Por Juan María Escobar
Das Neves le mandó, a los legisladores nacionales por Chubut, no acompañar el proyecto de Ley de Comunicación Audiovisual que envió al Congreso la Presidente de la Nación.
Efectivamente, en un marco teñido de la necesidad de diferenciarse, que le impone su carrera presidencialista, donde no cuenta la racionalidad, acaba de decidir unilateralmente y una vez más al estilo COBOS (como ya lo hizo en el caso de la Resolución 125) acompañar a los opositores y traicionar al gobierno nacional al que dejó de pertenecer.
Su no acompañamiento al proyecto, y el intento de arrastrar en ello a los legisladores por Chubut, lo basa sosteniendo que hay cosas más importantes y que duda de los contenidos del proyecto de ley, cosa que demuestra negligencia como gobernante y como hombre público, que debería conocer los avances que en este tema se vienen desarrollando desde hace más de cinco años a esta parte.
Por otro lado, la realidad de la importancia y trascendencia de este proyecto de ley puede identificarse tanto en los titulares de los poderosos medios de comunicación, que ya lo han dilapidado (demostrando su rechazo), como en las expresiones de quienes tienen compromiso y conocimiento cabal del alcance de este tema, y cuyas posiciones, en muchos casos, son insospechables y desinteresadas. Prueba de estos argumentos puede verse picando el vínculo que está al pie de este texto.
Restarle importancia al tema, como hace el PRO-PERONISTA Das Neves es, cuando menos, una especulación electoralista inaceptable y cuando mucho, un respaldo concreto a la continuidad de una ley de la Dictadura Militar Genocida, de la que se vienen valiendo los grandes grupos económicos de la información para sustentar el entramado de poder con que respaldaron hasta hoy acciones y políticas lesivas a los intereses de los argentinos.
Das Neves le mandó, a los legisladores nacionales por Chubut, no acompañar el proyecto de Ley de Comunicación Audiovisual que envió al Congreso la Presidente de la Nación.
Efectivamente, en un marco teñido de la necesidad de diferenciarse, que le impone su carrera presidencialista, donde no cuenta la racionalidad, acaba de decidir unilateralmente y una vez más al estilo COBOS (como ya lo hizo en el caso de la Resolución 125) acompañar a los opositores y traicionar al gobierno nacional al que dejó de pertenecer.
Su no acompañamiento al proyecto, y el intento de arrastrar en ello a los legisladores por Chubut, lo basa sosteniendo que hay cosas más importantes y que duda de los contenidos del proyecto de ley, cosa que demuestra negligencia como gobernante y como hombre público, que debería conocer los avances que en este tema se vienen desarrollando desde hace más de cinco años a esta parte.
Por otro lado, la realidad de la importancia y trascendencia de este proyecto de ley puede identificarse tanto en los titulares de los poderosos medios de comunicación, que ya lo han dilapidado (demostrando su rechazo), como en las expresiones de quienes tienen compromiso y conocimiento cabal del alcance de este tema, y cuyas posiciones, en muchos casos, son insospechables y desinteresadas. Prueba de estos argumentos puede verse picando el vínculo que está al pie de este texto.
Restarle importancia al tema, como hace el PRO-PERONISTA Das Neves es, cuando menos, una especulación electoralista inaceptable y cuando mucho, un respaldo concreto a la continuidad de una ley de la Dictadura Militar Genocida, de la que se vienen valiendo los grandes grupos económicos de la información para sustentar el entramado de poder con que respaldaron hasta hoy acciones y políticas lesivas a los intereses de los argentinos.
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