Por José Hernán Díaz Varela *
Hace pocos días tomó estado público una solicitud de habilitación comercial presentada por un particular al Concejo Deliberante para instalar una “whiskería con mujeres alternadoras” en Trevelin, más precisamente sobre la ruta 259, cerca del pueblo, lo cual desató un debate muy interesante sobre los criterios de nuestros representantes y funcionarios a la hora de definir políticas públicas.
En principio, los concejales respondieron que iban a tratar el tema, que hoy está en comisión, es decir, tiene estado parlamentario.
Las opiniones de los ediles están divididas. Hay quienes guardan un pudoroso –y un tanto hipócrita- silencio y adelantan desde ya su oposición por razones éticas y morales.
Otros (y otras) también se niegan a habilitar un comercio de esas características argumentando que no aporta nada al pueblo y que puede ser el vector de otros problemas, como el aumento de consumo de alcohol o la “trata de blancas” (textual). Ya me imagino al solicitante y eventual inversor exigiendo, ante estas declaraciones en los medios, una disculpa tan pública como semejantes agravios ante una simple solicitud para abrir un negocio, en principio, totalmente lícito.
Algún concejal más canchero buscó antecedentes y, apoyándose en la existencia en el vecino pueblo de Esquel de un emprendimiento de estas características ubicado en el centro de la ciudad y que funciona tranquilamente, anticipó que no tendría problemas en aprobar esta iniciativa comercial, si tuviera los controles del caso y las medidas de higiene correspondientes. ¿Control? ¿Inspección? ¿En Trevelin? Dejémoslo ahí.
Algún otro, que rememora quizás reveladoras experiencias entre las sábanas de la esquelense Doña Rosa y similares locales, sostiene tibiamente que todos los pueblos, al crecer, tienen este tipo de establecimientos pero, si ya existe uno a 20 kilómetros no tiene sentido tener otro aquí. Tal vez existia algún temor de que una whiskería en el Pueblo del Molino convierta la relación entre Trevelin y Esquel en una suerte de Sodoma y Gomorra, hipótesis que considero un tanto extrema.
Pero estos (y estas) mismos (y mismas) concejales que se desgarran las vestiduras en un tema como éste, se callan al definir habilitaciones mucho más dañinas para el pueblo: concretamente, me refiero al casinito Trewellyn, un pequeño local en esquina que funciona como aspiradora de dinero del ciudadano común, tentándolo en horario extendido, ya que funciona desde la mañana hasta la madrugada (un verdadero desquicio) y quita muchos cientos de miles de pesos por año a la circulación comercial del pueblo. Pero nadie se preocupó por estudiar semejante impacto. Como dato para analizar, en Bariloche se limitó el horario del casino justamente por su incidencia sobre los demás comercios.
Alguien me dirá que el jugador es un adicto, que el hecho de no tener un casino en Trevelin no lo detendrá, y que irá a Esquel a jugar. La respuesta a tal axioma es un interrogante ¿Es una razonable política pública, en un pueblo de menos de diez mil habitantes, añadir un casino privado a la oferta pública de quiniela diaria, Loto, Telebingo y otros similares?. Porque se supone que al menos el Estado, con el dinero que recauda, no sólo entrega premios sino que invierte en políticas sociales compensatorias, pero el privado simplemente se lo mete al bolsillo por una irrisoria “contribución” de 35.000 pesos por año, que es el impuesto que le cobra el municipio de Trevelin al casinito.
Pero parece que es políticamente correcto habilitar un casino aunque el juego es, insisto, una adicción tan disolvente a nivel familiar y social como la droga o el alcohol.
Asimismo, ya corre en el pueblo el rumor de que esa misma empresa instalaría un casino con todas las de la ley sobre la costanera del río Percy, con mucho espacio, mesas de juego y no sólo electrónicos, espectáculos y quizás servicio de restaurant. No escuché en los concejales ninguna objeción a este emprendimiento sino, por el contrario, se oyen murmullos de aprobación para una iniciativa que celebran como todo un adelanto para el pueblo.
Aclaremos algunas cosas: un casino, como una whiskería, cabaret, o como quieran llamarle, así como un sex-shop, un bar de copeo, una armería o un hotel alojamiento son negocios legales. Es decir, nadie puede cuestionar desde esa perspectiva su licitud, en tanto se cumplan con ciertas normas administrativas. Lo que sí hay que discutir, y esto es hacer política en serio, es el criterio de oportunidad de la instalación o no de ese tipo de comercios en función de muchas variables: económicas, demográficas, urbanísticas, de composición social y otras que demandan informarse y estudiar, y no mera opinología oportunista.
No hay que caer en un populismo berreta: de haber hecho una encuesta, San Martín no hubiera cruzado los Andes, y un sondeo de la opinión pública en la Alemania de 1933 seguramente hubiese revelado que Hitler era el más macanudo de los políticos. Me explico, no?
Para finalizar, marche una vuelta para los amables lectores y lectoras. Muchas gracias…
* DNI 17.536.512
Trevelin - Chubut
Hace pocos días tomó estado público una solicitud de habilitación comercial presentada por un particular al Concejo Deliberante para instalar una “whiskería con mujeres alternadoras” en Trevelin, más precisamente sobre la ruta 259, cerca del pueblo, lo cual desató un debate muy interesante sobre los criterios de nuestros representantes y funcionarios a la hora de definir políticas públicas.
En principio, los concejales respondieron que iban a tratar el tema, que hoy está en comisión, es decir, tiene estado parlamentario.
Las opiniones de los ediles están divididas. Hay quienes guardan un pudoroso –y un tanto hipócrita- silencio y adelantan desde ya su oposición por razones éticas y morales.
Otros (y otras) también se niegan a habilitar un comercio de esas características argumentando que no aporta nada al pueblo y que puede ser el vector de otros problemas, como el aumento de consumo de alcohol o la “trata de blancas” (textual). Ya me imagino al solicitante y eventual inversor exigiendo, ante estas declaraciones en los medios, una disculpa tan pública como semejantes agravios ante una simple solicitud para abrir un negocio, en principio, totalmente lícito.
Algún concejal más canchero buscó antecedentes y, apoyándose en la existencia en el vecino pueblo de Esquel de un emprendimiento de estas características ubicado en el centro de la ciudad y que funciona tranquilamente, anticipó que no tendría problemas en aprobar esta iniciativa comercial, si tuviera los controles del caso y las medidas de higiene correspondientes. ¿Control? ¿Inspección? ¿En Trevelin? Dejémoslo ahí.
Algún otro, que rememora quizás reveladoras experiencias entre las sábanas de la esquelense Doña Rosa y similares locales, sostiene tibiamente que todos los pueblos, al crecer, tienen este tipo de establecimientos pero, si ya existe uno a 20 kilómetros no tiene sentido tener otro aquí. Tal vez existia algún temor de que una whiskería en el Pueblo del Molino convierta la relación entre Trevelin y Esquel en una suerte de Sodoma y Gomorra, hipótesis que considero un tanto extrema.
Pero estos (y estas) mismos (y mismas) concejales que se desgarran las vestiduras en un tema como éste, se callan al definir habilitaciones mucho más dañinas para el pueblo: concretamente, me refiero al casinito Trewellyn, un pequeño local en esquina que funciona como aspiradora de dinero del ciudadano común, tentándolo en horario extendido, ya que funciona desde la mañana hasta la madrugada (un verdadero desquicio) y quita muchos cientos de miles de pesos por año a la circulación comercial del pueblo. Pero nadie se preocupó por estudiar semejante impacto. Como dato para analizar, en Bariloche se limitó el horario del casino justamente por su incidencia sobre los demás comercios.
Alguien me dirá que el jugador es un adicto, que el hecho de no tener un casino en Trevelin no lo detendrá, y que irá a Esquel a jugar. La respuesta a tal axioma es un interrogante ¿Es una razonable política pública, en un pueblo de menos de diez mil habitantes, añadir un casino privado a la oferta pública de quiniela diaria, Loto, Telebingo y otros similares?. Porque se supone que al menos el Estado, con el dinero que recauda, no sólo entrega premios sino que invierte en políticas sociales compensatorias, pero el privado simplemente se lo mete al bolsillo por una irrisoria “contribución” de 35.000 pesos por año, que es el impuesto que le cobra el municipio de Trevelin al casinito.
Pero parece que es políticamente correcto habilitar un casino aunque el juego es, insisto, una adicción tan disolvente a nivel familiar y social como la droga o el alcohol.
Asimismo, ya corre en el pueblo el rumor de que esa misma empresa instalaría un casino con todas las de la ley sobre la costanera del río Percy, con mucho espacio, mesas de juego y no sólo electrónicos, espectáculos y quizás servicio de restaurant. No escuché en los concejales ninguna objeción a este emprendimiento sino, por el contrario, se oyen murmullos de aprobación para una iniciativa que celebran como todo un adelanto para el pueblo.
Aclaremos algunas cosas: un casino, como una whiskería, cabaret, o como quieran llamarle, así como un sex-shop, un bar de copeo, una armería o un hotel alojamiento son negocios legales. Es decir, nadie puede cuestionar desde esa perspectiva su licitud, en tanto se cumplan con ciertas normas administrativas. Lo que sí hay que discutir, y esto es hacer política en serio, es el criterio de oportunidad de la instalación o no de ese tipo de comercios en función de muchas variables: económicas, demográficas, urbanísticas, de composición social y otras que demandan informarse y estudiar, y no mera opinología oportunista.
No hay que caer en un populismo berreta: de haber hecho una encuesta, San Martín no hubiera cruzado los Andes, y un sondeo de la opinión pública en la Alemania de 1933 seguramente hubiese revelado que Hitler era el más macanudo de los políticos. Me explico, no?
Para finalizar, marche una vuelta para los amables lectores y lectoras. Muchas gracias…
* DNI 17.536.512
Trevelin - Chubut
3 Comentá esta nota:
este señor no hace otra cosa que criticar todo desde un punto de vista conveniente para el ...a que se vino a Trevelin? no esta conforme, enotonces vuelva a su lugar de origen, alla todo funciona como el desea, leo sus notas y me pregunto que hace aca??? si tan desconforme esta con todo!!! o querra acceder a algo que en su lugar no pudo hacerlo? porque ademas es presidente de comite Radical en Trevelin???,entonces un fin tienen todas sus notas, Diaz V, la gente de afuera que es como vos ya nos ha cansado, bienvenidos aquellos que vienen a esta zona y aceptan su idiosincracia, su gente como es.. viendo que este es un pueblo que esta recien en crecimiento con todo lo que ello implica, pero no es bueno que gente de "afuera" nos traten todo el tiempo como ignorantes, etc, etc. De lo contrario la Argentina es grande y seguro que su lugar de origen tambien, aca siempre llego muy buena gente que aceptò como es este pueblo y como somos los nacidos aca...
que tremendo lo que escribe nyc trev... yo tambien soy de trevelin nacido y criado, y no hables en nombre de todos, no estoy de acuerdo en mucho de lo que dice este chico varela, pero de todos modos celebro que se ocupe y que de su opinion, sobre todo que la de y se haga cargo... no como vos nyc trev...
demuestra opinando y participando que quiere el pueblo que eligio, no como otros que ni siquiera lo eligieron, sino que como nacieron aca ya esta... siempre tiene mas valor elegir algo y no estar por el solo hecho de haber nacido...
de todos modos hay muchos cabeza de tuerca como vos opinando... y no animandose a disentir en nada... no valla a ser cosa que alguien se enoje...
varela, tengo muchas diferencias con lo que vos opinas, pero celebro que lo hagas... celebro que tengas intereses politicos si los tenes, por que sin politica no hay posibilidad de cambio.... todos seriamos como "cabeza de tuerca" y creeme yo soy mucho mas nyc quye quien escribio, pero no pienso como el/ella...
Esta bueno que se ocupe, pero justificar o no la wyskería con una crítica al casino no parece acertado. Esta bueno el sexo pero no el juego..mmm. Ademas este chico siempre usa sus críticas para la política partidaria y ahí lo deja. Una lástima. Los del NyC es lamentable.
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