debe ser estipulada por el Ministerio de Educación, organismo que tiene la potestad de modificar el calendario 2009. Recordemos que esta semana se dejaron de dar clases sólo CUATRO días. Ajustar curricularmente ese tiempo no implica demasiado esfuerzo para los que ejercemos esta profesión, de hecho lo hacemos cotidianamente por razones menos importantes. Puede quedarse tranquila la comunidad: cuatro días no suponen el derrumbe de la construcción cognitiva de los alumnos, tampoco sufrirán ningún trastorno de aprendizaje. En todo caso, las críticas sobre la planificación estratégica del dictado de clases y su adecuación a situaciones de emergencia debe remitirse a las autoridades ministeriales (quienes han puesto en evidencia algunas desinteligencias preocupantes en ese sentido).
Además, que los trabajadores de otros rubros deban exponer su salud para cumplir con sus tareas resulta tan legítimamente repudiable como lo que manifestáramos en relación con nuestra actividad; y así ha sido expuesto en todos los reclamos que se hicieron públicos por representantes del sector. Sería pertinente y tranquilizador que el Estado, en primer lugar, y el sector privado, en la medida de sus posibilidades, determinaran acciones para tratar de minimizar los riesgos de TODAS las personas de la comunidad.
Por otra parte, las licencias por enfermedad propia o de familiares directos no son un privilegio, son un DERECHO de los trabajadores (aunque así parezcan en estas épocas en que los logros de los años dorados del peronismo fueron arrasados por la “flexibilización laboral”). En relación con esto, cabe reflexionar sobre el hecho de que se presentaron 250 licencias médicas en la última semana (que corresponden a trabajadores de las 150 instituciones escolares de la Región) y no hay una cuenta de la cantidad de alumnos enfermos que dejaron de asistir ¿Tanta gente está paranoica, o existe un brote más importante que los números que acusan las autoridades de salud? ¿Por qué la necesidad de aclarar que la decisión del adelantamiento del receso escolar era “una medida política y no sanitaria”, si las medidas siempre son políticas? ¿Por qué se hacen cargo de que la comunidad desconfía del estado de “situación epidemiológica controlada”?
Si fuéramos “privilegiados” no deberíamos utilizar tanto de nuestro tiempo y energía para generar acciones (a veces ínfimas, improvisadas, torpes) que le den visibilidad a los conflictos que nos atraviesan como docentes y ciudadanos. Cuando nos movilizarnos, nos exponernos al desgaste y al escarnio de gente como estos periodistas, simplemente por ser uno de los pocos sectores que se atreve a levantar la voz contra el monolítico y autoritario discurso oficial. Los sectores verdaderamente privilegiados no actúan así, no necesitan esforzarse tanto y tienen réditos bastante más jugosos que los que nosotros podríamos alcanzar. Ninguno de estos periodistas jamás se atrevería tan sólo a pensar en cuestionar el accionar de los verdaderos privilegiados.
Entonces, ¿POR QUÉ la obsesión de estos periodistas por fogonear contra los docentes?¿Están ajenos a todas estas cuestiones referidas? No es posible, su oficio los obliga a conocer los pormenores de los temas sobre los que hablan.
¿POR QUÉ ellos no actúan igual con todos los sectores? ¿POR QUÉ no trataron de vagos a los empleados del ANSES que cerraron sus oficinas, ni a los de la Biblioteca que redujeron el horario, ni a ninguno de los que suspendió o modificó sus actividades? ¿POR QUÉ tampoco se muestran inquisidores cuando le ponen el micrófono a un funcionario del gobierno?
¿POR QUÉ les parece tan mal que los docentes no vayamos a trabajar a las escuelas, pese a no tener alumnos y no les despierta la menor inquietud que el gobernador se aboque a una campaña para la que tiene un par de años por delante, en un momento tan complejo para la provincia que dirige?
¿POR QUÉ no le preguntarán a la Ministro de Salud POR QUÉ en vísperas de una crisis sanitaria, por una epidemia inédita, distrajo su tiempo en hacer campaña para senadora?
¿POR QUÉ no le preguntarán a la Ministro de Salud POR QUÉ el criterio para determinar los “casos sospechosos” en Chubut está totalmente desfasado del que manejan en el resto del país, deteminando que el número de “casos oficiales” sea mucho más reducido?
¿POR QUÉ no le preguntarán a la Ministro y a los médicos voceros POR QUÉ si el Ministro de Salud de la Nación sostiene que el 90 % de los cuadros gripales corresponden al virus de la Influenza A h1n1, acá en Chubut, sólo se considera “caso sospechoso” al que tiene un nexo epidemiológico comprobable con Buenos Aires, México o Chile; siendo que esta provincia tiene una circulación de personas enorme debido a la actividad turística?
¿POR QUÉ tantos comunicadores públicos y funcionarios sostienen que “es una gripe más”, mientras que especialistas de OMS dicen lo contrario?
¿POR QUÉ cuando la Ministro dice que la situación en la provincia está controlada no lo van a verificar en los lugares en los que se atienden pacientes, entrevistando a los trabajadores de la salud que están “en el frente”?
¿POR QUÉ no le preguntarán a la Ministro las preguntas que está haciendo desde hace rato el diputado y médico Fernando Urbano?
¿POR QUÉ no le preguntan a los legisladores POR QUÉ se levantaron de sus bancas para evitar el tratamiento del proyecto de ley de emergencia sanitaria?
Y en este punto me doy cuenta que expuse demasiadas preguntas que deberían dejar de ser retóricas para poder llegar a una conclusión. Que los que puedan responderlas me ayuden, porque cada vez entiendo menos.
* Docente en Esquel
D.N.I. 24.021.935
Nota relacionada: Chubut adhiere al asueto sanitario
En primer lugar, resulta fundamental aclarar que pese a la expectativa que pueda generar el título y al contenido de algunos fragmentos, este texto no pretende ser un manifiesto a favor de los docentes como corporación, mucho menos una defensa victimizada de las virtudes que ostentamos o de lo mucho que sufrimos por serlo. No sólo pongo en juego el sentido crítico para reaccionar ante las tensiones externas, también lo uso para reconocer las falencias enormes (en algunos casos, insalvables o estructuralmente erradas) del sistema del que soy una agente; así como de aquellas en las que a menudo incurro cuando hago mi trabajo (por lo menos de las que puedo ser consciente). Si me explayara sobre eso debería escribir demasiadas notas, de escaso interés para la mayoría de los lectores y me alejaría del principal propósito que aquí persigo.
La necesidad de escribir esta nota, en un momento tan sensible para la comunidad, en el que no hacen falta polémicas chicaneras, responde más a UNA DEMANDA CIUDADANA URGENTE para que algunos conciudadanos revisen su forma de proceder, reflexionen sobre el enfoque que le dan al poder que detentan y den cuenta de POR QUÉ ATACAN a sectores que son absolutamente inofensivos (como los docentes) en esta coyuntura, mientras contribuyen con su silencio o benevolencia a que otros, más poderosos y responsables de los destinos colectivos (los gobernantes) incurran en errores que nos pueden perjudicar gravemente a todos. Así como el periodista quiere buenos maestros para que su hijo/a aprenda bien y mucho; en este momento crítico, yo quiero-deseo-NECESITO un buen periodista (se me viene Rodolfo a la cabeza) para que haga visible lo oculto y perverso, para que moleste a los que hay que molestar, para que ataque a los que nos atacan a todos por acción u omisión.
Finalizada la aclaración preliminar, paso al tema que me convoca: la ya clásica referencia peyorativa respecto del accionar de los docentes en la que incurren ciertos periodistas cuando suceden situaciones conflictivas que afectan a toda la comunidad (lluvia de cenizas, reclamos gremiales pidiendo paritarias o repudiando la represión de compañeros). Estos comunicadores juzgan el accionar de algunos sectores docentes que realizan reclamos vinculados a sus derechos como trabajadores, tildándolos de “vagos” (también usan su variante “que no quieren trabajar”), “privilegiados” (respecto al resto de los trabajadores), “los mismos de siempre que pretenden que todo se pare”, “insolidarios”, “exagerados”, etc., etc. A esta altura, considero que puede servir de algo detenerse a pensar POR QUÉ.
POR QUÉ cuando enfatizan la situación de “privilegio” que disfrutamos los docentes por no ir a trabajar esta semana no tienen en cuenta que:
Nuestro trabajo fundamental es CON ALUMNOS; si no hay alumnos, las muchas tareas que podemos realizar (leer materiales, corregir trabajos, planificar tareas y proyectos, evaluar situaciones, etc), pueden hacerse domiciliariamente (como lo hacemos siempre, pese a que no sea estimado por quienes dicen que trabajamos pocas horas). Si consideramos que las prescripciones sanitarias en este momento indican que es conveniente no realizar reuniones de mucha gente en lugares cerrados, no se entiende la necesidad de permanecer cumpliendo horario en el/los edificios escolares.
La forma en que se recupere esa semana debe ser estipulada por el Ministerio de Educación, organismo que tiene la potestad de modificar el calendario 2009. Recordemos que esta semana se dejaron de dar clases sólo CUATRO días. Ajustar curricularmente ese tiempo no implica demasiado esfuerzo para los que ejercemos esta profesión, de hecho lo hacemos cotidianamente por razones menos importantes. Puede quedarse tranquila la comunidad: cuatro días no suponen el derrumbe de la construcción cognitiva de los alumnos, tampoco sufrirán ningún trastorno de aprendizaje. En todo caso, las críticas sobre la planificación estratégica del dictado de clases y su adecuación a situaciones de emergencia debe remitirse a las autoridades ministeriales (quienes han puesto en evidencia algunas desinteligencias preocupantes en ese sentido).
Además, que los trabajadores de otros rubros deban exponer su salud para cumplir con sus tareas resulta tan legítimamente repudiable como lo que manifestáramos en relación con nuestra actividad; y así ha sido expuesto en todos los reclamos que se hicieron públicos por representantes del sector. Sería pertinente y tranquilizador que el Estado, en primer lugar, y el sector privado, en la medida de sus posibilidades, determinaran acciones para tratar de minimizar los riesgos de TODAS las personas de la comunidad.
Por otra parte, las licencias por enfermedad propia o de familiares directos no son un privilegio, son un DERECHO de los trabajadores (aunque así parezcan en estas épocas en que los logros de los años dorados del peronismo fueron arrasados por la “flexibilización laboral”). En relación con esto, cabe reflexionar sobre el hecho de que se presentaron 250 licencias médicas en la última semana (que corresponden a trabajadores de las 150 instituciones escolares de la Región) y no hay una cuenta de la cantidad de alumnos enfermos que dejaron de asistir ¿Tanta gente está paranoica, o existe un brote más importante que los números que acusan las autoridades de salud? ¿Por qué la necesidad de aclarar que la decisión del adelantamiento del receso escolar era “una medida política y no sanitaria”, si las medidas siempre son políticas? ¿Por qué se hacen cargo de que la comunidad desconfía del estado de “situación epidemiológica controlada”?
Si fuéramos “privilegiados” no deberíamos utilizar tanto de nuestro tiempo y energía para generar acciones (a veces ínfimas, improvisadas, torpes) que le den visibilidad a los conflictos que nos atraviesan como docentes y ciudadanos. Cuando nos movilizarnos, nos exponernos al desgaste y al escarnio de gente como estos periodistas, simplemente por ser uno de los pocos sectores que se atreve a levantar la voz contra el monolítico y autoritario discurso oficial. Los sectores verdaderamente privilegiados no actúan así, no necesitan esforzarse tanto y tienen réditos bastante más jugosos que los que nosotros podríamos alcanzar. Ninguno de estos periodistas jamás se atrevería tan sólo a pensar en cuestionar el accionar de los verdaderos privilegiados.
Entonces, ¿POR QUÉ la obsesión de estos periodistas por fogonear contra los docentes?¿Están ajenos a todas estas cuestiones referidas? No es posible, su oficio los obliga a conocer los pormenores de los temas sobre los que hablan.
¿POR QUÉ ellos no actúan igual con todos los sectores? ¿POR QUÉ no trataron de vagos a los empleados del ANSES que cerraron sus oficinas, ni a los de la Biblioteca que redujeron el horario, ni a ninguno de los que suspendió o modificó sus actividades? ¿POR QUÉ tampoco se muestran inquisidores cuando le ponen el micrófono a un funcionario del gobierno?
¿POR QUÉ les parece tan mal que los docentes no vayamos a trabajar a las escuelas, pese a no tener alumnos y no les despierta la menor inquietud que el gobernador se aboque a una campaña para la que tiene un par de años por delante, en un momento tan complejo para la provincia que dirige?
¿POR QUÉ no le preguntarán a la Ministro de Salud POR QUÉ en vísperas de una crisis sanitaria, por una epidemia inédita, distrajo su tiempo en hacer campaña para senadora?
¿POR QUÉ no le preguntarán a la Ministro de Salud POR QUÉ el criterio para determinar los “casos sospechosos” en Chubut está totalmente desfasado del que manejan en el resto del país, deteminando que el número de “casos oficiales” sea mucho más reducido?
¿POR QUÉ no le preguntarán a la Ministro y a los médicos voceros POR QUÉ si el Ministro de Salud de la Nación sostiene que el 90 % de los cuadros gripales corresponden al virus de la Influenza A h1n1, acá en Chubut, sólo se considera “caso sospechoso” al que tiene un nexo epidemiológico comprobable con Buenos Aires, México o Chile; siendo que esta provincia tiene una circulación de personas enorme debido a la actividad turística?
¿POR QUÉ tantos comunicadores públicos y funcionarios sostienen que “es una gripe más”, mientras que especialistas de OMS dicen lo contrario?
¿POR QUÉ cuando la Ministro dice que la situación en la provincia está controlada no lo van a verificar en los lugares en los que se atienden pacientes, entrevistando a los trabajadores de la salud que están “en el frente”?
¿POR QUÉ no le preguntarán a la Ministro las preguntas que está haciendo desde hace rato el diputado y médico Fernando Urbano?
¿POR QUÉ no le preguntan a los legisladores POR QUÉ se levantaron de sus bancas para evitar el tratamiento del proyecto de ley de emergencia sanitaria?
Y en este punto me doy cuenta que expuse demasiadas preguntas que deberían dejar de ser retóricas para poder llegar a una conclusión. Que los que puedan responderlas me ayuden, porque cada vez entiendo menos.
* Docente en Esquel
D.N.I. 24.021.935
Nota relacionada: Chubut adhiere al asueto sanitario
7 Comentá esta nota:
Gracias por dejar por escrito las preguntas que circulan casi fantasmalmente.
Liliana Arroyo. Puerto Madryn
Totalmente de acuerdo con todo. En estos tiempos el silencio es el peor virus.
La necesidad de escribir esta nota,---(Porque a ustedes les duele que no le den lo q piden)---,en un momento tan sensible para la comunidad, en el que no hacen falta polémicas chicaneras,---(Hace falta ponerle el pecho a la situación,levantarse temprano e ir a trabajar como todos los que de una u otra manera lo hacemos para llevar el pan a la ksa)---,responde más a UNA DEMANDA CIUDADANA URGENTE,---(Por las dudas "No se les ocurra hacer una encuesta quien esta o no de acuerdo en como le dan soluciones a las cosas"Porque no solo son los periodistas,Somos todos los que por no ser docentes tenemos que ir ,con lluvia,con nieve,con ceniza,ahora con gripe?a,b,c..igual vamos..y todos estamos expuesto a esta gripe A,no solo ustedes,q dicen son los chicos,q ellos son los que les llevan los bichos.)---para que algunos conciudadanos revisen su forma de proceder---(GREMIOS DONCENTES)---,reflexionen sobre el enfoque que le dan al poder que detentan y den cuenta de POR QUÉ ATACAN a sectores que son absolutamente inofensivos(como los docentes,--(Xq inofensivos??Buena pregunta..Porque no les suben el sueldo?Ahora..xq no le dieron mas dias de licencia como querian por esto de la gripe?o Porque?)--en esta coyuntura, mientras contribuyen con su silencio o benevolencia a que otros, más poderosos y responsables de los destinos colectivos (los gobernantes)--,(Que ellos si estan pensando en la igualdad de DERECHOS PARA TODOS LOS TRABAJADORES!!)---incurran en errores que nos pueden perjudicar gravemente a todos.---(Ak si coincido con vos..Ejemplos: Con paros,protestas,cartitas y todo lo que no le haga bien a la sociedad.y mucho menos con no dictar clases,que aca ni pensamos en los chicos,Que ellos son el futuro..).
Basta señores..Los periodistas hacen bien las cosas,Ellos opinaran en razón del ciudadano que cumple con su trabajo de lunes a viernes o a veces fines de semana,En razón de ellos mismos que seguro tienen hijos que estudian y molesta que cada dos por tres,paros,amenaza,y que siempre los docentes sean noticia.La verdad que si estos periodistas no informan a una sociedad de las cosas q pasan..para que estan??es su trabajo informar como el de ustedes el de educar.
Javier: con todo respeto, es prácticamente incomprensible tu comentario. Y lo poco que se puede entender, refleja que no entendiste nada de la nota... una lástima
Por favor terminar con la discusión de que los docentes no quieren trabajar !! Conozco docentes que pasan el fin de semana íntegro corrrigiendo exámanes y preparando sus clases Y eso no se lo pagan extra
Javier: me cuesta entender tu planteo, pero saco en limpio que detestas a los docentes como mucha gente y coincidis con los periodistas a los que me referí en la nota. Sé que los docentes como conjunto, porque todas las generalizaciones son falaces, tenemos que mejorar miles de cosas; pero estoy convencida de que no somos los malos de la película en la historia de las injusticias que vive nuestra sociedad. Participar con cartitas y movilizaciones como las que a vos y a tantos les molestan, es la forma que algunos utilizamos para plantear otras opciones de resolución de conflictos. Es el juego social de la democracia. No todos pensamos igual y tenemos que encontrar la forma de convivir. Y de última, si te parece que es tan fácil y privilegiado ser docente, hay profesorados gratuitos funcionando; te inscribís, estudiás y en unos años la empezás a pasar bomba vos también.
1. docente suplente viene laburando todo el año hasta que la ultima semana entra a su clase y estaba el docente titular que decidio volver y cobrar las vaaciones, desde la direccion del colegio le dicen al docente suplente que no se altere que puede retomar en setiembre porque el docente titular no se va a quedar mucho tiempo. Los docentes no son LOS DOCENTES. Hay grises, sino no hay grises es corpotrativo
2. Los periodistas tampoco son LOS PERIODISTAS . Que el periodismo opinE no es ninguna novedad. los periodistas saben preguntar y en la mayoría de los casos informan y se tragan sapos de sus jefes todo el tiempo y ah! no tienen el trabajo asegurado tampoco. Cobran sueldos promdio de mil cuatrocientos pesos (en el mejor de lso casos en blanco y sin pasar el monotirbuto) los otros - esos que a mi tampoco me gustan - opinan y opinan y opinan. Ahi prefiero cambiar el dial o poner un disco.
saludos.
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