Por Rubén Carballido *
Es curioso como la mente de las personas de nuestro tiempo se va modelando de acuerdo al discurso de la TV. He observado que estos últimos años muchas personas han comenzado a cerrar los autos con llave y hablan de muchos supuestos robos. Dos personas esta semana me mencionaron si no iba a poner rejas en las ventanas de mi nueva casa. Dije que no y me dijeron que era peligroso. Seguro que habrá robos, pero no tantos como para generarnos una sensación de inseguridad. Nada ha cambiado respecto a la seguridad en Esquel, que yo haya sentido por lo menos. Si han desaparecido los pidepan, niños pobrísimos que mendigaban por el centro comercial. Hoy no veo ni uno. Supongo que han mejorado algunas políticas sociales para el sector mas pobre. En fín ésta nota de Nívea me afirma en mis sensaciones sobre la seguridad en Esquel. No creo que haya hoy con 40.000 habitantes, más delincuencia que cuando elegí este lugar para el resto de mi vida. En ese momento éramos unos 15.000 estaba la dictadura homicida y ladrona, La cosa era muy peliaguda, la cantidad de niños vendiendo diarios podrá llegar a 100, si no me quedo corto, los mas pequeños pidiendo pan, dije bien pan, no monedas. Lo de las monedas fue años mas tarde. Recuerdo perfectamente que en los kioscos, yo tenía uno, las monedas no tenían ninguna importancia, casi no se usaban. En fín, a lo que quiero llegar es que la seguridad en nuestro pueblo, como me gusta llamarlo, no ha empeorado. La gente que ha venido a vivir aquí, es porque ha elegido esta forma de vida, donde la hora de la siesta aún se respeta en casi todos los comercios y la gente es atenta y tranquila. Si, debo cuestionar el transito rápido y peligroso, producto de una cantidad de vehículos/persona descomunal. Sigamos siendo como siempre, no compremos problemas de otros porque los vemos en TV. La inseguridad en Argentina, dicen, y hablan del 40% de la población del país. Porque, y esto no ha cambiado, el interior no existe para Buenos Aires. Somos esa mayoría silenciosa que, mas pobre, muchos con menos oportunidades, tal vez con hambre otros muchos, o con menos “cosas”. Vivimos desde hace décadas en el “paraíso” que por suerte los porteños que veranean en Carlos Paz y Mar del plata no tienen en cuenta. Hagámosle lo mismo, ignoremos sus TV sangrientas y mentirosas, que pretenden hacernos creer que lo que sucede en sus pantallas les sucede a todos los ciudadanos. Y sigamos disfrutando de nuestra calidad de vida.
* DNI 10851502
Nota relacionada: Opinión: “Nuestro paraíso”, por Nívea Benítez
Es curioso como la mente de las personas de nuestro tiempo se va modelando de acuerdo al discurso de la TV. He observado que estos últimos años muchas personas han comenzado a cerrar los autos con llave y hablan de muchos supuestos robos. Dos personas esta semana me mencionaron si no iba a poner rejas en las ventanas de mi nueva casa. Dije que no y me dijeron que era peligroso. Seguro que habrá robos, pero no tantos como para generarnos una sensación de inseguridad. Nada ha cambiado respecto a la seguridad en Esquel, que yo haya sentido por lo menos. Si han desaparecido los pidepan, niños pobrísimos que mendigaban por el centro comercial. Hoy no veo ni uno. Supongo que han mejorado algunas políticas sociales para el sector mas pobre. En fín ésta nota de Nívea me afirma en mis sensaciones sobre la seguridad en Esquel. No creo que haya hoy con 40.000 habitantes, más delincuencia que cuando elegí este lugar para el resto de mi vida. En ese momento éramos unos 15.000 estaba la dictadura homicida y ladrona, La cosa era muy peliaguda, la cantidad de niños vendiendo diarios podrá llegar a 100, si no me quedo corto, los mas pequeños pidiendo pan, dije bien pan, no monedas. Lo de las monedas fue años mas tarde. Recuerdo perfectamente que en los kioscos, yo tenía uno, las monedas no tenían ninguna importancia, casi no se usaban. En fín, a lo que quiero llegar es que la seguridad en nuestro pueblo, como me gusta llamarlo, no ha empeorado. La gente que ha venido a vivir aquí, es porque ha elegido esta forma de vida, donde la hora de la siesta aún se respeta en casi todos los comercios y la gente es atenta y tranquila. Si, debo cuestionar el transito rápido y peligroso, producto de una cantidad de vehículos/persona descomunal. Sigamos siendo como siempre, no compremos problemas de otros porque los vemos en TV. La inseguridad en Argentina, dicen, y hablan del 40% de la población del país. Porque, y esto no ha cambiado, el interior no existe para Buenos Aires. Somos esa mayoría silenciosa que, mas pobre, muchos con menos oportunidades, tal vez con hambre otros muchos, o con menos “cosas”. Vivimos desde hace décadas en el “paraíso” que por suerte los porteños que veranean en Carlos Paz y Mar del plata no tienen en cuenta. Hagámosle lo mismo, ignoremos sus TV sangrientas y mentirosas, que pretenden hacernos creer que lo que sucede en sus pantallas les sucede a todos los ciudadanos. Y sigamos disfrutando de nuestra calidad de vida.
* DNI 10851502
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