Por Heraldo Ruddy González *
“Si quieres alimentar a alguien un día dale un pescado,
Si quieres que se alimente toda la vida, enséñale a pescar”.
Proverbio chino
El titulo como se observa esta compuesto de dos lemas, uno con positivismo y atribuido al educador nacional por antonomasia, Sarmiento, que también supo ser presidente de los argentinos y el otro carácter, es el que proponen los candidatos a emularlo y/o repetir el mandato en el 2011, logrado por las urnas y/o de quienes proponen no subsidiar el consumo sino la producción. (SIC)
En fin la política actual en el buen romancero vernáculo “discepoliano” se puede interpretar sintéticamente con aquello de que; “el que no llora no mama y el que no afana es un Gil”.
Si analizamos la sentencia que precede al titulo, surge de un país milenario y de; “Las enseñanzas de Confucio que se enmarcaron en el ámbito de la filosofía ética, moral y política. Afirmaba ser un restaurador de la moralidad antigua y mantenía que los propios actos externos basados en las cinco virtudes (bondad, honradez, decoro, sabiduría y fidelidad) encierran el conjunto del deber humano. Venerar a los padres, vivos o muertos, fue uno de sus conceptos claves. Su concepto de gobierno era paternalista y obligaba a todos los individuos a cumplir con rigor sus obligaciones hacia el Estado” 1.
Releo lo que he escrito y quizás esto surge de mis recuerdos y lo tomo como una obligación de respeto hacia mis padres que desde mi cuna y en toda su existencia supieron enseñarme y no debo olvidar a mis maestros y profesores que me otorgaron saber y educación.
Quizás deba aclarar que mi única intención al escribir esto, es solo “cumplir con rigor mi obligación hacia el Estado”, que me brindo la oportunidad de contar con la felicidad brindada en mi infancia por mis mayores, lograda a través del “trabajo honesto y fecundo que otorga dignidad” y el “reconocimiento a mis educadores”, hoy tan vapuleados por el mercantilismo político actual donde se antepone el rutilante “continente” que brinda una escuela nueva inaugurada con ostentación subvirtiendo el “contenido de una adecuada (y bien paga), educación”.
En fin, Erich Fromm dijo que la educación cambia la actitud y aptitud del individuo, y me pregunto y les pregunto:
¿No debemos educar al soberano?
* Le.: 5.471.578 Trelew, Chubut, Arg.
30 de marzo de 2010.
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“Si quieres alimentar a alguien un día dale un pescado,
Si quieres que se alimente toda la vida, enséñale a pescar”.
Proverbio chino
El titulo como se observa esta compuesto de dos lemas, uno con positivismo y atribuido al educador nacional por antonomasia, Sarmiento, que también supo ser presidente de los argentinos y el otro carácter, es el que proponen los candidatos a emularlo y/o repetir el mandato en el 2011, logrado por las urnas y/o de quienes proponen no subsidiar el consumo sino la producción. (SIC)
En fin la política actual en el buen romancero vernáculo “discepoliano” se puede interpretar sintéticamente con aquello de que; “el que no llora no mama y el que no afana es un Gil”.
Si analizamos la sentencia que precede al titulo, surge de un país milenario y de; “Las enseñanzas de Confucio que se enmarcaron en el ámbito de la filosofía ética, moral y política. Afirmaba ser un restaurador de la moralidad antigua y mantenía que los propios actos externos basados en las cinco virtudes (bondad, honradez, decoro, sabiduría y fidelidad) encierran el conjunto del deber humano. Venerar a los padres, vivos o muertos, fue uno de sus conceptos claves. Su concepto de gobierno era paternalista y obligaba a todos los individuos a cumplir con rigor sus obligaciones hacia el Estado” 1.
Releo lo que he escrito y quizás esto surge de mis recuerdos y lo tomo como una obligación de respeto hacia mis padres que desde mi cuna y en toda su existencia supieron enseñarme y no debo olvidar a mis maestros y profesores que me otorgaron saber y educación.
Quizás deba aclarar que mi única intención al escribir esto, es solo “cumplir con rigor mi obligación hacia el Estado”, que me brindo la oportunidad de contar con la felicidad brindada en mi infancia por mis mayores, lograda a través del “trabajo honesto y fecundo que otorga dignidad” y el “reconocimiento a mis educadores”, hoy tan vapuleados por el mercantilismo político actual donde se antepone el rutilante “continente” que brinda una escuela nueva inaugurada con ostentación subvirtiendo el “contenido de una adecuada (y bien paga), educación”.
En fin, Erich Fromm dijo que la educación cambia la actitud y aptitud del individuo, y me pregunto y les pregunto:
¿No debemos educar al soberano?
* Le.: 5.471.578 Trelew, Chubut, Arg.
30 de marzo de 2010.
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