Por H.I.J.O.S. Bariloche
Como es de público conocimiento en la municipalidad de San Carlos de Bariloche existe una Carta Orgánica que debe ser respetada y cumplida. El articulo 26 inciso 8 dice:"Los que hubieran participado en los gobiernos de facto o de alteración de la vida democrática, entendiéndose por tales a quienes hayan ocupado cargos que debieran haber surgido del voto popular, y a las personas que ejercieron funciones de responsabilidad o asesoramiento político en los poderes de la Nación, de las provincias o de los municipios y que no estuvieran comprendidas en los estatutos, convenios colectivos y/o normas de derecho administrativo." se refiere a las inhabilidades para ejercer cualquier cargo previsto en la Carta Orgánica.
A partir de lo que expresa la Carta Orgánica, y como el señor Rodolfo Florido (alias: Adolfo Grau; pseudónimo que utilizo en la Ultima Dictadura) admitió haber trabajado en altos cargos en la época de la Dictadura Cívico-Militar, y, en suma, él se autodenomina una persona de “buena fe”, podría deducirse que no hubiera aceptado el cargo publico que se le ofreció en la municipalidad de nuestra ciudad, ya que estaría en incumplimiento de la ley. Podría haber rechazado el trabajo, o también alegar muchas otras razones sin necesidad de acusar su trabajo en la época más oscura de la Argentina (recordemos que trabajo en la estructura del Personal Civil de Inteligencia del Ejército -entre junio de 1976 y abril de 1978-, y en el Servicio de Inteligencia Naval de la Armada -entre 1978 y 1989). Pero ya es de sumo conocimiento que esto no fue así. Surge la inevitable pregunta: ¿Por qué entonces acepto el cargo publico de asesor de prensa del Consejo Municipal? ¿No es él quien defiende la democracia y la ley?
Resulta incomprensible y difícil de creer cuando menciona su compromiso con la democracia aun en los años mas duros de la dictadura cívico-militar y resulta hasta irrisorio que en plena dictadura fuese el servidor modelo de la democracia, ya que existen sobrados ejemplos de agentes y militares desaparecidos o asesinados por no acordar con el modelo económico y represivo impuesto. En suma, en esa época fue elogiado por sus superiores por su “voluntad por satisfacer las exigencias impuestas” y recibiendo envidiables notas en los dos años que presto servicio como espía del personal civil de inteligencia del ejército. ¿Tanto ocultó su “defensa a la democracia” como para recibir tantos reconocimientos de aquellos que detenían y desaparecían a personas en forma inescrupulosa?
Consideramos sumamente grave que este personaje reivindique su labor de agente de inteligencia en el ejercito y la marina durante la ultima dictadura cívico-militar, es decir participe del genocidio en primer o segundo grado, por que el que marca o entrega a una persona para ser secuestrada, torturada y luego desaparecida y asesinada no es mas que un genocida.
Pero consideramos mas grave aun "el orgullo ciudadano" con el que menciona su arriesgada labor de espía contra, según sus palabras, "la escoria mas infecta que puede habitar nuestro suelo". En toda su carta a lectores, nunca queda en evidencia si esa escoria eran los males llamados “subversivos” o los bien llamados “genocidas”. Es importante destacar su alusión constante a la defensa de la democracia, pero hay que entender también, que ese argumento fue y es utilizado por dictadores y asesinos para justificar sus terribles atrocidades.
En un momento en el que la justicia avanza lentamente en los juicios a los genocidas de este país, hay muchos civiles y militares que van a ser muy difíciles, sino imposibles, de juzgar en los tribunales ya que sus victimas fueron asesinadas. Por lo tanto no pueden ser reconocidos, es por ello que pensamos que si un tribunal no los puede juzgar que los juzgue y repudie la sociedad. De ahí nace “SI NO HAY JUSTICIA HAY ESCRACHE”, para que de esta manera los vecinos y la comunidad sepan quien vive entre todos nosotros.
A todos aquellos que creyeron en las palabras de este personaje, que miran su programa, que leen sus notas, que le dan prensa, que lo respetan, entre otros elogios; es tiempo de reflexionar sobre las palabras y expresiones que utiliza en todos sus discursos; “a los que no creen nunca en nada ni en nadie que no sean ellos mismos”, esperamos que saquen sus propias conclusiones. Y a los que nos ayudaron a sacar todo esto a la luz gracias y a seguir con esta lucha para la verdad, la justicia y la memoria.
Y por último, para que tengan en cuenta que eso de " servir a la patria siempre con la ley en la mano " son las palabras con las que cierra su alegato en los juicios Luciano Benjamin Menéndez (enjuiciado actualmente junto con Jorge Rafael Videla por delitos de lesa humanidad y ya condenado a cadena perpetua)… sin palabras.
H.I.J.O.S. Bariloche
Si no hay justicia hay escrache
Nota relacionada: Rodolfo Florido: mucho más que un “un simple empleado público” durante la Dictadura
Como es de público conocimiento en la municipalidad de San Carlos de Bariloche existe una Carta Orgánica que debe ser respetada y cumplida. El articulo 26 inciso 8 dice:"Los que hubieran participado en los gobiernos de facto o de alteración de la vida democrática, entendiéndose por tales a quienes hayan ocupado cargos que debieran haber surgido del voto popular, y a las personas que ejercieron funciones de responsabilidad o asesoramiento político en los poderes de la Nación, de las provincias o de los municipios y que no estuvieran comprendidas en los estatutos, convenios colectivos y/o normas de derecho administrativo." se refiere a las inhabilidades para ejercer cualquier cargo previsto en la Carta Orgánica.
A partir de lo que expresa la Carta Orgánica, y como el señor Rodolfo Florido (alias: Adolfo Grau; pseudónimo que utilizo en la Ultima Dictadura) admitió haber trabajado en altos cargos en la época de la Dictadura Cívico-Militar, y, en suma, él se autodenomina una persona de “buena fe”, podría deducirse que no hubiera aceptado el cargo publico que se le ofreció en la municipalidad de nuestra ciudad, ya que estaría en incumplimiento de la ley. Podría haber rechazado el trabajo, o también alegar muchas otras razones sin necesidad de acusar su trabajo en la época más oscura de la Argentina (recordemos que trabajo en la estructura del Personal Civil de Inteligencia del Ejército -entre junio de 1976 y abril de 1978-, y en el Servicio de Inteligencia Naval de la Armada -entre 1978 y 1989). Pero ya es de sumo conocimiento que esto no fue así. Surge la inevitable pregunta: ¿Por qué entonces acepto el cargo publico de asesor de prensa del Consejo Municipal? ¿No es él quien defiende la democracia y la ley?
Resulta incomprensible y difícil de creer cuando menciona su compromiso con la democracia aun en los años mas duros de la dictadura cívico-militar y resulta hasta irrisorio que en plena dictadura fuese el servidor modelo de la democracia, ya que existen sobrados ejemplos de agentes y militares desaparecidos o asesinados por no acordar con el modelo económico y represivo impuesto. En suma, en esa época fue elogiado por sus superiores por su “voluntad por satisfacer las exigencias impuestas” y recibiendo envidiables notas en los dos años que presto servicio como espía del personal civil de inteligencia del ejército. ¿Tanto ocultó su “defensa a la democracia” como para recibir tantos reconocimientos de aquellos que detenían y desaparecían a personas en forma inescrupulosa?
Consideramos sumamente grave que este personaje reivindique su labor de agente de inteligencia en el ejercito y la marina durante la ultima dictadura cívico-militar, es decir participe del genocidio en primer o segundo grado, por que el que marca o entrega a una persona para ser secuestrada, torturada y luego desaparecida y asesinada no es mas que un genocida.
Pero consideramos mas grave aun "el orgullo ciudadano" con el que menciona su arriesgada labor de espía contra, según sus palabras, "la escoria mas infecta que puede habitar nuestro suelo". En toda su carta a lectores, nunca queda en evidencia si esa escoria eran los males llamados “subversivos” o los bien llamados “genocidas”. Es importante destacar su alusión constante a la defensa de la democracia, pero hay que entender también, que ese argumento fue y es utilizado por dictadores y asesinos para justificar sus terribles atrocidades.
En un momento en el que la justicia avanza lentamente en los juicios a los genocidas de este país, hay muchos civiles y militares que van a ser muy difíciles, sino imposibles, de juzgar en los tribunales ya que sus victimas fueron asesinadas. Por lo tanto no pueden ser reconocidos, es por ello que pensamos que si un tribunal no los puede juzgar que los juzgue y repudie la sociedad. De ahí nace “SI NO HAY JUSTICIA HAY ESCRACHE”, para que de esta manera los vecinos y la comunidad sepan quien vive entre todos nosotros.
A todos aquellos que creyeron en las palabras de este personaje, que miran su programa, que leen sus notas, que le dan prensa, que lo respetan, entre otros elogios; es tiempo de reflexionar sobre las palabras y expresiones que utiliza en todos sus discursos; “a los que no creen nunca en nada ni en nadie que no sean ellos mismos”, esperamos que saquen sus propias conclusiones. Y a los que nos ayudaron a sacar todo esto a la luz gracias y a seguir con esta lucha para la verdad, la justicia y la memoria.
Y por último, para que tengan en cuenta que eso de " servir a la patria siempre con la ley en la mano " son las palabras con las que cierra su alegato en los juicios Luciano Benjamin Menéndez (enjuiciado actualmente junto con Jorge Rafael Videla por delitos de lesa humanidad y ya condenado a cadena perpetua)… sin palabras.
H.I.J.O.S. Bariloche
Si no hay justicia hay escrache
Nota relacionada: Rodolfo Florido: mucho más que un “un simple empleado público” durante la Dictadura
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