Por Heraldo Ruddy González *
“La mente intuitiva es un regalo sagrado y la mente
racional es un sirviente fiel. Hemos creado una sociedad
que honra al sirviente y ha olvidado el regalo” Albert Einstein
El titulo surgió en forma espontánea, por consenso, meditación y fraternalmente en Diciembre 1.990 del grupo que integraba al concluir el “Seminario de Introducción a la Docencia Universitaria” en la Sede Trelew de la Universidad Nacional de la Patagonia que iniciáramos en Junio de aquel año y demando “120 hs. reloj”.
Demás esta decir que a la fecha perdura el grato recuerdo de esa maravillosa DOCENTE mejicana que lo dictó y del espíritu que derramo sobre el grupo y que nos unió a pesar de ser distintos por nacionalidad, “sexo”, “seso”, profesiones, condiciones sociales apolíticos y/o partidarios de diversas tendencias a concluir con ese paradigma que considere vale la pena revalorizar titulando este relato. Esa maravillosa experiencia me permite y obliga a la fecha a realizar estas reflexiones porque considero que la educación cambia actitudes.
Evidentemente, como “se aprende de todo y de todos”, también debo referirme al análisis del “regalo sagrado” que la sabiduría de Einstein me obliga rescatar para beneficio del ciudadano. Esto lo realizo como una utopía basándome en Aristóteles que dijo: "La esperanza es el sueño de los hombres despiertos”.
Mi mente; definida como la “potencia intelectual” del alma divaga en ese ámbito y creo necesario que se interprete lo que significa “el todo” como “holístico”.
Tomo el término “Intelectual”; en que uno de sus significados es: “Perteneciente o relativo al entendimiento” ¿se entiende?
En fin me preocupa y ocupo porque; “Ya no quedan domadores, ahora todos son licenciados en problemas de conducta de equinos marginales”, y comparto la reflexión de Inodoro Pereira, queriendo reflotar lo que dispone cada uno por lo que es, recordando aquello de “Lo que natura no da, Salamanca no presta”, que se condice con; “Serás lo que debas ser o sino no serás nada”.
Quizás alguien considere lo precedente una perorata y corro el riesgo pero en concreto me paso esto que ejemplifica para hacer entendible y compatible titulo y sentencia.
En mis años de estudiante con la zanahoria del diploma casi al alcance del hocico, mi pienso y el de mi familia, lo obtenía prestando servicios en la “División Vialidad de la Municipalidad de Bahía Blanca”, los mismos incluían la de inspeccionar obras, por una de ellas una Empresa, según contrato me había provisto de “movilidad”; un “Jeep” con el que me movilizaba en obra, y concluida la jornada, me quedaba en la oficina de la repartición hasta finiquitar el trabajo diario, luego seguía estudiando hasta casi media noche. Entonces con el vehiculo volvía a casa. Un día salgo y apenas andar, “pincho una goma”, dispuesto a cambiarla intento aflojar las “tuercas” y ello resulto una misión imposible, así que lo dejo estacionado junto al cordón y a la mañana siguiente, le informo al empresario la novedad. Pasa a buscarme por casa y nos dirigimos al “Automóvil Club”, donde lo trasladan a la gomería, dos robustos gomeros se turnan para aflojar las tuercas y comprobando que es imposible, uno le dice al otro…”están engranadas por el oxido, trae la autógena del taller y vemos si calentándolas las aflojamos”.
Estaba con el contratista y dueño del vehiculo un Ing. Civil (yo en vías de emularlo) a los que se nos había incorporado un “curioso” que nos parecía entrometido, observando la labor de los especialistas gomeros y a punto de encender la llama de la autógena de prono dice; “PROBARON DARLE VUELTA PAL OTRO LAO…”, así se hizo y el problema que nos aquejaba a los cuatro se soluciono.
Moraleja: “Cualquiera, sabe que no sabe y si es sabio, sabe aceptar los concejos y/o la critica de cualquiera.
En fin: “SOLO SE QUE NADA SE” ¡¡Y que contento me siento pues así puedo aprender!! “DE TODO DE TODOS EN CUALQUIER LUGAR E INTUITIVAMENTE”
* ruddygonzalez@speedy.com.ar
“La mente intuitiva es un regalo sagrado y la mente
racional es un sirviente fiel. Hemos creado una sociedad
que honra al sirviente y ha olvidado el regalo” Albert Einstein
El titulo surgió en forma espontánea, por consenso, meditación y fraternalmente en Diciembre 1.990 del grupo que integraba al concluir el “Seminario de Introducción a la Docencia Universitaria” en la Sede Trelew de la Universidad Nacional de la Patagonia que iniciáramos en Junio de aquel año y demando “120 hs. reloj”.
Demás esta decir que a la fecha perdura el grato recuerdo de esa maravillosa DOCENTE mejicana que lo dictó y del espíritu que derramo sobre el grupo y que nos unió a pesar de ser distintos por nacionalidad, “sexo”, “seso”, profesiones, condiciones sociales apolíticos y/o partidarios de diversas tendencias a concluir con ese paradigma que considere vale la pena revalorizar titulando este relato. Esa maravillosa experiencia me permite y obliga a la fecha a realizar estas reflexiones porque considero que la educación cambia actitudes.
Evidentemente, como “se aprende de todo y de todos”, también debo referirme al análisis del “regalo sagrado” que la sabiduría de Einstein me obliga rescatar para beneficio del ciudadano. Esto lo realizo como una utopía basándome en Aristóteles que dijo: "La esperanza es el sueño de los hombres despiertos”.
Mi mente; definida como la “potencia intelectual” del alma divaga en ese ámbito y creo necesario que se interprete lo que significa “el todo” como “holístico”.
Tomo el término “Intelectual”; en que uno de sus significados es: “Perteneciente o relativo al entendimiento” ¿se entiende?
En fin me preocupa y ocupo porque; “Ya no quedan domadores, ahora todos son licenciados en problemas de conducta de equinos marginales”, y comparto la reflexión de Inodoro Pereira, queriendo reflotar lo que dispone cada uno por lo que es, recordando aquello de “Lo que natura no da, Salamanca no presta”, que se condice con; “Serás lo que debas ser o sino no serás nada”.
Quizás alguien considere lo precedente una perorata y corro el riesgo pero en concreto me paso esto que ejemplifica para hacer entendible y compatible titulo y sentencia.
En mis años de estudiante con la zanahoria del diploma casi al alcance del hocico, mi pienso y el de mi familia, lo obtenía prestando servicios en la “División Vialidad de la Municipalidad de Bahía Blanca”, los mismos incluían la de inspeccionar obras, por una de ellas una Empresa, según contrato me había provisto de “movilidad”; un “Jeep” con el que me movilizaba en obra, y concluida la jornada, me quedaba en la oficina de la repartición hasta finiquitar el trabajo diario, luego seguía estudiando hasta casi media noche. Entonces con el vehiculo volvía a casa. Un día salgo y apenas andar, “pincho una goma”, dispuesto a cambiarla intento aflojar las “tuercas” y ello resulto una misión imposible, así que lo dejo estacionado junto al cordón y a la mañana siguiente, le informo al empresario la novedad. Pasa a buscarme por casa y nos dirigimos al “Automóvil Club”, donde lo trasladan a la gomería, dos robustos gomeros se turnan para aflojar las tuercas y comprobando que es imposible, uno le dice al otro…”están engranadas por el oxido, trae la autógena del taller y vemos si calentándolas las aflojamos”.
Estaba con el contratista y dueño del vehiculo un Ing. Civil (yo en vías de emularlo) a los que se nos había incorporado un “curioso” que nos parecía entrometido, observando la labor de los especialistas gomeros y a punto de encender la llama de la autógena de prono dice; “PROBARON DARLE VUELTA PAL OTRO LAO…”, así se hizo y el problema que nos aquejaba a los cuatro se soluciono.
Moraleja: “Cualquiera
En fin: “SOLO SE QUE NADA SE” ¡¡Y que contento me siento pues así puedo aprender!! “DE TODO DE TODOS EN CUALQUIER LUGAR E INTUITIVAMENTE”
* ruddygonzalez@speedy.com.ar
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