La erupción del volcán Puyehue – Cordón Caulle del 4 de junio de 2011 dispersó 100 millones de toneladas de ceniza, arena volcánica y piedra pómez, una cantidad comparable a la carga de 24 millones de camiones de transporte de áridos. Este es uno de los resultados obtenidos por Arturo López Dávalos, Hernán Asorey y Andrea Clúa, que decidieron estimar la potencia de la erupción como un problema de Fermi.
Enrico Fermi era un reconocido físico italiano, famoso por su capacidad para realizar cálculos aproximados cuyos resultados daban información confiable, a partir de algunos datos que para mucha gente resultaban insuficientes. Por ejemplo, decidió estimar la potencia de la primera bomba atómica detonada en Los Álamos (EEUU), midiendo la distancia recorrida por unos recortes de papel que dejó caer mientras participaba como observador de esa explosión. De allí el término “problema de Fermi”.
López Dávalos y Asorey son doctores en física y trabajan Bariloche, en la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), la CNEA y el CONICET. Clúa es estudiante del Profesorado en Física de la UNRN y alumna de los primeros. En el primer curso de física de la carrera de Profesorado de la UNRN frecuentemente se plantea a los alumnos problemas de la vida diaria, que a veces pueden resolverse "à la Fermi", con la idea de que éste es un método que ayuda a agudizar la imaginación y la capacidad de observación, a la par que resulta un entrenamiento en el razonamiento lógico.
La primera parte de su trabajo, recientemente enviado a la “XVII Reunión de Enseñanza de la Física” a realizarse en Villa Giardino en septiembre, plantea la hipótesis que el área cubierta por las cenizas y arena equivale aproximadamente a tres veces el área del lago Nahuel Huapi (1700 km2), ya que analizaron imágenes satelitales difundidas por Internet. Además hacen uso de los datos informados sobre la altura de acumulación en diferentes puntos y miden la densidad de la arena y cenizas usando una jarra medidora (de las usadas para medir harina o azúcar) y una balanza, todos datos disponibles para cualquier vecino de la región. La segunda hipótesis sugiere que el espesor promedio de la ceniza en el área mencionada es de 10 cm, y por último plantean que la duración de la erupción del 4 de junio fue de 5 horas con una altura promedio de la pluma de 5000 metros.
Los resultados, y sobre todo el trabajo comparativo que realizaron para disponer de parámetros conocidos, demuestran la magnitud del evento natural producido por el volcán ubicado en la Cordillera de los Andes al norte del paso internacional Cardenal Samoré, concretamente a 40º latitud sur y 72º longitud oeste.
Calcularon que la cantidad de material caído se equipara a una pirámide de arena con base de 1 kilómetro de lado y con una cumbre que alcanza los 450 metros. Un poco más que la superficie visible de la Isla Huemul del Lago Nahuel Huapi, pero unas cuatro veces más alta.
A partir de allí, decidieron estimar la energía necesaria para elevar esta masa de arena a 5000 metros (el promedio de altura de la pluma) y el resultado de la ecuación es de 1000 kilotones, comparable con la energía liberada por 70 bombas atómicas como la de Hiroshima.
Con variables sencillas, con conocimientos al alcance de alumnos de la escuela media e introduciendo hipótesis razonables, este equipo conformado por investigadores y estudiantes universitarios facilita a la comunidad datos simples, cantidades comparadas con las energías vinculadas a las actividades humanas, que muestran la magnitud de la energía puesta en juego en este fenómenos geológicos, como por ejemplo, que la potencia de la erupción del volcán Puyehue-Cordón Caulle es equivalente a 12 veces la potencia eléctrica instalada en Argentina, o al 2% de la potencia eléctrica mundial. En las conclusiones los autores señalan que aun si se tomara la mitad de la altura para la elevación inicial del material, la potencia sería muy elevada.
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