Por Alejandro Beletzky *
En estos días veo con asombro la nueva embestida que los de siempre pretenden hacer contra esa reliquia histórica, cultural y natural, que es la Isla Guenul o -como la rebautizamos- Huemul.
Leo las páginas de la Ordenanza, los delirios del proyecto y no salgo del asombro cómo el poder de turno pretende romper lo último que le queda de bonito y prístino en su jurisdicción.
La isla Huemul, ese relicto donde la Naturaleza supo mostrar su poder y capacidad de recuperación, tiene una larga historia de negociados mal habidos que arranca con el fraude de Rigchter y termina con los actuales promotores de este proyecto que sólo ven cómo hacer más y mejores negocios particulares.
La sociedad de Bariloche, que sin duda tiene una reserva moral y conciente de la realidad, debe repudiar y rechazar este negociado que no resiste ningún análisis ecológico, social, ambiental y que seguramente puede ser de interés económico para los "vivos de siempre" que, a costa del bien público, hacen sus burdos negocios particulares.
Debemos decir NO a este nuevo intento privatizador de los bienes naturales culturales e históricos de nuestros hijos y nietos.
Decimos NO porque;
1.- Esta Isla está claramente declarada como Reserva Histórica Ecológica Turística, no es una parcela hotelera gastronómica que las miles que ya tiene S.C. de Bariloche.
2.- No resiste ningún análisis ecológico la implantación de un negociado inmobiliario en ese reducido espacio de absoluta fragilidad ambiental. Solo me pregunto como piensan manejar cloacas y basura y me basta con ver el BASURAL PORTAL de Bariloche y la saturada Planta de la CEB.
3.- No más "COTOS" privados para seguir marcando diferencias feroces en nuestra sociedad, ya deberían haber aprendido que ese no es el camino. La Isla nos pertenece a todos nosotros y no aceptaremos que sea un negociado de unos pocos.
4.- Ya una vez aceptamos su uso turístico intensivo y fue un desastre económico, creo que la única alternativa es retomar con mas criterio y apertura social su uso asegurando días de transporte seguro y servicio básico de atención para el visitante que redescubre allí una historia nacional y la recuperación natural fantástica que ocurrió al dejar aquel proyecto nuclear.
5.- Primero resuelvan el "desastre natural" que ya están haciendo en Bariloche y la zona con su desmedido y no planificado crecimiento urbano y luego discutiremos más aperturas para el crecimiento. Hoy Bariloche es ya un caos con extremas diferencias sociales, vehicular, ecológico ambiental y ustedes señores concejales y funcionarios políticos sólo piensan en sus negocios personales.
Resuelvan el basural, las cloacas, las calles, la calidad de vida de sus ciudadanos, la calidad de atención turística, la seguridad, la recuperación ambiental de las zonas quemadas, la salud de las costas del lago, en fin, ocupen su tiempo en lo importante y ya no usen la función publica para engordar sus cuentas bancarias.
El mundo se debate en la peor crisis ecológica social económica y en San Carlos de Bariloche unos pocos siguen pensando ROBAR lo de todos nosotros. Basta de hipocresía, debemos sacar del poder a todos aquellos que por años hipotecaron nuestro futuro y claro, nosotros asumirnos como participes principales en la defensa de nuestros bienes.
* DNI 11.316540
Nota relacionada: Bariloche: vecinos se movilizan hoy al Concejo Deliberante en defensa de la Isla Huemul
En estos días veo con asombro la nueva embestida que los de siempre pretenden hacer contra esa reliquia histórica, cultural y natural, que es la Isla Guenul o -como la rebautizamos- Huemul.
Leo las páginas de la Ordenanza, los delirios del proyecto y no salgo del asombro cómo el poder de turno pretende romper lo último que le queda de bonito y prístino en su jurisdicción.
La isla Huemul, ese relicto donde la Naturaleza supo mostrar su poder y capacidad de recuperación, tiene una larga historia de negociados mal habidos que arranca con el fraude de Rigchter y termina con los actuales promotores de este proyecto que sólo ven cómo hacer más y mejores negocios particulares.
La sociedad de Bariloche, que sin duda tiene una reserva moral y conciente de la realidad, debe repudiar y rechazar este negociado que no resiste ningún análisis ecológico, social, ambiental y que seguramente puede ser de interés económico para los "vivos de siempre" que, a costa del bien público, hacen sus burdos negocios particulares.
Debemos decir NO a este nuevo intento privatizador de los bienes naturales culturales e históricos de nuestros hijos y nietos.
Decimos NO porque;
1.- Esta Isla está claramente declarada como Reserva Histórica Ecológica Turística, no es una parcela hotelera gastronómica que las miles que ya tiene S.C. de Bariloche.
2.- No resiste ningún análisis ecológico la implantación de un negociado inmobiliario en ese reducido espacio de absoluta fragilidad ambiental. Solo me pregunto como piensan manejar cloacas y basura y me basta con ver el BASURAL PORTAL de Bariloche y la saturada Planta de la CEB.
3.- No más "COTOS" privados para seguir marcando diferencias feroces en nuestra sociedad, ya deberían haber aprendido que ese no es el camino. La Isla nos pertenece a todos nosotros y no aceptaremos que sea un negociado de unos pocos.
4.- Ya una vez aceptamos su uso turístico intensivo y fue un desastre económico, creo que la única alternativa es retomar con mas criterio y apertura social su uso asegurando días de transporte seguro y servicio básico de atención para el visitante que redescubre allí una historia nacional y la recuperación natural fantástica que ocurrió al dejar aquel proyecto nuclear.
5.- Primero resuelvan el "desastre natural" que ya están haciendo en Bariloche y la zona con su desmedido y no planificado crecimiento urbano y luego discutiremos más aperturas para el crecimiento. Hoy Bariloche es ya un caos con extremas diferencias sociales, vehicular, ecológico ambiental y ustedes señores concejales y funcionarios políticos sólo piensan en sus negocios personales.
Resuelvan el basural, las cloacas, las calles, la calidad de vida de sus ciudadanos, la calidad de atención turística, la seguridad, la recuperación ambiental de las zonas quemadas, la salud de las costas del lago, en fin, ocupen su tiempo en lo importante y ya no usen la función publica para engordar sus cuentas bancarias.
El mundo se debate en la peor crisis ecológica social económica y en San Carlos de Bariloche unos pocos siguen pensando ROBAR lo de todos nosotros. Basta de hipocresía, debemos sacar del poder a todos aquellos que por años hipotecaron nuestro futuro y claro, nosotros asumirnos como participes principales en la defensa de nuestros bienes.
* DNI 11.316540
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