Por Daniel Rodriguez Vera *
“La Iglesia es santa” y no se mancha
Soy el padre Daniel, con una verdadera vocación sacerdotal, desde mi ingreso al seminario, comencé a ver la hipocresía de la Iglesia Católica Romana, la traición, la envidia y la competencia. Estas cosas me producían y producen una gran desilusión por la institución, los sacerdotes y obispos, pero en mi corazón latía el llamado de Dios, como servidor. Desde que me bauticé y tomé todos los sacramentos quiero a la iglesia y sigo siendo católico.
A través del tiempo los hombres, según las Sagradas Escrituras y la historia de la iglesia, cuando no existía la palabra Católico, persiguieron a los cristianos por hablar de Jesús. Hoy los que persiguen a los cristianos, son de la propia iglesia católica, lo hacen en el nombre de Dios, estas personas con título de “sacerdotes” discriminan a los verdaderos sacerdotes por vocación, esto no le sirve a la iglesia hoy. La imposición de manos y ver el mas allá, son los dones más grandes que el Señor me entregó por serle fiel. Hoy algunos personajes de la Jerarquía de la Iglesia dicen que no soy sacerdote Católico por no ser romano. Se habla de sectas cuando se refieren a evangélicos o protestantes, o se tilda de loco a quién predica bajo el nombre de Jesús y la Santa Iglesia. En el camino recorrido de mi vocación religiosa, encontré las iglesias vacías de gente, porque la mayoría de los sacerdotes, en lugar de convocar disgregan, las personas cansadas de ellos, se alejan. La mayoría son materialistas, solo piensan en el dinero y el poder, ambicionan escalar dentro de la organización eclesial y no perder el cargo o puesto dentro de ella. Ponen horario de atención para la feligresa y cuando está realmente los necesitan, están ocupados, cuando se enteran que uno escucha a la gente con su dolor, sus miserias humanas, sus enfermedades y les predica con amor y el evangelio, a este cura lo niegan, lo hacen porque no les conviene, es carismático, convoca gente y hace ver realmente el evangelio. La institución esta corrompida, perdiendo miles de fieles cada día por escándalos, homosexualidad, abuso de menores. Yo quiero formar parte de una nueva iglesia de renovación en el carisma del espíritu santo, y lo que hacen es alejarme, difamarme y sobre todo humillarme, le dicen a la feligresa “es falso sacerdote “. Y me pregunto ¿Quien es más falso? dentro de la misma iglesia, cada vez mas vacía, mas oscura, mas alejada de la gente, que se guía por el chusmerío y el dinero. He tocado todas las puertas de la jerarquia Católica en Argentina, hasta ahora no he tenido buenas respuestas, sino agravios y humillaciones hacia mi persona, todo lo contrario que recibo de la gente. Recorro la Argentina visitando en las casas, porque me niegan una iglesia, me niegan dar la palabra de Dios y los sacramentos, para lo que me prepare por verdadera vocación. Tengo documentación de todos los trámites que hice para esto en el ámbito eclesial. Juan XXIII hablaba de conversión y de unión entre las iglesias, Juan Pablo II decía humanización, pero no fueron escuchados por algunos Obispos y sacerdotes. Escribo esta carta para ustedes, para que sepan que la iglesia es Santa, a pesar de que no todos los que están dentro de ella lo entiendan. Para ser sacerdote católico se deber ser humilde, sano, honrado y trabajar para su feligresía, eso es lo único que pretendo porque creo en el Señor Jesús. En la actualidad me encuentro construyendo mi propia capilla con el nombre “Jesús Misericordioso” en Bialet Massé (Córdoba) para todos lo que necesiten de mi ayuda, venga y los recibiré con los brazos abiertos.
* CI 8540725
Sacerdote de la Iglesia Carismática Apostólica de Evangelización
danielramonrodriguez@yahoo.com.ar
“La Iglesia es santa” y no se mancha
Soy el padre Daniel, con una verdadera vocación sacerdotal, desde mi ingreso al seminario, comencé a ver la hipocresía de la Iglesia Católica Romana, la traición, la envidia y la competencia. Estas cosas me producían y producen una gran desilusión por la institución, los sacerdotes y obispos, pero en mi corazón latía el llamado de Dios, como servidor. Desde que me bauticé y tomé todos los sacramentos quiero a la iglesia y sigo siendo católico.
A través del tiempo los hombres, según las Sagradas Escrituras y la historia de la iglesia, cuando no existía la palabra Católico, persiguieron a los cristianos por hablar de Jesús. Hoy los que persiguen a los cristianos, son de la propia iglesia católica, lo hacen en el nombre de Dios, estas personas con título de “sacerdotes” discriminan a los verdaderos sacerdotes por vocación, esto no le sirve a la iglesia hoy. La imposición de manos y ver el mas allá, son los dones más grandes que el Señor me entregó por serle fiel. Hoy algunos personajes de la Jerarquía de la Iglesia dicen que no soy sacerdote Católico por no ser romano. Se habla de sectas cuando se refieren a evangélicos o protestantes, o se tilda de loco a quién predica bajo el nombre de Jesús y la Santa Iglesia. En el camino recorrido de mi vocación religiosa, encontré las iglesias vacías de gente, porque la mayoría de los sacerdotes, en lugar de convocar disgregan, las personas cansadas de ellos, se alejan. La mayoría son materialistas, solo piensan en el dinero y el poder, ambicionan escalar dentro de la organización eclesial y no perder el cargo o puesto dentro de ella. Ponen horario de atención para la feligresa y cuando está realmente los necesitan, están ocupados, cuando se enteran que uno escucha a la gente con su dolor, sus miserias humanas, sus enfermedades y les predica con amor y el evangelio, a este cura lo niegan, lo hacen porque no les conviene, es carismático, convoca gente y hace ver realmente el evangelio. La institución esta corrompida, perdiendo miles de fieles cada día por escándalos, homosexualidad, abuso de menores. Yo quiero formar parte de una nueva iglesia de renovación en el carisma del espíritu santo, y lo que hacen es alejarme, difamarme y sobre todo humillarme, le dicen a la feligresa “es falso sacerdote “. Y me pregunto ¿Quien es más falso? dentro de la misma iglesia, cada vez mas vacía, mas oscura, mas alejada de la gente, que se guía por el chusmerío y el dinero. He tocado todas las puertas de la jerarquia Católica en Argentina, hasta ahora no he tenido buenas respuestas, sino agravios y humillaciones hacia mi persona, todo lo contrario que recibo de la gente. Recorro la Argentina visitando en las casas, porque me niegan una iglesia, me niegan dar la palabra de Dios y los sacramentos, para lo que me prepare por verdadera vocación. Tengo documentación de todos los trámites que hice para esto en el ámbito eclesial. Juan XXIII hablaba de conversión y de unión entre las iglesias, Juan Pablo II decía humanización, pero no fueron escuchados por algunos Obispos y sacerdotes. Escribo esta carta para ustedes, para que sepan que la iglesia es Santa, a pesar de que no todos los que están dentro de ella lo entiendan. Para ser sacerdote católico se deber ser humilde, sano, honrado y trabajar para su feligresía, eso es lo único que pretendo porque creo en el Señor Jesús. En la actualidad me encuentro construyendo mi propia capilla con el nombre “Jesús Misericordioso” en Bialet Massé (Córdoba) para todos lo que necesiten de mi ayuda, venga y los recibiré con los brazos abiertos.
* CI 8540725
Sacerdote de la Iglesia Carismática Apostólica de Evangelización
danielramonrodriguez@yahoo.com.ar
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