lunes, marzo 14, 2011

“Crónica de la movilización en la meseta: cabalgata y carnaval de la resistencia”, por A. Callupil

Por Ángel Callupil *

El domingo 6 temprano ya estaban los caballos listos para arrancar, los jinetes de Gan-Gan, del Mallín de los Cual y de Laguna Fría habían llegado la noche anterior.

Nueve eran los cabalgadores y Estela de la comunidad de Laguna Fría, quien también se animó como se anima la mujer mapuche. Doña Hortensia no tenía caballo conocido ni manso “sino también iba andar entreverada”, aunque no faltó, en la tarde del mismo día, fue de las primeras en llegar para sumarse a la caravana, que también desde Gan-Gan organizados por la asamblea de vecinos autoconvocados de esa localidad, iría al encuentro de los jinetes, allí en el establecimiento El Salitral.

Ya en el lugar, fue el encuentro con los que en colectivo llegaron desde Madryn y Trelew, del Foro Social Ambiental, otros de los vecinos autoconvocados de Esquel y zona cordillerana, estaban también los pobladores de la zona de Pirre Mahuida y aledaños al emprendimiento minero que también llegaron de a caballo, este reencuentro fue celebrado con un asado, para luego escuchar las voces de los distintos pobladores que manifestaron por que estaban allí y como están sintiendo su más grande preocupación, la escasez de agua. Carina desde la Rioja dejo su testimonio de cuatro años de lucha y resistencia en Famatina.

La noche cobijo a todos para el descanso merecido

El ñorquin convocaba en la mañana del lunes 7, para por fin llegar hasta las tranqueras del emprendimiento, veintidós jinetes eran ahora y más de diez camionetas junto al colectivo conformaban la caravana que llego a la media mañana hasta el puesto de control, en la entrada del proyecto minero “navidad”, después de recorrer los cerca de diez kilómetros que nos separaban.

Se desplegaron las banderas y pancartas, se realizaron pintadas, se celebró la entrada al lugar. En eso llegaron dos efectivos de la policía desde Gastre, alertados porque los manifestantes estaban haciendo fuego, eran nomás las señales que se habían dejado para orientar el camino de los jinetes.

Luego se entonaron las estrofas del himno nacional y se escuchó el ñorquin y fueron invitados a decir su palabra los pobladores de las comunidades mapuche-tehuelches y vecinos, entre todos apareció un vecino del lugar, que nos invitaba a ver como la minera esta derrochando agua con una cañería que está abierta desde hace varios meses, cuando el mismo y tantos otros pobladores sufren la escasez. Pasamos hasta el lugar y constatamos ese derroche constante, el empleado minero no pudo justificar la situación. Los más entendidos dijeron que aproximadamente ochenta mil litros diarios se pierden por estar abierta esa cañería.

“Queremos comer un asadito como de costumbre, de un animal sano, bien alimentado, pero si esto sigue, si los mineros avanzan, qué nos va a quedar? Agua contaminada, animales enfermos, no queremos eso”.

“Acá estamos un puñado de luchadores, luchadores somos nosotros, y tenemos que ponernos firmes para que se vayan los mineros, no queremos la tierra dañada, así nos dañan a nosotros, queremos que se vayan, nosotros somos los de la tierra, porque somos mapuche”

Carnaval de la resistencia

Ya en la tarde del lunes en Gan-Gan, se hizo la marcha por las calles del pueblo, convocada por los vecinos del lugar, con muñecos, payasos, malabares, zancos, tambores, mucho color y alegría se recorrieron las calles haciendo parada frente a los galpones y las oficinas de la minera, llegando al centro comunitario siguió la presentación de los artistas callejeros y se proyectaron las fotos de la cabalgata y entrada en la minera, siguió el baile al ritmo del acordeón y la guitarra, celebrando la vida, celebrando la resistencia, celebrando la lucha. Con esa alegría, la capacidad de hacer fiesta que nunca se perdió, es que se retomara, aseguran, la movilización diciendo no a la megaminería, defendiendo el territorio, defendiendo el estilo ancestral de vida en la meseta.

Se niegan, en la meseta, a que sea la zona de sacrificio, a aceptar que la única alternativa de desarrollo sea la minería y que sea una zona despoblada.

Hay vida en la meseta, hay alternativas, hay lucha, hay resistencia.

* Pastora Aborigen

Nota relacionada: Chubut: “Crónica de la cabalgata contra la minería a cielo abierto”, por Denali Degraf

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