Por Claudia Haure *
Enviado por Omar Latini
Foto: Tiempo Sur
El 21 de agosto se cumplieron tres años del incendio del edificio de la Escuela Hogar y aún hoy no tenemos un edificio nuevo… un ejemplo más de que en Santa Cruz la educación no es considerada una prioridad.
Andar durante tres años en distintos edificios, dividirnos y acomodarnos a las posibilidades de hospitalidad de otras instituciones, modificar constantemente horarios y espacios para poder asegurar la escolaridad a todos nuestros alumnos, perdón , sólo a algunos ya que todos los alumnos internados que teníamos en el 2007, tuvieron que volver a sus pueblos de origen e intentar seguir transitando la escuela en otras escuelas… tanto acomodarnos a la realidad que nos toca vivir… parece que creemos que el derecho a la educación es un lujo. Tras tres años de lo ocurrido y más de uno en que se comenzó la construcción de la obra… hoy no tenemos la certeza de la fecha de entrega de dicho edificio.
Después de la movilización de los padres en marzo de este año el Consejo Provincial de Educación en la voz de Irma Igor se comprometió a que nos trasladaríamos al nuevo edificio en agosto de este año, como así también que controlaríamos la obra junto a padres, docentes, las autoridades municipales y de educación, a fin de que se cumplieran los plazos de entrega estipulados.
¿Compromiso o solo intención de aquietar a todos los que con justas causas nos reuníamos pidiendo el edificio? Ya que, si bien hemos visitado la obra, vemos con profunda decepción como se retrasa el momento de la entrega del edificio. Y se firma una nueva acta donde se amplía el plazo de entrega para fines de septiembre. Palabras que no asumen ningún compromiso real, ya que no garantizan su cumplimiento.
Para la empresa contratista no representa ninguna diferencia entregar esta obra un mes después o cinco meses, o un año… para nosotros los que día a día sentimos lo que significa no tener un edificio propio, los que sentimos que estamos de prestado, los que creemos que tener un edificio propio es un derecho y no un regalo… significa mucho más que un billete o que un viaje más de la arquitecta y la vocal del consejo.-
Nosotros, adultos, padres o docentes que trabajamos día a día y sostenemos que la educación es un derecho inalienable de los niños, somos quienes debemos luchar por defenderlo. Somos quienes no debemos dejar de recordar que pasaron tres años y que es una obligación del estado no solo construir los edificios escolares que hagan falta sino también hacer que esos edificios estén en las condiciones adecuadas para que nuestros alumnos puedan gozar de este derecho.
Recordar este día nos permite no olvidar…
no olvidar la escuela que teníamos, no olvidar el espíritu de lucha y grupo que sosteníamos hace unos años, no olvidar que el incendio es parte de la historia de nuestra escuela, no olvidar que los favores políticos a veces se pagan muy caros, no olvidar que cuando pedíamos ayuda más de una vez estábamos solos, no olvidar que nuestros representantes deben estar presentes en esta lucha, no olvidar que es necesario reorganizarse, no olvidar que la unión hace la fuerza, no olvidar que la escuela la hacemos entre todos, no olvidar…
No debemos olvidar que seguimos en el camino, pase lo que pase, que cada 21 de agosto, tenemos la certeza que si queremos vamos a salir adelante, que nosotros los maestros, los padres, los alumnos tenemos la fuerza para hacer el cambio, para armar la escuela que queremos, esa que soñamos. Una escuela que enseñe, que aprenda, que comparta, que cambie, que luche, que una, que aspire a un futuro mejor…
Para este 21 de agosto propongo que hagamos un abrazo simbólico, todos unidos alrededor de ella, que la abracemos y dejemos nuestras manos pintadas en el paredón.
Que esa sea nuestra forma de recordar
Que nunca más… permitamos que se queme una escuela… Nunca más
* Maestra de la Escuela Hogar Rural Nª 1 – Los Antiguos
Enviado por Omar Latini
Foto: Tiempo Sur
El 21 de agosto se cumplieron tres años del incendio del edificio de la Escuela Hogar y aún hoy no tenemos un edificio nuevo… un ejemplo más de que en Santa Cruz la educación no es considerada una prioridad.
Andar durante tres años en distintos edificios, dividirnos y acomodarnos a las posibilidades de hospitalidad de otras instituciones, modificar constantemente horarios y espacios para poder asegurar la escolaridad a todos nuestros alumnos, perdón , sólo a algunos ya que todos los alumnos internados que teníamos en el 2007, tuvieron que volver a sus pueblos de origen e intentar seguir transitando la escuela en otras escuelas… tanto acomodarnos a la realidad que nos toca vivir… parece que creemos que el derecho a la educación es un lujo. Tras tres años de lo ocurrido y más de uno en que se comenzó la construcción de la obra… hoy no tenemos la certeza de la fecha de entrega de dicho edificio.
Después de la movilización de los padres en marzo de este año el Consejo Provincial de Educación en la voz de Irma Igor se comprometió a que nos trasladaríamos al nuevo edificio en agosto de este año, como así también que controlaríamos la obra junto a padres, docentes, las autoridades municipales y de educación, a fin de que se cumplieran los plazos de entrega estipulados.
¿Compromiso o solo intención de aquietar a todos los que con justas causas nos reuníamos pidiendo el edificio? Ya que, si bien hemos visitado la obra, vemos con profunda decepción como se retrasa el momento de la entrega del edificio. Y se firma una nueva acta donde se amplía el plazo de entrega para fines de septiembre. Palabras que no asumen ningún compromiso real, ya que no garantizan su cumplimiento.
Para la empresa contratista no representa ninguna diferencia entregar esta obra un mes después o cinco meses, o un año… para nosotros los que día a día sentimos lo que significa no tener un edificio propio, los que sentimos que estamos de prestado, los que creemos que tener un edificio propio es un derecho y no un regalo… significa mucho más que un billete o que un viaje más de la arquitecta y la vocal del consejo.-
Nosotros, adultos, padres o docentes que trabajamos día a día y sostenemos que la educación es un derecho inalienable de los niños, somos quienes debemos luchar por defenderlo. Somos quienes no debemos dejar de recordar que pasaron tres años y que es una obligación del estado no solo construir los edificios escolares que hagan falta sino también hacer que esos edificios estén en las condiciones adecuadas para que nuestros alumnos puedan gozar de este derecho.
Recordar este día nos permite no olvidar…
no olvidar la escuela que teníamos, no olvidar el espíritu de lucha y grupo que sosteníamos hace unos años, no olvidar que el incendio es parte de la historia de nuestra escuela, no olvidar que los favores políticos a veces se pagan muy caros, no olvidar que cuando pedíamos ayuda más de una vez estábamos solos, no olvidar que nuestros representantes deben estar presentes en esta lucha, no olvidar que es necesario reorganizarse, no olvidar que la unión hace la fuerza, no olvidar que la escuela la hacemos entre todos, no olvidar…
No debemos olvidar que seguimos en el camino, pase lo que pase, que cada 21 de agosto, tenemos la certeza que si queremos vamos a salir adelante, que nosotros los maestros, los padres, los alumnos tenemos la fuerza para hacer el cambio, para armar la escuela que queremos, esa que soñamos. Una escuela que enseñe, que aprenda, que comparta, que cambie, que luche, que una, que aspire a un futuro mejor…
Para este 21 de agosto propongo que hagamos un abrazo simbólico, todos unidos alrededor de ella, que la abracemos y dejemos nuestras manos pintadas en el paredón.
Que esa sea nuestra forma de recordar
Que nunca más… permitamos que se queme una escuela… Nunca más
* Maestra de la Escuela Hogar Rural Nª 1 – Los Antiguos
0 Comentá esta nota:
Publicar un comentario