viernes, enero 14, 2011

Desacreditan al obispo de Aysén por denunciar depredación del hombre frente a la naturaleza

Charla “El agua como derecho humano y de los pueblos”, realizada en el mes de agosto en Comodoro Rivadavia y organida por la Pastoral Social, el Sindicato de Prensa y el FASP.
Fuente: F.A.S.P Chubut
Foto: El Patagónico


Carta abierta del obispo Luis Infanti de la Mora

Queridos hermanos y hermanas:

Como saben, en los medios de comunicación algunas personas e instituciones quieren hacerse presentes para socializar sus planteamientos y opiniones. Algunos buscan estar presentes, otros son requeridos por los mismos medios para presentar sus planteamientos.

En uno y otro caso, es lógico que uno se exponga a ser valorado y juzgado por la opinión pública, sea por sus planteamientos, sea por su persona.

En estos últimos meses no ha faltado quien ha enviado “mensajes” al Obispo de Aysén a través de algunos Medios de Comunicación de la Región. Otros lo han hecho con panfletos, amparándose en la oscuridad de la noche y en el anonimato. Estos últimos no han tenido un mínimo de valor para plantearme personalmente sus inquietudes, como muchos lo hacen.

Esta situación me da a entender que en estos “mensajes” subyacen otros intereses y motivaciones, muy distintas al estilo de animación, orientación, corrección y diálogo, fraternos, que inspiran el discernimiento en personas de buena voluntad.

¿Será casualidad que en estos tiempos se intente desacreditar al Obispo como referente ético - espiritual?

En algunos de estos “mensajes” se quiere presentar al Obispo como opositor intransigente hacia la cuestionada instalación de proyectos hidroeléctricos.
Esto es desconocer los planteamientos éticos y espirituales presentados en la Carta Pastoral “Danos hoy el agua de cada día”, surgida luego de una seria reflexión y discernimiento eclesial de al menos tres años, sobre medio ambiente, agua, energía, bien común, estructuras de poder. Este serio y ponderado planteamiento ha sido requerido y valorado a nivel nacional e internacional, y presentado en 38 ciudades con públicos variadísimos, en estos últimos dos años (Chile, Argentina, Méjico, España, Italia, Bélgica,…), sin considerar los innumerables servicios de prensa.
Siempre he sido INVITADO a estos encuentros, a costas de los solicitantes.

Innumerables han sido también las presentaciones a grupos y comunidades de la Región de Aysén, e innumerables han sido las solicitudes no atendidas por falta de tiempo.

Así mismo la Conferencia Episcopal de Chile ha valorado y alentado la labor de la Iglesia de Aysén en este campo, e incluso el señor Nuncio Apostólico, en carta personal del año 2008, señala: “El Sr. Cardenal Días, (Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, aplaude las iniciativas y la sensibilidad demostrada en medio de encontradas posturas sobre el cuidado y defensa del ambiente natural y anima a usted y colaboradores a continuar comprometiéndose en este importante ámbito de su misión pastoral”.

Estimados hermanos y amigos, es habitual que la estrategia de empresas, muchas veces multinacionales, que tienen grandes proyectos y grandes intereses, busque crear división y desacreditar a quienes ponen objeciones a sus proyectos. Como prueba de ello, en Chile, contamos con abundantes ejemplos: HidroAysén, Energía Austral, Pascua Lama, Celco en Mehuín,…

Digamoslo claramente: las divergencias están entre los pobres (silenciados y excluidos) y los poderosos. La opción por uno u otro sector marca la misión profética de la iglesia y su acción evangelizadora de anuncio y denuncia para llamar a la conversión. Frente a un modelo de desarrollo que ofrece “pan para hoy y hambre para mañana”, la iglesia no puede ser neutral.

Entonces es necesario preguntarse: ¿Qué motivos llevaron a Cristo a la Cruz? ¿Y quienes lo crucificaron? ¿Será esta presencia y opción del Obispo las que amenazan realmente la unidad de la Iglesia?

La unidad de la iglesia se basa en la fe, en sus verdades de fe, en su liturgia, en su misión de evangelizar, en sus opciones pastorales (ver Plan Pastoral de la Iglesia de Aysén, de Chile, de América Latina). A eso apunta toda la labor del Obispo de Aysén, entre comprensiones e incomprensiones.

Confío que el diálogo y la claridad en los planteamientos, sobre todo los que surgen de la fe y de la ética, nos ayuden a crecer en la madurez humana, social y religiosa, más allá de los legítimos intereses personales y particulares, para hacer de Aysén y de Chile “una mesa para todos”.

Les saluda fraternalmente y bendice,

+ LUIS INFANTI DE LA MORA, osm.
Obispo Vicario Apostólico de Aysén

Nota relacionada: Obispos patagónicos recurrieron a la ONU ante el avance de mineras e hidroeléctricas

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