lunes, julio 05, 2010

Proyección del documental “Pacto de Silencio” y análisis de la represión policial en Bariloche

Por Red x la Identidad Esquel

La Red por la Identidad Esquel presentó el pasado viernes el documental “Pacto de Silencio” del director Carlos Echeverría, como disparador para pensar junto a los que se acercaron al centro cultural Melipal la entramada de la sociedad barilochense, teniendo presente la muerte de Diego Boneffoi de 15 años, asesinado el 17 de junio por un joven agente de la Comisaría 28, la posterior represión y la movilización en apoyo a la policía. El sacerdote, Ángel Tissot, invitado por la Red, comentó su visión sobre los hechos en función de una década de trabajo social realizado en el barrio “Frutillar” de Bariloche.

El documental muestra el progresivo asentamiento de inmigrantes alemanes en Bariloche y el crecimiento de la comunidad germana, aislada del resto de la sociedad barilochense. Revela el arribo de criminales nazis a la ciudad, puntualizando en la historia de Erich Priebke, uno de los responsables de la masacre de las Fosas Ardeatinas, en la cual fueron asesinados 335 civiles italianos, durante la ocupación de la Alemania Nazi en Roma. Echeverría trata de responder por qué ciertos sectores de Bariloche les brindaron amparo a los criminales nazis, aún conociendo su pasado.

El documental muestra los vestigios del pensamiento nazi enraizados en la cultura de Bariloche y su idea de superioridad y división: de judíos contra arios, de comunistas contra nacionalistas, de rubios contra morochos.

Todos enemigos creados a base del miedo. Son los responsables de los males de la nación.

Acaso hoy, los chicos en situación de vulnerabilidad no son considerados enemigos y temidos. “La sociedad actual está creando monstruos de 13 o 14 años”, dice el sacerdote Ángel Tissot, minutos antes de comenzar la película. Tissot trabajó diez años en el barrio “Frutillar”, desarrollando distintas estrategias junto a vecinos y organizaciones sociales para evitar la muerte de niños y adolescentes alcoholizados o drogados, “todos los días se nos moría un compañero, un alumno”, dice.

Propone analizar la pueblada de Bariloche, atendiendo a los años de abandono de los sectores vulnerables de la población, “no hay políticas públicas que permitan tener una realidad distinta”, agrega.

En cuanto a la movilización en apoyo a la policía, Tissot entiende que se debe a que los vecinos no pueden ver que la pobreza y la exclusión son las verdaderas causas de la inseguridad y el delito. Además, el sacerdote destacó el compromiso comunitario del juez Martín Lozada, quien fue desplazado de la causa por la Cámara Segunda del Crimen de Bariloche.

El gatillo fácil, la pueblada, la represión, la defensa de la mano dura esta vez nos roza a 300 kilómetros. La propuesta es analizar en un próximo encuentro, la situación local con respecto a la pobreza y marginalidad.

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