Por Ángel Daniel Morales *
La discutida ley denominada K ingresada al senado no es un proyecto de Kirchner ni del kirchnerismo. Es una Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual producto de más de 15 años de trabajo de la sociedad civil argentina y discutida en foros realizados en todo el país.
Es la primera Ley transformadora social de medios en democracia de la cual participaron sujetos de organismos sociales, trabajadores de la comunicación, centrales sindicales como la CTA y la CGT, pymes de la comunicación, pueblos originarios, movimientos cooperativos, organizaciones de derechos humanos y destacados profesionales y docentes de no menos importantes universidades del país en materia de comunicación. Ley que se ha visto enmarañada políticamente por sectores del poder económico que ostentan la concentración de medios y que se oponen al debate formando parte de funcionales sectores que pretenden abolir el proyecto.
Los vaivenes suscitados ponen al desnudo y muestran de cuerpo entero a más de un legislador y operador político que se oponen con desmesura sin advertir sus formas de expresión y la mala praxis política con la que hacen alarde intentando defender sin argumentos técnicos ni jurídicos el almacigo que ven afectado.
Con esa misma inopia con la cual han operado y legislado todos estos años sin evitar ser funcionales al poder económico, han olvidado defender los verdaderos intereses del pueblo que los votó y al cual representan. Es evidente que trabajan para un sistema erróneo que cada vez más condena al pueblo argentino.
Pido a Dios que ilumine a los senadores de bien que van a tratar esta ley que tiene, sin dudas, que modificar y corregir algunos de sus puntos para que periodistas y trabajadores de los actuales medios de comunicación no sufran la transición de sus empresas, garantizándoles continuidad tanto como el acceso de muchos otros a ocupar espacios.
Pido respeto a los actuales representantes del pueblo que son a su vez representantes de reconocidos partidos políticos para que apelen a la memoria de aquellos conductores, que iniciada la democracia quisieron dar este espacio de discusión para cambiar la ley de radiodifusión de la dictadura. Por caso el Dr. Raúl Alfonsín al cual sus propios correligionarios en el congreso le dieron la espalda en la década del ochenta. Valdría recordar también aquel mensaje del desaparecido líder radical cuando en 2008 propició e impulsó el tratamiento de esta ley hoy en discusión, en el momento que la presidente Kirchner en marzo de ese año llamaba a trabajar a los parlamentarios argentinos. Todo se demoró para llegar a estas instancias de confusión social. Leer más
La discutida ley denominada K ingresada al senado no es un proyecto de Kirchner ni del kirchnerismo. Es una Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual producto de más de 15 años de trabajo de la sociedad civil argentina y discutida en foros realizados en todo el país.
Es la primera Ley transformadora social de medios en democracia de la cual participaron sujetos de organismos sociales, trabajadores de la comunicación, centrales sindicales como la CTA y la CGT, pymes de la comunicación, pueblos originarios, movimientos cooperativos, organizaciones de derechos humanos y destacados profesionales y docentes de no menos importantes universidades del país en materia de comunicación. Ley que se ha visto enmarañada políticamente por sectores del poder económico que ostentan la concentración de medios y que se oponen al debate formando parte de funcionales sectores que pretenden abolir el proyecto.
Los vaivenes suscitados ponen al desnudo y muestran de cuerpo entero a más de un legislador y operador político que se oponen con desmesura sin advertir sus formas de expresión y la mala praxis política con la que hacen alarde intentando defender sin argumentos técnicos ni jurídicos el almacigo que ven afectado.
Con esa misma inopia con la cual han operado y legislado todos estos años sin evitar ser funcionales al poder económico, han olvidado defender los verdaderos intereses del pueblo que los votó y al cual representan. Es evidente que trabajan para un sistema erróneo que cada vez más condena al pueblo argentino.
Pido a Dios que ilumine a los senadores de bien que van a tratar esta ley que tiene, sin dudas, que modificar y corregir algunos de sus puntos para que periodistas y trabajadores de los actuales medios de comunicación no sufran la transición de sus empresas, garantizándoles continuidad tanto como el acceso de muchos otros a ocupar espacios.
Pido respeto a los actuales representantes del pueblo que son a su vez representantes de reconocidos partidos políticos para que apelen a la memoria de aquellos conductores, que iniciada la democracia quisieron dar este espacio de discusión para cambiar la ley de radiodifusión de la dictadura. Por caso el Dr. Raúl Alfonsín al cual sus propios correligionarios en el congreso le dieron la espalda en la década del ochenta. Valdría recordar también aquel mensaje del desaparecido líder radical cuando en 2008 propició e impulsó el tratamiento de esta ley hoy en discusión, en el momento que la presidente Kirchner en marzo de ese año llamaba a trabajar a los parlamentarios argentinos. Todo se demoró para llegar a estas instancias de confusión social. Leer más
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