Por Juan Pablo Ruiz
Estudiantes del CEM 30 de El Bolsón opinaron que la educación secundaria necesita de espacios adecuados y una nueva orientación en los contenidos, más acorde a los intereses y expectativas de los adolescentes de hoy.
Estas conclusiones fueron resultado de un debate durante una clase de Comunicación Oral y Escrita, en el curso de 4º 1ª.
La carencia de espacios óptimos fue uno de los puntos que concentraron mayor reclamo de los jóvenes, y en tal sentido evaluaron que los edificios escolares no cuentan con la seguridad necesaria para prevenir accidentes (por ejemplo, que siga habiendo vidrios en vez de policarbonato en las ventanas), y que las aulas en muchos casos no son cómodas, por lo cual entendieron que debería haber una cantidad límite de estudiantes por curso.
Otra anomalía señalada por los estudiantes es que hay escuelas sin edificio propio, como el caso de los CEM 48 y 94, que funcionan en el mismo edificio que pertenece al CEM 30, lo cual genera varias complicaciones diarias (ejemplos: la imposibilidad de usar la biblioteca fuera del horario escolar, la falta de espacio para una sala de informática del CEM 48, menor posibilidad de seguimiento y control sobre el estado de las instalaciones, etc.).
Subrayaron que las soluciones pasan por destinar un mayor presupuesto a las escuelas.
En cuanto a los contenidos impartidos desde las materias, los adolescentes cuestionan que algunos no sean útiles para la vida adulta o para quienes puedan ir a la universidad.
Opinaron que falta actualización, que hay mucha teoría y poca práctica y que los docentes deberían hacer un esfuerzo por hacer interesantes los temas de clase.
En relación con lo anterior, hicieron énfasis en la necesidad de contar con un laboratorio en condiciones y con equipamiento informático con materiales y herramientas actualizadas (sobre todo teniendo en cuenta que la modalidad del CEM 30 es sobre las tecnologías de la comunicación).
Consideraron necesaria, también, la existencia de talleres con fines recreativos o de integración. Algunos estudiantes sugirieron que ciertas materias sean optativas y que la educación sexual se incorpore a los contenidos.
Los estudiantes notaron, por otra parte, que las relaciones interpersonales en el CEM 30 no son buenas, y que la solución hay que buscarla en lograr una mejor comunicación entre todos los integrantes de la escuela, adolescentes y adultos. Algunos sintieron que este año se ha señalado siempre a los chicos cada vez que surgieron problemas institucionales.
Sobre los profesores, los cuestionamientos apuntaron a la falta de entusiasmo de algunos docentes y en otros la falta de exigencia. También mencionaron las necesidades de que haya más capacitaciones para profesores y de evaluar las estrategias pedagógicas para así buscar otras formas de enseñar.
En cuanto a las modalidades (dos últimos años de especialización en la secundaria rionegrina), los estudiantes del CEM 30 destacaron que debe haber mayores posibilidades de elección y que hace falta mayor información y promoción sobre las que actualmente existen. Por otra parte, indicaron que las modalidades deberían ser acordes al contexto local.
Estudiantes del CEM 30 de El Bolsón opinaron que la educación secundaria necesita de espacios adecuados y una nueva orientación en los contenidos, más acorde a los intereses y expectativas de los adolescentes de hoy.
Estas conclusiones fueron resultado de un debate durante una clase de Comunicación Oral y Escrita, en el curso de 4º 1ª.
La carencia de espacios óptimos fue uno de los puntos que concentraron mayor reclamo de los jóvenes, y en tal sentido evaluaron que los edificios escolares no cuentan con la seguridad necesaria para prevenir accidentes (por ejemplo, que siga habiendo vidrios en vez de policarbonato en las ventanas), y que las aulas en muchos casos no son cómodas, por lo cual entendieron que debería haber una cantidad límite de estudiantes por curso.
Otra anomalía señalada por los estudiantes es que hay escuelas sin edificio propio, como el caso de los CEM 48 y 94, que funcionan en el mismo edificio que pertenece al CEM 30, lo cual genera varias complicaciones diarias (ejemplos: la imposibilidad de usar la biblioteca fuera del horario escolar, la falta de espacio para una sala de informática del CEM 48, menor posibilidad de seguimiento y control sobre el estado de las instalaciones, etc.).
Subrayaron que las soluciones pasan por destinar un mayor presupuesto a las escuelas.
En cuanto a los contenidos impartidos desde las materias, los adolescentes cuestionan que algunos no sean útiles para la vida adulta o para quienes puedan ir a la universidad.
Opinaron que falta actualización, que hay mucha teoría y poca práctica y que los docentes deberían hacer un esfuerzo por hacer interesantes los temas de clase.
En relación con lo anterior, hicieron énfasis en la necesidad de contar con un laboratorio en condiciones y con equipamiento informático con materiales y herramientas actualizadas (sobre todo teniendo en cuenta que la modalidad del CEM 30 es sobre las tecnologías de la comunicación).
Consideraron necesaria, también, la existencia de talleres con fines recreativos o de integración. Algunos estudiantes sugirieron que ciertas materias sean optativas y que la educación sexual se incorpore a los contenidos.
Los estudiantes notaron, por otra parte, que las relaciones interpersonales en el CEM 30 no son buenas, y que la solución hay que buscarla en lograr una mejor comunicación entre todos los integrantes de la escuela, adolescentes y adultos. Algunos sintieron que este año se ha señalado siempre a los chicos cada vez que surgieron problemas institucionales.
Sobre los profesores, los cuestionamientos apuntaron a la falta de entusiasmo de algunos docentes y en otros la falta de exigencia. También mencionaron las necesidades de que haya más capacitaciones para profesores y de evaluar las estrategias pedagógicas para así buscar otras formas de enseñar.
En cuanto a las modalidades (dos últimos años de especialización en la secundaria rionegrina), los estudiantes del CEM 30 destacaron que debe haber mayores posibilidades de elección y que hace falta mayor información y promoción sobre las que actualmente existen. Por otra parte, indicaron que las modalidades deberían ser acordes al contexto local.
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