Enviado por Gustavo Manuel Macayo
Fuente: Agencia Walsh
Por Oscar Castelnovo *
Los cobanis chorros
(AW) Casi 800 mil pesos destinados al pago de alimentos, medicación e higiene para los presos del Chubut fueron robados por altísimos funcionarios del SPF, los hechos involucran a su titular Alejandro Marambio y al jefe de Gabinete Aníbal Fernández. El principal imputado Osvaldo Barnechea fue ascendido al máximo grado, inspector general, y promovido a tesorero nacional de la fuerza. La denuncia fue realizada por el ex alcalde mayor Horacio Leguizamón, a quien echaron por negarse a la complicidad y al silencio. Hoy vive de un kiosco/locutorio en la ciudad de Rawson y si bien no teme a las represalias, afirma que las espera. Presos de la Unidad 6 reclamaron su regreso a la secretaria de Derechos Humanos provincial. El fiscal federal Gelvez sostuvo que las pericias son contundentes y el 31 de agosto habrá indagatoria para dos denunciados. La Paloterapia a quienes “no encajan” y la corruptela, son ejes fundamentales de la institución.
(Rawson, 10 de agosto de 2009, Especial Agencia Walsh) Un total de 774.440, 60 pesos que la provincia del Chubut pagó al Servicio Penitenciario Federal (SPF) nunca fue depositado en la cuenta del organismo y sí fue retirado por ventanilla del Banco Nación, generalmente en sucesivos montos de 40 mil pesos, con destino aún incierto. Los pagos chubutenses, correspondientes a los años 2004/5/6, se realizaron en concepto de raciones, alojamiento, atención médica, higiene y deuda histórica por aquellos presos de la Provincia que permanecen detenidos en la Unidad 6 de Rawson, siendo ésta una cárcel federal.
La denuncia la formuló el ex alcalde mayor Horacio Leguizamón, quien fue echado de la institución con un vertiginoso pase a retiro. Mientras que los denunciados, por caso el actual prefecto y principal implicado, Osvaldo Barnechea, ascendió dos grados y es el hoy tesorero nacional del SPF; Sixto Ferreira, auditor contable que recibió la denuncia de Leguizamón, para luego desaparecerla, fue ascendido a inspector general y es Jefe de Administración del Servicio; José Lera, por entonces titular de Administración se retiró como inspector general, máximo cargo penitenciario con jugosa jubilación. De acuerdo a Leguizamón, tanto Claudio Barberá, retirado como inspector general, como el actual director del Servicio Penitenciario Federal, Alejandro Marambio, habrían actuado mínimamente como encubridores, ya que ambos tenían pleno conocimiento de los hechos, y no solo no emitieron una sola palabra reprobatoria, sino que consintieron los ascensos de sus cobanis chorros a pesar de que no éstos pueden ascender mientras dure el sumario. Marambio, a quien le llegó el expediente en mano por una persona cercana a Leguizamón y también por la vía institucional, afirmó que Leguizamón estuvo bien echado.
Por otra parte, aunque no sabemos qué premió el silencio sostenido por el entonces subsecretario de Políticas Penitenciarias de la Nación Federico Ramos, en cambio sí es público que el jefe de la banda, Aníbal Fernández, fue ascendido de Ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos a Jefe de Gabinete, aunque es de suponer que la recompensa retribuye otros incontables hechos de equivalente calaña.
Fiscal Federal Gelvez: “La pericias fueron terminantes”
Este “desvío de fondos” nunca hubiese visto la luz si no existiese una denuncia radicada ante la justicia federal con sede en Rawson. De este modo, el juez federal Hugo Sastre tomará declaración indagatoria a Osvaldo Barnechea y a su segundo por aquellos años, Luis Acuña, el próximo 31 de agosto. ¿Por qué recién ahora? Según se afirma en esta ciudad, sucede que el juzgado de Rawson lleva pesadas causas de derechos humanos, incluida la investigación reabierta sobre la Masacre de Trelew, perpetrada en 1972, más la inactividad generada por la Gripa A1 N1 este año, más el tiempo que llevaron las pericias específicas y los consabidos tiempos de la Justicia. Esas causas, entre otras, mantuvieron en laberintos judiciales este robo al estado, pero como a cada chancho le llega su San Martín, el silenciamiento ha llegado a su fin. Tal consideración se desprende luego de que esta Agencia dialogara con Fernando Gelvez, Fiscal Federal de Rawson. Leer más
* (Enviado especial a Rawson, Chubut)
Agencia Rodolfo Walsh
Fuente: Agencia Walsh
Por Oscar Castelnovo *
Los cobanis chorros
(AW) Casi 800 mil pesos destinados al pago de alimentos, medicación e higiene para los presos del Chubut fueron robados por altísimos funcionarios del SPF, los hechos involucran a su titular Alejandro Marambio y al jefe de Gabinete Aníbal Fernández. El principal imputado Osvaldo Barnechea fue ascendido al máximo grado, inspector general, y promovido a tesorero nacional de la fuerza. La denuncia fue realizada por el ex alcalde mayor Horacio Leguizamón, a quien echaron por negarse a la complicidad y al silencio. Hoy vive de un kiosco/locutorio en la ciudad de Rawson y si bien no teme a las represalias, afirma que las espera. Presos de la Unidad 6 reclamaron su regreso a la secretaria de Derechos Humanos provincial. El fiscal federal Gelvez sostuvo que las pericias son contundentes y el 31 de agosto habrá indagatoria para dos denunciados. La Paloterapia a quienes “no encajan” y la corruptela, son ejes fundamentales de la institución.
(Rawson, 10 de agosto de 2009, Especial Agencia Walsh) Un total de 774.440, 60 pesos que la provincia del Chubut pagó al Servicio Penitenciario Federal (SPF) nunca fue depositado en la cuenta del organismo y sí fue retirado por ventanilla del Banco Nación, generalmente en sucesivos montos de 40 mil pesos, con destino aún incierto. Los pagos chubutenses, correspondientes a los años 2004/5/6, se realizaron en concepto de raciones, alojamiento, atención médica, higiene y deuda histórica por aquellos presos de la Provincia que permanecen detenidos en la Unidad 6 de Rawson, siendo ésta una cárcel federal.
La denuncia la formuló el ex alcalde mayor Horacio Leguizamón, quien fue echado de la institución con un vertiginoso pase a retiro. Mientras que los denunciados, por caso el actual prefecto y principal implicado, Osvaldo Barnechea, ascendió dos grados y es el hoy tesorero nacional del SPF; Sixto Ferreira, auditor contable que recibió la denuncia de Leguizamón, para luego desaparecerla, fue ascendido a inspector general y es Jefe de Administración del Servicio; José Lera, por entonces titular de Administración se retiró como inspector general, máximo cargo penitenciario con jugosa jubilación. De acuerdo a Leguizamón, tanto Claudio Barberá, retirado como inspector general, como el actual director del Servicio Penitenciario Federal, Alejandro Marambio, habrían actuado mínimamente como encubridores, ya que ambos tenían pleno conocimiento de los hechos, y no solo no emitieron una sola palabra reprobatoria, sino que consintieron los ascensos de sus cobanis chorros a pesar de que no éstos pueden ascender mientras dure el sumario. Marambio, a quien le llegó el expediente en mano por una persona cercana a Leguizamón y también por la vía institucional, afirmó que Leguizamón estuvo bien echado.
Por otra parte, aunque no sabemos qué premió el silencio sostenido por el entonces subsecretario de Políticas Penitenciarias de la Nación Federico Ramos, en cambio sí es público que el jefe de la banda, Aníbal Fernández, fue ascendido de Ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos a Jefe de Gabinete, aunque es de suponer que la recompensa retribuye otros incontables hechos de equivalente calaña.
Fiscal Federal Gelvez: “La pericias fueron terminantes”
Este “desvío de fondos” nunca hubiese visto la luz si no existiese una denuncia radicada ante la justicia federal con sede en Rawson. De este modo, el juez federal Hugo Sastre tomará declaración indagatoria a Osvaldo Barnechea y a su segundo por aquellos años, Luis Acuña, el próximo 31 de agosto. ¿Por qué recién ahora? Según se afirma en esta ciudad, sucede que el juzgado de Rawson lleva pesadas causas de derechos humanos, incluida la investigación reabierta sobre la Masacre de Trelew, perpetrada en 1972, más la inactividad generada por la Gripa A1 N1 este año, más el tiempo que llevaron las pericias específicas y los consabidos tiempos de la Justicia. Esas causas, entre otras, mantuvieron en laberintos judiciales este robo al estado, pero como a cada chancho le llega su San Martín, el silenciamiento ha llegado a su fin. Tal consideración se desprende luego de que esta Agencia dialogara con Fernando Gelvez, Fiscal Federal de Rawson. Leer más
* (Enviado especial a Rawson, Chubut)
Agencia Rodolfo Walsh
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