lunes, octubre 18, 2010

Concurso de spots: “Jóvenes esquelenses ganadores de primera pero reconocidos como de segunda”

Por María Alejandra Urquizú *

Falta de transparencia en el otorgamiento de premios del concurso de spots ambientales para TV

El martes 12 de octubre del corriente se publicó en la página del Gobierno Provincial el dictamen realizado por el jurado del Ministerio de Ambiente, sobre los trabajos presentados por alumnos de distintas escuelas de Chubut que participaron del concurso de Spots ambientales para TV organizado por la Subsecretaria de Gestión Ambiental a través de la Dir. Gral. de Gestión Ambiental.

El mismo estaba destinado a estudiantes secundarios de toda la provincia, resultando ganador del 2° premio, el trabajo “Empecemos a hacer algo” realizado por Lautaro Manuel González Urquizu, Ezequiel Agustín Estévez, Ignacio Martín González y Gabriel Esteban Biaggioni como docente asesor de la Escuela Nº 713 de Esquel y del 3° premio la alumna Patricia Simón de la Escuela Nº 714 de Trelew, declarándose el Primer Premio Desierto.

El Acta del jurado indica que “La decisión del jurado y la elección de los spots ganadores, se basó en la creatividad puesta en el tratamiento de la imagen, el adecuado abordaje de la temática planteada, el compromiso asumido con la problemática ambiental y la coherencia interna del trabajo. En el descargo los jurados dejan constancia que el 1° premio se declara vacante por considerar que ninguno de los trabajos presentados cumple con las máximas expectativas respecto de la calidad técnica, creatividad y pertinencia en el contenido”, sin embargo los argumentos esgrimidos para otorgar el 2° premio fueron los siguientes: “el trabajo “Empecemos a hacer algo” posee una calidad técnica apropiada y contenido pertinente. Se rescata el enfoque creativo y la intención comunicacional del trabajo. Lo propio surge en la justificación del 3° premio “Chubut, agente de cambio” que presenta contenido pertinente en un marco de calidad técnica adecuada. Se rescata la intención comunicacional y el compromiso con el ambiente desde una mirada propia.

Ante esta resolución los jóvenes involucrados comenzaron a preguntarse sobre los criterios utilizados para decretar el primer premio desierto, siendo que esta alternativa no se había explicitado en la convocatoria.

Desde mi lugar, tampoco podía justificar dicha decisión, ya que el sentido común me indicaba que habilitar la participación a un concurso que otorga tres premios implica elegir entre las producciones presentadas, las tres mejores teniendo en cuenta la calidad, creatividad y pertinencia apropiadas o acordes (valoración cualitativa) y no si reúnen las máximas o mínimas expectativas (valoración cuantitativa). En el caso que nos convoca, las obras premiadas reunían estos criterios y estaban reconocidos por los mismos jurados.

Parecía entonces que el resultado se definía sólo por una cuestión semántica:

 “ningún trabajo cumple con las máximas expectativas respecto de la calidad técnica, creatividad y pertinencia en el contenido”,

el 2° premio “posee una calidad técnica apropiada y contenido pertinente. Se rescata el enfoque creativo y la intención comunicacional del trabajo.

Difícil tarea para los padres establecer la diferencia sutil entre lo máximo, lo apropiado, lo pertinente, cuando los que reclaman son jóvenes que realizan juicios morales sobre lo justo e injusto de las decisiones de los adultos.

Difícil tarea cuando los jóvenes estudiantes dedicaron muchas horas y por varias semanas en el diseño del guión, la grabación del spots, la realización de efectos especiales, tareas que fueron revisadas, una y otra vez con el docente tutor, llegando a la etapa final sintiendo mucho entusiasmo al ver el producto obtenido a partir del esfuerzo y tiempo dedicados.

Difícil tarea cuando estos jóvenes apostaron a tomar un desafío en el que debían poner en juego todos los conocimientos aprendidos en su trayecto escolar, representar a la institución educativa a la que pertenecen, e implicarse desde el Trayecto Técnico Profesional en Informática que cursan transfiriendo los aprendizajes alcanzados hasta este momento.

Y participar ya era una realidad y ganar era un sueño posible de alcanzar...... que se hizo realidad, pero que les trajo sentimientos encontrados, felicidad por ser elegidos, afianzamiento de sus posibilidades creativas y técnicas, valoración del trabajo compartido entre pares, así como desilusión, impotencia, injusticia al saberse ganadores de primera pero reconocidos como de segunda.

Quisiera que las autoridades que toman estas decisiones pudieran ponerse en el lugar de nuestros jóvenes, de los jóvenes que aceptan involucrarse y participar de la vida ciudadana desde el lugar que les toca, mostrando su sensibilidad por temas que afectan a toda la humanidad, que pudieran valorar ese paso, que aunque sea corto hace a la diferencia y mirar a esta juventud que se esfuerza, que estudia, que participa, que toma conciencia de los problemas que genera el hombre pero que a su vez es una juventud crítica, pensante, reflexiva, coherente, con valores, a la que no se debe subestimar, porque nos demuestran día a día que están a la altura de las circunstancias, que no les importa sólo “su mundo” sino “el mundo”.

Si esperamos que aprendan a respetar y a cuidar el plantea, a partir de estas campañas y propuestas de participación en concursos que promueve el Gobierno Provincial, primero debemos respetarlos y cuidarlos a ellos, no quebrar su confianza, no destruir sus ideales, ser transparentes, porque es desde ese lugar, que podremos seguir siendo sus referentes y podremos acompañarlos en la construcción de una conciencia ciudadana que los comprometa con su realidad social.

* DNI 14247414

Nota relacionada: Un alumno del Colegio 713 clasificó en la instancia nacional de las Olimpiadas de Informática

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