Esquel: “Barrios cerrados, debate abierto”

Por Frente Vecinal Esquel

Hace unos días desde el Frente Vecinal Esquel difundimos el proyecto de ordenanza sobre urbanizaciones cerradas que oficialismo pretendía aprobar en el Concejo Deliberante, a partir de allí y por diversos medios escuchamos a los concejales hablar de lo bueno y saludable que es el debate.

Llama la atención entonces que ninguno de ellos lo haya propiciado, ni siquiera desde la presidencia del concejo se dio a conocer el proyecto, ni se estimuló ninguna discusión sobre el tema. Resulta llamativo que el presidente del cuerpo Héctor Trotta diga por los medios de prensa que “el debate es sano, y el debate informado es más sano todavía” y que proponga “tratar este tema después del receso, recomendando a los vecinos que lean la copia de la ordenanza, que lean los fundamentos”.

Hasta el momento no conocemos ninguna acción llevada adelante desde la presidencia del concejo deliberante para difundir y brindar información a los vecinos acerca del proyecto de barrios cerrados.

Y queda claro que, de no haber sido por la difusión que le dieron los medios de comunicación a partir de la publicación del Frente Vecinal, la ordenanza se habría aprobado, calladamente, en la sesión del 30 de junio, cuando en otros lugares, como Rosario (Santa Fe) se acaba de sancionar a fines del año pasado una ordenanza que suprime los barrios cerrados del Código Urbanístico, debido a los perjuicios que los mismos traen aparejado.

El desafío presidencial

En declaraciones al diario El Chubut, en su edición del día 3 de julio, el presidente del cuerpo deliberativo afirmó que “esta discusión se enrareció por cuestiones ideológicas donde se nos plantearon claramente las contradicciones que supuestamente los concejales del Frente Para la Victoria teníamos respecto al tema. Desafío a cualquiera de los que ha opinado sin haber leído el proyecto de ordenanza que venga a leerlo, y si encuentra una sola línea en donde estén promovidos, estimulados, motorizados, o el sinónimo que quieran para esa materia, la instalación de barrios cerrados, la corregiremos”.

Recogemos su desafío, no hay que leer mucho el proyecto que el concejal Trotta defiende, ya en los considerandos del mismo queda claro que lo que pretende es promover, estimular y motorizar la instalación de barrios cerrados.

Entre otras lindezas, esto dice el proyecto que Trotta dice que no dice lo que dice: “Que disponer de un instituto jurídico apropiado y de normas urbanísticas conexas aplicables a las urbanizaciones cerradas, contribuirá al desarrollo y la consecuente realización de inversiones en estos emprendimientos dentro del Ejido”.

Concejales a favor de los barrios cerrados

Concejales que afirman que se está confundiendo y descontextualizando el tema, que el proyecto brinda la posibilidad de qué muchos vecinos puedan acceder a un lote y que hoy no lo tienen por no contar con los medios, que actualmente cualquiera si dispone de los medios puede instalar un country en Esquel etc. etc. etc.

Se dijo que la ordenanza es inofensiva porque lo único que hace es reglamentar los barrios cerrados que ya existen en el Código de Planeamiento. Eso es inexacto: No hay un solo artículo en el Código actual por el cual se cedan calles públicas para uso exclusivo de los habitantes del country (como figura en el proyecto que se iba a aprobar).

Se dijo que si hoy alguien quisiera hacer un barrio cerrado lo podría hacer y que esta nueva ordenanza que se pretendía aprobar no agrega nada nuevo. Entonces, preguntamos, ¿para qué la quieren? ¿A quién se le ocurre hacer una norma para regular algo que ya está regulado y que no es necesaria? La verdad es que si hoy alguien quisiera hacer un barrio cerrado en Esquel, con las características que plantea el proyecto de ordenanza, no podría hacerlo porque el Código actual no lo permite. Por eso es que querían modificarlo.

También se dijo que ya el Concejo Deliberante aprobó una o dos urbanizaciones cerradas, incluso con la aprobación del FVE. Inexacto: se aprobaron loteos, como se viene haciendo desde que existe Esquel, pero nunca se aprobó una urbanización cerrada, con cerramiento perimetral obligatorio (como establece el proyecto de ordenanza), con vigilancia privada obligatoria (como establece el proyecto), con la obligación del Municipio de ceder el uso de las calles públicas en forma exclusiva para los propietarios del country (como establece el proyecto), con la obligación de contar con una empresa administradora del country (como establece el proyecto). Todos requisitos obligatorios exigidos por la ordenanza y no opcionales, como sostuvo un concejal en la sesión del 30 de junio, que o bien no la leyó o no la entendió, o bien no dijo la verdad, a sabiendas.
También se dijo que ya existe un barrio cerrado en Esquel desde hace muchos años, refiriéndose al barrio de oficiales del ejército. También inexacto, porque son cuestiones completamente diferentes que se rigen por normativa totalmente distintas. Es necesario explicarle al concejal que hizo este planteo por demás absurdo que el barrio militar es un predio de propiedad del Estado Nacional (como el regimiento, como la cárcel), en cambio las urbanizaciones cerradas que se quería aprobar son emprendimientos privados; porque sus tierras no están en el mercado inmobiliario, no se rige por la Ley de Propiedad Horizontal (como establece el proyecto para las urbanizaciones cerradas) y sus propietarios no son consorcistas (como en las urbanizaciones cerradas) sino que hay un único propietario que es el Estado (Ministerio de Defensa).

En el Frente vecinal creemos que unos y otros con argumentos falaces tratan de ocultar el malestar que les provocó que este tema trascendiera porque, cediendo al lobby inmobiliario, pretendían aprobarlo sin discusión. Ahora tendremos la oportunidad de un debate verdadero, del que no estarán ajenos los vecinos. El Frente Vecinal Esquel dará el debate e impulsaremos una legislación que, como en la Municipalidad de Rosario, ponga límites a los barrios cerrados.

Pero más allá de la posición de cada uno, lo que resaltamos es la necesidad de debatir el ordenamiento urbano a mediano y largo plazo, con una visión estratégica de en qué Esquel queremos vivir.

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