lunes, junio 06, 2011

Informe: “La importancia de mantener conectadas las áreas de reserva”

Por Ivonne Orellana y Alina Greslebin *

El ordenamiento del territorio es una herramienta fundamental para nuestra sociedad, ya que permite decidir el tipo de uso que se le dará a distintas áreas del territorio, de forma racional, planificada y participativa. Resulta una herramienta muy útil tanto desde el punto de vista económico y productivo como desde la perspectiva de la conservación de los ecosistemas, como patrimonio para las generaciones futuras y por los diversos servicios ambientales que brinda el bosque.

La conservación de la biodiversidad en los ecosistemas boscosos es una preocupación a escala global debido a que los bosques albergan el 80 % de la diversidad biológica de los ambientes terrestres. Uno de los procesos que representa una amenaza para la conservación de la biodiversidad de estos ecosistemas es la fragmentación. La fragmentación es un proceso de cambio en la composición de los ecosistemas que conforman el paisaje. Este tipo de procesos, puede conducir a la pérdida de continuidad espacial de los bosques, generando áreas remanentes más pequeñas (parches), aislados entre sí por un ambiente distinto del original al cual se reconoce como (matriz) (Figura 1).
Figura 1: Comparación entre áreas de bosque continuo y bosque fragmentado en parches, note cómo se incrementan los bordes en los bosques fragmentados

Los procesos de fragmentación evidencian como varían las superficies de los bosques a lo largo del tiempo. A efectos prácticos, éste tipo de análisis se suele realizar a partir de la comparación de mapas o fotografías aéreas de otras épocas con imágenes actuales. A partir de estos análisis se ha podido constatar que algunos de los factores que contribuyen a la fragmentación suelen ser: la ocurrencia de incendios, la construcción de caminos, diques, los cultivos y la subdivisión de predios. En condiciones naturales, los bosques nativos suelen ser ambientes continuos, en los que la mayor parte de la superficie corresponde a un hábitat de “bosque interior”, que mantiene las características peculiares del ecosistema sin influencia de la matriz que los rodea. En estos ambientes de bosque interior, la vida de todos los organismos: aves, mamíferos, insectos, árboles, musgos, hongos, flora y fauna asociada al suelo, etc., transcurre en un delicado equilibrio, alcanzado luego de miles de años de evolución conjunta. En los ambientes muy degradados y fragmentados los ambientes de bosque interior se pierden, ya que en los parches aumenta notablemente el área de borde, fuertemente influenciada por las características de la matriz circundante. Un ejemplo de como la construcción de caminos y los incendios contribuyen a la fragmentación del bosque y a la generación de áreas de borde pueden verse en la Figura. 2.
Figura 2. Fragmentación del bosque nativo por incendios.

Otra de las consecuencias de la fragmentación de los bosques, es la pérdida de biodiversidad debida a la reducción de superficie, en general en áreas más pequeñas hay un menor número de especies. Por otro lado, cuando el bosque se fragmenta en parches, los individuos de una especie, suelen perder conexión con los individuos de otros parches vecinos, e importantes procesos biológicos como son el mantenimiento de la variabilidad genética a nivel de especie, resultan impedidos. Cuando las poblaciones pierden variabilidad genética, suelen perder la capacidad de adaptarse a cambios en el ambiente, tales como aquellos producidos por el cambio climático, procesos de glaciación, o vulcanismo; tan importantes a escala de tiempo evolutivo. Otro problema de la fragmentación, es que los parches de bosque, son más vulnerables al ingreso de patógenos y plagas, y a la invasión de especies exóticas. Un ejemplo de esto, es el ciprés de lawson, especie emblemática de los bosques del Oeste de Estados Unidos, seriamente afectada por el ingreso de un hongo patógeno (Phytophthora lateralis), que se dispersa en el bosque a partir de los caminos. Otros ejemplos los constituyen las invasiones de pinos, sauces, y rosa mosqueta que invaden áreas de borde de caminos, ríos y bosque nativo en la patagonia.

* Docentes UNPSJB

Nota relacionada: Invitan a un panel de discusión sobre “El decreto provincial 268/11 y el bosque nativo”

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