Enviado por Liliana Murgas
Bajo este titulado en el que nos enrolamos como otras tantas organizaciones en el país, queremos manifestarnos ante la inminente posibilidad de que el proyecto de ley de baja de edad de imputabilidad sea sancionado en la cámara de Diputados de la Nación.
Bajo este titulado en el que nos enrolamos como otras tantas organizaciones en el país, queremos manifestarnos ante la inminente posibilidad de que el proyecto de ley de baja de edad de imputabilidad sea sancionado en la cámara de Diputados de la Nación.
Se ha vuelto a instalar con fuerza la idea de que uno de los factores determinantes de inseguridad son los delitos cometidos por jóvenes y adolescentes en particular.
Señalamos con profunda preocupación la vigencia de esta idea porque además de falsa es peligrosa ya que acentúa la descarga punitiva sobre los adolescentes, desconociendo que poseen historias atravesadas por la vulneración de derechos, producto de la desidia del estado y de la indiferencia de una sociedad que ahora los culpabiliza, dirigiendo la discusión hacia el castigo y no hacia la adecuada preparación para la vida en libertad.
En el Derecho internacional de DDHH rige el principio de no regresar a instancias anteriores de la cobertura de un derecho.Lo regresivo no contribuye en absoluto a favorecer a la mejor protección de nuestros niños, niñas y adolescentes.
Observamos el papel de los medios que acentúan este discurso social, instalando esta percepción de miedo y amenaza constante, ocultando a su vez la situación de desprotección con sus marcas de marginalidad que sufren millones de niños y adolescentes en nuestro país en un contexto de violencia estructural que no es denunciada.
Pese al compromiso asumido por nuestro país como estado-parte, de respetar los principios y el paradigma de la Convención Internacional de los Derechos del Niño,pese a la sanción de la Ley de Protección 26.061, pese a las leyes provinciales y al reordenamiento institucional provocado por ellas, observamos que en nuestra región no se cumple con la letra de la ley, vaciando de contenido la vigencia de esos derechos a favor de la niñez, la adolescencia y la familia. Constatamos la ausencia de políticas Públicas integrales , efectivas y con permanencia en el tiempo que promuevan un mejor crecimiento y desarrollo de nuestros niños y adolescentes. Exigimos la efectiva aplicación de las leyes con la asignación de recursos correspondientes.
Porque no se trata de sancionar leyes sino de cumplir con las que ya existen.Son decisiones políticas impostergables.
No se puede desconocer la responsabilidad que le cabe a una sociedad , que avaló durante años la ejecución de políticas que incidieron en el proceso de desintegración social, marginación,pobreza, destrucción de la escuela pública y de los sistemas de salud, empobrecimiento de políticas integrales, pauperización, y desempleo de los padres de estos adolescentes afectando a las familias quienes debieran ser sostén, valor y cuna de aprendizajes. Esa sociedad, a la que pertenecemos, ahora pide medidas de seguridad a costa de estas consecuencias.
También queremos recordar que el delito es amparado por adultos que utilizan a niños y adolescentes para lograr sus objetivos. Pero más grave es saber que el circuito del delito y del crimen solo puede subsistir si hay complicidad de todo un sistema que lo apaña y mira hacia otra parte o bien participa activamente de sus beneficios.
Estamos convencidos de que como adultos e integrantes de una comunidad, debemos asumir la responsabilidad colectiva de construir una sociedad capaz de resolver sus conflictos, ayudando a sus miembros más desprotegidos mediante acciones de fortalecimiento de sus personas, en todo sentido, y no excluyéndolos de un sistema de convivencia y de oportunidades.
Por ello rechazamos todo intento de estigmatizar y rotular a nuestros adolescentes construyendo en el imaginario social una falsa idea de amenaza y peligrosidad cuando en realidad deberíamos fortalecer los mecanismos de inclusión social, de ejercicio de la ciudadanía, de promoción y protección integral de los derechos de niñas, niños y adolescentes.
Sabemos, por experiencia concreta, que no hay mejor prevención que la inclusión.
Por ello nos movilizamos junto a otros rechazando la baja de imputabilidad y exigiendo que se impulsen las políticas a favor de la restitución de los Derechos de la Infancia y Adolescencia, tal es el compromiso del Estado y de la Sociedad Civil.
Desde el Evangelio Jesús fue muy claro y nos dejó un mensaje rotundo:
“Tengan cuidado de despreciar a alguno de éstos pequeños, pues les digo que sus ángeles en el Cielo contemplan sin cesar la cara de mi Padre…” (Mt.18,10)
Pero fue más allá…
“Les aseguro que si no cambian y vuelven a ser como niños, no podrán entrar al Reino de los Cielos. El que se hace pequeño como este niño ése es el más grande en el Reino y el que recibe en Mi nombre a un niño como éste, a Mí me recibe.
Si alguien hace tropezar y caer a uno de éstos pequeños que creen en Mí, mejor sería que le amarrarán al cuello una gran piedra de moler y que lo hundieran en lo más hondo del mar”.(Mt. 18,1-6)-
…”.porque ningún pibe nace chorro
Y de los niños es el otro mundo posible”…
Equipos de Pastoral Social-Patagonia-Comahue
Diócesis de Bariloche
Diócesis de Viedma
Diócesis de Río Gallegos
Prelatura de Esquel
Diócesis de Comodoro Rivadavia
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