Por Marcelo Valko *
A diferencia del indio que conservan los museos en sus repisas, el indio vivo siempre molestó. Desde Roca, desde Sarmiento, desde Mitre y antes también. Le molestó a Rivadavia y para eso contrató a Friederich Rauch “para exterminar a la raza carnicera de los ranqueles”, le molestó a los saladeristas del tiempo de Rosas y por eso la campaña realizada por el Restaurador de la Leyes que fue de una crueldad inusitada con los prisioneros como lo prueban las cartas indicando tomar pocos prisioneros y a los demás “ladearlos del camino y acabarlos en caliente”.
Le molestó a la Sociedad Rural, y por esos “se encolumnó como un solo hombre detrás” de la Zanja de Alsina primero y tras los remington de Roca después.
El indio vivo que camina, que come, que necesita un espacio, que transpira y que sueña siempre molestó.
En cambio, no le molestó a Juan José igual que Castelli que celebró en 1811, el 1er aniversario del 25 de mayo, en las ruinas de Tiahuanaco donde convocó a las comunidades para anunciar el fin de la esclavitud indígena; no le molestó al Dr. Mariano Moreno cuyo título de tesis en Chuquisaca fue Disertación jurídica sobre el servicio personal de los indios en general y sobre el particular de Yanaconas y Mitarios. Tampoco le molestó a José de San Martín que en su famosa Orden General expresó que “combatiremos en bolas como nuestros paisanos los indios, seamos libres, lo demás no importa” y mucho menos le molestó al extraordinario Manuel Belgrano como lo prueba su proyecto en Tucumán en 1816 al proponer la monarquía incaica atemperada como forma de gobierno.
Lo que está sucediendo en La Primavera, Formosa, demuestra que sigue molestando, demuestra que sigue sobrando, por eso se lo invisibiliza y se lo busca eliminar.
Estos graves episodios que han ocurrido, y que se venían gestando hace ya meses, deben ser investigados y castigados como corresponde. Es imposible aceptar que haya muertos por defender tierras ancestrales.
Juicio y castigo y solución efectiva al problema de tierras.
* Psicólogo, profesor, fundador de la Cátedra “Imaginario Étnico, Memoria y Resistencia” Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo
Nota relacionada: Territorio del crimen: asesinan a integrante del pueblo Qom en Formosa
A diferencia del indio que conservan los museos en sus repisas, el indio vivo siempre molestó. Desde Roca, desde Sarmiento, desde Mitre y antes también. Le molestó a Rivadavia y para eso contrató a Friederich Rauch “para exterminar a la raza carnicera de los ranqueles”, le molestó a los saladeristas del tiempo de Rosas y por eso la campaña realizada por el Restaurador de la Leyes que fue de una crueldad inusitada con los prisioneros como lo prueban las cartas indicando tomar pocos prisioneros y a los demás “ladearlos del camino y acabarlos en caliente”.
Le molestó a la Sociedad Rural, y por esos “se encolumnó como un solo hombre detrás” de la Zanja de Alsina primero y tras los remington de Roca después.
El indio vivo que camina, que come, que necesita un espacio, que transpira y que sueña siempre molestó.
En cambio, no le molestó a Juan José igual que Castelli que celebró en 1811, el 1er aniversario del 25 de mayo, en las ruinas de Tiahuanaco donde convocó a las comunidades para anunciar el fin de la esclavitud indígena; no le molestó al Dr. Mariano Moreno cuyo título de tesis en Chuquisaca fue Disertación jurídica sobre el servicio personal de los indios en general y sobre el particular de Yanaconas y Mitarios. Tampoco le molestó a José de San Martín que en su famosa Orden General expresó que “combatiremos en bolas como nuestros paisanos los indios, seamos libres, lo demás no importa” y mucho menos le molestó al extraordinario Manuel Belgrano como lo prueba su proyecto en Tucumán en 1816 al proponer la monarquía incaica atemperada como forma de gobierno.
Lo que está sucediendo en La Primavera, Formosa, demuestra que sigue molestando, demuestra que sigue sobrando, por eso se lo invisibiliza y se lo busca eliminar.
Estos graves episodios que han ocurrido, y que se venían gestando hace ya meses, deben ser investigados y castigados como corresponde. Es imposible aceptar que haya muertos por defender tierras ancestrales.
Juicio y castigo y solución efectiva al problema de tierras.
* Psicólogo, profesor, fundador de la Cátedra “Imaginario Étnico, Memoria y Resistencia” Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo
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