Por Carlos Lorenzo *
La modificación de la legislación de contrataciones en la Provincia del Chubut realizada por el oficialismo legislativo al principio de la gestión Das Neves permitió al Gobierno poner en marcha un festival de compras directas.- (Ley 5447)
Para el estado, a lo largo de su existencia, la compra directa ha sido siempre una excepción motivada normalmente en el hecho de que los elementos a adquirir tuvieran un único proveedor o que verdaderas de razones de urgencia y/o emergencia no permitieran llevar adelante un plan de selección.
La licitación ha sido siempre un mecanismo cuyo objetivo fue el de abaratar los costos de las compras por un lado y por el otro pone en un pie de igualdad a las empresas y comercios registrados como proveedores del Estado. Hoy se ha desvirtuado producto justamente de que las leyes permiten la compra directa no enmarcada en la excepcionalidad.
El estado hoy compra en forma directa casi todo.
Da lo mismo contratar en forma directa la ejecución de un puente, la adquisición en miles de dólares de material eléctrico para La Hoya como la publicidad en el Diario Clarín. Por millones o por doscientos pesos la compra o contratación es en forma directa.
El Estado no se beneficia con esta metodología, solo se facilita la corrupción y se beneficia a los amigos del Poder.
Hay empresas nacidas a la par de la nueva legislación, con solo hacer una revisión del Boletín Oficial se podrá obtener un listado de ellas. Con hacer una revisión de los pagos se verá que esas empresas son las mas beneficiadas por la compras del Gobierno. Por el contrario el Estado, expresión jurídica de la ciudadanía, no paga menos, paga sobrecostos inexplicables que se podrían evitar con solo llevar adelante un proceso licitatorio. Esas empresas son las que el Gobernador denominó “ ciento veinte empresitas que deben afinar el lápiz”
Si las compras directas no tienen que ver con las urgencias, si no tienen que ver con proveedores únicos, ¿con que tiene que ver? La única respuesta factible es que tenga que ver con el favoritismo, la amistad o el compromiso político.
Unos ejemplo entre miles es la compra de una camioneta en forma directa, cuando existen muchos proveedores y decenas de posibilidades en cuanto a marcas y prestaciones y por consiguiente decenas de precios o el innecesario gasto de contratar videos de la muñeca Valentina, millonario y absurdo contrato que contrasta con la calidad de los barbijos distribuidos en los hospitales.
Igualmente no todo termina con la compra directa.
También se manifiesta un marcado uso de “adjudicaciones directas” luego de procesos de selección, lo cual hace sospechar un plan estructurado de connivencia de un grupo de empresas con el Gobierno.
Un ejemplo de esto último es lo que acontece en la Administración de Vialidad Provincial en donde una empresa con solo tres años de existencia es la adjudicataria de las licitaciones privadas y públicas y de los concursos de precios, todos ellos sin que tengan conocimiento del acto administrativo las empresas tradicionales, las que al analizar los presupuestos exhibidos de esas obras se sorprenden ante la diferencia que las mismas tienen con relación a los valores locales.
Por último, cabe preguntarse si el sobrecosto que pagamos todos los chubutenses son ganancias solamente de los empresarios y comerciantes. Si así fuera estamos ante un Estado bobo que hace muy mal las cosas. Si así no fuera estaríamos ante un sistema de pago de favores que en el más puro castellano se denomina RETORNOS.
El bloque radical en la última sesión ha comenzado por preguntar a la administración de Vialidad Provincial por que ha permitido que no le sacaran punta al lápiz
* Diputado provincial UCR
La modificación de la legislación de contrataciones en la Provincia del Chubut realizada por el oficialismo legislativo al principio de la gestión Das Neves permitió al Gobierno poner en marcha un festival de compras directas.- (Ley 5447)
Para el estado, a lo largo de su existencia, la compra directa ha sido siempre una excepción motivada normalmente en el hecho de que los elementos a adquirir tuvieran un único proveedor o que verdaderas de razones de urgencia y/o emergencia no permitieran llevar adelante un plan de selección.
La licitación ha sido siempre un mecanismo cuyo objetivo fue el de abaratar los costos de las compras por un lado y por el otro pone en un pie de igualdad a las empresas y comercios registrados como proveedores del Estado. Hoy se ha desvirtuado producto justamente de que las leyes permiten la compra directa no enmarcada en la excepcionalidad.
El estado hoy compra en forma directa casi todo.
Da lo mismo contratar en forma directa la ejecución de un puente, la adquisición en miles de dólares de material eléctrico para La Hoya como la publicidad en el Diario Clarín. Por millones o por doscientos pesos la compra o contratación es en forma directa.
El Estado no se beneficia con esta metodología, solo se facilita la corrupción y se beneficia a los amigos del Poder.
Hay empresas nacidas a la par de la nueva legislación, con solo hacer una revisión del Boletín Oficial se podrá obtener un listado de ellas. Con hacer una revisión de los pagos se verá que esas empresas son las mas beneficiadas por la compras del Gobierno. Por el contrario el Estado, expresión jurídica de la ciudadanía, no paga menos, paga sobrecostos inexplicables que se podrían evitar con solo llevar adelante un proceso licitatorio. Esas empresas son las que el Gobernador denominó “ ciento veinte empresitas que deben afinar el lápiz”
Si las compras directas no tienen que ver con las urgencias, si no tienen que ver con proveedores únicos, ¿con que tiene que ver? La única respuesta factible es que tenga que ver con el favoritismo, la amistad o el compromiso político.
Unos ejemplo entre miles es la compra de una camioneta en forma directa, cuando existen muchos proveedores y decenas de posibilidades en cuanto a marcas y prestaciones y por consiguiente decenas de precios o el innecesario gasto de contratar videos de la muñeca Valentina, millonario y absurdo contrato que contrasta con la calidad de los barbijos distribuidos en los hospitales.
Igualmente no todo termina con la compra directa.
También se manifiesta un marcado uso de “adjudicaciones directas” luego de procesos de selección, lo cual hace sospechar un plan estructurado de connivencia de un grupo de empresas con el Gobierno.
Un ejemplo de esto último es lo que acontece en la Administración de Vialidad Provincial en donde una empresa con solo tres años de existencia es la adjudicataria de las licitaciones privadas y públicas y de los concursos de precios, todos ellos sin que tengan conocimiento del acto administrativo las empresas tradicionales, las que al analizar los presupuestos exhibidos de esas obras se sorprenden ante la diferencia que las mismas tienen con relación a los valores locales.
Por último, cabe preguntarse si el sobrecosto que pagamos todos los chubutenses son ganancias solamente de los empresarios y comerciantes. Si así fuera estamos ante un Estado bobo que hace muy mal las cosas. Si así no fuera estaríamos ante un sistema de pago de favores que en el más puro castellano se denomina RETORNOS.
El bloque radical en la última sesión ha comenzado por preguntar a la administración de Vialidad Provincial por que ha permitido que no le sacaran punta al lápiz
* Diputado provincial UCR
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