Por Abla Carballo
Nota 2
Docente e investigador de la Universidad del Comahue Andrés Dimitriu es incansable estudioso involucrado y comprometido con objetivos sociales concretos. Su experiencia y pensamiento capacita para reflexionar sobre problemáticas como las que ahora plantea en el XII encuentro de UNIÓN de ASAMBLEAS CIUDADANAS.
A.C. La consideración hacia la Naturaleza ha sido variable. ¿Es posible un breve recorrido histórico?
A.D. --En realidad la conciencia de la destrucción ambiental es una conciencia temprana, todos los pueblos del mundo fuimos alguna vez pueblos originarios. Todos fuimos alguna vez pueblos agricultores, más mansos, más tranquilos en la producción más apropiada, sin esta carrera loca tecnológica, sin esto último de acumulación de dinero y poder.
En los últimos siglos eso se fue transformando en una maquinaria destructiva en la que la voz cantante la elevó el sistema capitalista y sus imitadores soviéticos, chinos, ahora India, Brasil y otros más. Y muchas veces los nacionalismos que decían: “ bueno… tenemos que perseguir los destinos de grandeza…”, y los destinos de grandeza eran confundidos con tamaño y no con profundidad, no con la forma de vida autosustentada. Por eso ahora se habla de soberanía alimentaria a diferencia de producir alimentos para engordar cerdos en Europa o en China.
Entonces hay una antigüa lucha anticolonial y anticolonial entendido en ese caso como la industria de la acumulación y muchísimas tradiciones hicieron referencia a eso, todas las luchas coloniales fueron claras al respecto.
Nota 2
Docente e investigador de la Universidad del Comahue Andrés Dimitriu es incansable estudioso involucrado y comprometido con objetivos sociales concretos. Su experiencia y pensamiento capacita para reflexionar sobre problemáticas como las que ahora plantea en el XII encuentro de UNIÓN de ASAMBLEAS CIUDADANAS.
A.C. La consideración hacia la Naturaleza ha sido variable. ¿Es posible un breve recorrido histórico?
A.D. --En realidad la conciencia de la destrucción ambiental es una conciencia temprana, todos los pueblos del mundo fuimos alguna vez pueblos originarios. Todos fuimos alguna vez pueblos agricultores, más mansos, más tranquilos en la producción más apropiada, sin esta carrera loca tecnológica, sin esto último de acumulación de dinero y poder.
En los últimos siglos eso se fue transformando en una maquinaria destructiva en la que la voz cantante la elevó el sistema capitalista y sus imitadores soviéticos, chinos, ahora India, Brasil y otros más. Y muchas veces los nacionalismos que decían: “ bueno… tenemos que perseguir los destinos de grandeza…”, y los destinos de grandeza eran confundidos con tamaño y no con profundidad, no con la forma de vida autosustentada. Por eso ahora se habla de soberanía alimentaria a diferencia de producir alimentos para engordar cerdos en Europa o en China.
Entonces hay una antigüa lucha anticolonial y anticolonial entendido en ese caso como la industria de la acumulación y muchísimas tradiciones hicieron referencia a eso, todas las luchas coloniales fueron claras al respecto.
Por supuesto Argentina no escapó y los europeos descubrieron el Movimiento Verde como los americanos a mediado de los años `60, y ellos también pensaron que habían descubierto la rueda, entonces hablaron del Ambiente.
Acomodar el Ambiente una vez que la industria lo destruyó, ya es tarde.
Ello significa una división de tareas: usted ambientalista, nosotros somos cosa seria, industriales. Ustedes nos corrigen y si se puede y la tecnología nos lo permite y los fondos, entonces corregimos un poquitito.
En si hay una infantilización de la cuestión ambiental cuando es al revés. El ser humano puede vivir en condiciones que la naturaleza ofrece sin depredarla. Sin contaminar el agua, sin contaminar las napas, el aire, desforestar y generar desiertos.
A.C. ¿La mujer siempre tuvo que ver con el mantenimiento de la Naturaleza?.
A.C. ¿La mujer siempre tuvo que ver con el mantenimiento de la Naturaleza?.
A.D.--El Instituto como el INTA es tan común que diga una frase, un mensaje: “Señor productor, haga esto o lo otro…” y desde la escuela la división de tareas, en la sociedad está impuesta la tarea de que el hombre tiene que aumentar y aumentar la productividad no importa cuál es la cadena, y la mujer de alguna manera reproduce eso y hace tareas para el hogar y en esas tareas para el hogar tiene asignado un rol de segundona de ese esquema. Pero el que es convocado a cumplir y `es el mejor alumno, es el señor productor` y el que no es productor no es considerado ni siquiera ciudadano.
Cuando la mujer despierta, solamente en esa condición, o sea, cuando se descoloniza de ese reparto de roles, entonces tiene una doble fuerza porque viene de haber sido sometida en la escuela, en el hogar y en el trabajo, o como desocupada o como madre o lo que fuera. Leer más
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