Por Nora Rodríguez *
El martes me entero por la tele de la muerte de Juan Carlos Troncoso “Ventajita”, cambio, cambio y la noticia parece abofetearme.
Podría apretar un botón, apagar el aparato, y mañana ya está, se acabó la noticia y “Ventajita” pasa a ser un comentario al pasar. Pero me niego a ser una más de las personas que miran para otro lado.
Existe un lugar El Refugio, creado para albergar y atender a las personas con problemas de alcoholismo. Hace pocos días, quienes colaboramos con el lugar, tuvimos la oportunidad de compartir una linda tarde, el cumpleaños de René Bejar. Realmente lo pasamos muy bien con torta, charla y René contándonos parte de su historia de vida.
Y es en esos momentos “del compartir” que nos vamos conociendo y valorando el potencial de cada uno… porque ¿qué vamos a conocer de René, si cuando lo cruzamos en la calle o en el Hospital, pasamos de largo mirando para otro lado? ¿Alguien sabe cómo se ha sabido ganar el cariño de los nenes y la gente del Ceferino?
Pero a la mañana tienen que dejar el Refugio, y al verlos bajar la loma, no se sabe si a la tardecita van a volver… porque durante esas horas, aparecen las raras compañías y las rondas con la cajita y ya no se piensa más! desaparece el hambre, el frío y la soledad! Y la noche los encuentra en un baldío sin ganas de volver a subir hasta allá arriba…
Y resulta que “Ventajita” no llegó esta semana… ya no podrá llegar más… y para él ya no importa si cae la noche y está lejos, y no hay ambulancia que los pueda buscar para llevarlos al Refugio.
Podemos apagar la tele y no enterarnos, mañana será otro día. Pero… adónde vamos a mirar, cuando ya no haya dónde…?
* DNI 18.396.387
El martes me entero por la tele de la muerte de Juan Carlos Troncoso “Ventajita”, cambio, cambio y la noticia parece abofetearme.
Podría apretar un botón, apagar el aparato, y mañana ya está, se acabó la noticia y “Ventajita” pasa a ser un comentario al pasar. Pero me niego a ser una más de las personas que miran para otro lado.
Existe un lugar El Refugio, creado para albergar y atender a las personas con problemas de alcoholismo. Hace pocos días, quienes colaboramos con el lugar, tuvimos la oportunidad de compartir una linda tarde, el cumpleaños de René Bejar. Realmente lo pasamos muy bien con torta, charla y René contándonos parte de su historia de vida.
Y es en esos momentos “del compartir” que nos vamos conociendo y valorando el potencial de cada uno… porque ¿qué vamos a conocer de René, si cuando lo cruzamos en la calle o en el Hospital, pasamos de largo mirando para otro lado? ¿Alguien sabe cómo se ha sabido ganar el cariño de los nenes y la gente del Ceferino?
Pero a la mañana tienen que dejar el Refugio, y al verlos bajar la loma, no se sabe si a la tardecita van a volver… porque durante esas horas, aparecen las raras compañías y las rondas con la cajita y ya no se piensa más! desaparece el hambre, el frío y la soledad! Y la noche los encuentra en un baldío sin ganas de volver a subir hasta allá arriba…
Y resulta que “Ventajita” no llegó esta semana… ya no podrá llegar más… y para él ya no importa si cae la noche y está lejos, y no hay ambulancia que los pueda buscar para llevarlos al Refugio.
Podemos apagar la tele y no enterarnos, mañana será otro día. Pero… adónde vamos a mirar, cuando ya no haya dónde…?
* DNI 18.396.387
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