domingo, junio 26, 2011

Opinión: “Las razones del paro docente: blanco sobre negro en la política educativa provincial”

Por Prof. José Hernán Díaz Varela *

La medida de fuerza dispuesta el jueves 23 de junio por ATECH, el gremio docente del Chubut, que tuvo una altísima aceptación –más del 60 por ciento de los maestros hizo paro, diga lo que diga el gobierno-, fue una respuesta forzosa a un pedido de las bases, tardíamente recogido por la actual conducción. Partimos de un criterio común, es cierto: los reclamos que oficialmente plantea la conducción gremial son justos; se comparten punto por punto, pero no son los únicos.

Mientras la inflación licúa los salarios de todos los trabajadores y construye más pobreza todos los días, mientras los demás gremios plantean y muchas veces consiguen incrementos salariales del 30 por ciento o más, mientras nuestros compañeros docentes de Santa Cruz sostienen con valentía un paro de más de dos meses y no aceptan el 25 por ciento ofrecido por el gobierno porque saben de antemano que ni siquiera es una recomposición salarial y mucho menos un aumento de sueldo; es decir, mientras la realidad sucede, nuestra conducción acordó, dando la espalda a las bases, un aumento ridículo, en cómodas cuotas, que nos sigue dejando en una situación miserable, en una provincia con un presupuesto per cápita gigantesco. Tan evidente es este desfasaje que el jueves, en el frío y lluvioso mediodía de Esquel, un referente de la actual comisión directiva de Atech – Regional Oeste reconoció que “se sabía de antemano que era insuficiente” el incremento salarial acordado el año pasado con el gobierno. Pero lo firmaron. Y así estamos. Desde 2006 a la fecha los docentes hemos perdido más del 50 por ciento del valor adquisitivo de nuestro salario.

Además, los acuerdos paritarios ya habían sido quebrantados por el gobierno antes de las elecciones del 20 de marzo y, lógicamente, mucho antes de las complementarias. Pero durante todo ese largo período de incumplimiento patronal la dirigencia oficial -¿y oficialista?- del gremio puso paños fríos al asunto. No se trabajaron medidas previas ni se hicieron consultas en las escuelas, y me refiero sobre todo a los colegios secundarios en los que, en muchos casos, ni siquiera se ha organizado la elección de delegados escolares luego de un año y medio de gestión. Como simple ejemplo, en los colegios secundarios de Trevelin no hay delegados gremiales.

Por su parte, el gobierno provincial, por boca de la ministro Romero, insistió en que “el paro docente es político”. Y sí lo es, en el mejor sentido.

Se trata, en este mejor sentido, de alentar una discusión real y legítima sobre política educativa con un gobierno que confunde educar con construir edificios escolares a sobreprecios escandalosos; que acostumbra a repartir y conceder
aumentos salariales con la discrecionalidad del príncipe, desconociendo los mecanismos elementales de la negociación paritaria; que baja con lógica castrense instrucciones de mando a los supervisores, directivos y, en última instancia, a los docentes de curso; que fragua estadísticas de repitencia y/o fracaso escolar dictando resoluciones que avalan promociones masivas; que cierra toda discusión sobre los contenidos de la nueva escuela secundaria empaquetándolos en “cajas curriculares”, con la anuencia y complicidad de algunos colegas docentes; que ordena una inclusión “a los sopapos”, en vez de promover una reflexión seria y profunda sobre las estrategias para atender a la diversidad cultural, social y económica de la población escolar de nuestra provincia; que asimila un mero cambio de rótulos y etiquetas en las aulas (ejemplo: de séptimo año a primer año ESB) con una revolución epistemológica en la educación pública y que, en fin, obtura cualquier debate sobre calidad educativa, calificaciones y cualificaciones docentes, entre otros temas.

Menciono estos puntos a mero título enunciativo, para presentar algunas de las facetas de este poliedro que es el fenómeno de la educación pública dentro de una sociedad moderna, que se pretende democrática y cuyo fin último debería ser la formación de ciudadanos en el sentido más amplio del concepto.

Así, por un lado, el discurso oficial que pretenda menoscabar las razones del paro docente reduciéndolas al tema salarial estaría ocultando la verdadera esencia del reclamo; y por otro lado, cualquier tentación de la dirigencia gremial de arrogarse laureles que no le corresponden sería, sencillamente, mendacidad política. El ochenta por ciento de los docentes provinciales no están afiliados a ATECH por lo que, dado el importante grado de acatamiento que tuvo esta medida de fuerza debemos inferir que se está gestando, de abajo hacia arriba, una conciencia colectiva sectorial que ayer tuvo una expresión concreta que interpeló, no sólo al gobierno, sino a toda la sociedad chubutense.

Ya nos expresamos. Hoy volvemos a las aulas, pero no deponemos nuestros reclamos. Esperemos que se entienda, claramente, este mensaje.

*Colegio Agrotécnico n° 740
Aldea Escolar - Trevelin

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