Por Aldo Luis Novelli
Esa tarde eran siete
cuatro varones y tres niñas
jugando a la mancha sobre el montículo.
Después de un largo rato
transpirados de cansancio
cuando el sol brillaba sobre latas vacías de tomate
sintieron voraces mordidas en el estómago
y se sentaron a buscar algo comestible.
Natalia, la mocosa de cinco años
la de piernas como palitos de helado
encontró un pedazo de guirnalda dorada
la enlazó formando un efímero corazón brillante
y le gritó a sus amigos:
¡Felices Fiestas!, ¡Felices Fiestas!
y rió con picardía
como un esmirriado ángel de alas rotas.-
Invocó un tiempo luminoso para justos y solidarios, castigo infinito para el ruin y el infame, cárcel eterna para genocidas y torturadores, pan para el hambriento, un cálido abrazo para el ignorado y un nuevo sol para el excluido.
Un abrazo impetuoso.
aldo luis novelli/ desde los bordes del desierto.-
http://www.otros-fluidos-virtuales.blogspot.com
La poesía es un oasis luminoso en medio del desierto. El poema es la sed.
Esa tarde eran siete
cuatro varones y tres niñas
jugando a la mancha sobre el montículo.
Después de un largo rato
transpirados de cansancio
cuando el sol brillaba sobre latas vacías de tomate
sintieron voraces mordidas en el estómago
y se sentaron a buscar algo comestible.
Natalia, la mocosa de cinco años
la de piernas como palitos de helado
encontró un pedazo de guirnalda dorada
la enlazó formando un efímero corazón brillante
y le gritó a sus amigos:
¡Felices Fiestas!, ¡Felices Fiestas!
y rió con picardía
como un esmirriado ángel de alas rotas.-
Invocó un tiempo luminoso para justos y solidarios, castigo infinito para el ruin y el infame, cárcel eterna para genocidas y torturadores, pan para el hambriento, un cálido abrazo para el ignorado y un nuevo sol para el excluido.
Un abrazo impetuoso.
aldo luis novelli/ desde los bordes del desierto.-
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La poesía es un oasis luminoso en medio del desierto. El poema es la sed.
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