Fuente: Revista Veintitrés
Por Lucas Cremades y Oscar Giménez
En los terrenos donde no pudo construir un aeropuerto propio, el terrateniente quiere levantar hospedajes para 10.000 personas, canchas de golf y de polo. La ayuda del poder político.
Desde que llegó a la Argentina en la década del ’90 para comprar 14 mil hectáreas en la zona de Lago Escondido, el magnate británico Joe Lewis ha ido ganando terreno sobre suelo patagónico: paisajes paradisíacos, centrales de energía eléctrica, un aeropuerto, caminos privados que cruzan terrenos fiscales, caminos públicos que se dirigían al Lago Escondido y ahora son privados y numerosos aliados políticos en el Poder Judicial de la ciudad de Viedma y en la intendencia de El Bolsón, donde Lewis cuenta con la anuencia de su amigo, el intendente Oscar Romera.
Lewis nunca da una puntada sin hilo. En sus mangas guarda sus ases y en los alrededores de la Comarca Andina de El Bolsón suma enemigos terrenales.
La cuestión empezó a desentrañarse a principios de abril, cuando medios periodísticos de Río Negro titularon con la palabra “escándalo” la presunta extranjerización de tierras fiscales por parte de la dupla conformada por Lewis y su socio argentino, Nicolás Van Ditmar. Fue después de que los vecinos descubrieran un camino privado –que no contaba con autorización de obra y que se trazó sobre tierras fiscales– para unir los 23 kilómetros que separan su mansión, ubicada en la orilla del Lago Escondido, con la base del mágico Cerro Perito Moreno.
Hecho el camino, nadie de la intendencia a cargo de “Cacho” Romera pudo salir a explicar la falta de permisos para el nuevo camino, que no fue controlado por la intendencia ni mucho menos por la gobernación del radical Miguel Saiz.
Lewis sabe muy bien cómo hacer de caminos públicos un reducto privado para su exclusividad en todos los accesos posibles al Lago Escondido. Una acción irregular que desde hace años genera múltiples protestas de los habitantes de la zona. La causa avanza en el Supremo Tribunal de Justicia de Río Negro y se espera que se les devuelva a los argentinos el libre acceso público a Lago Escondido, que Lewis mantiene cerrado hace doce años.
El centro de esquí inaugurado en esta temporada fue licitado de manera bastante irregular, lo que caldeó los ánimos de la comarca una vez más.
Fue mediante la creación de un acta entre el Ente Mixto de Desarrollo del Cerro Perito Moreno, el Club Andino Piltriquitrón (CAP), la Municipalidad de El Bolsón y la provincia de Río Negro. Se llamó a licitación internacional para que privados se hagan cargo de la explotación del centro de deportes invernales del cerro. Pero la jugada esconde vericuetos legales, ya que había sido el CAP quien se propuso como ejecutor del proyecto del centro invernal cuando en el 2000 logró que la Legislatura de Río Negro sancionara la ley 3.358, que le otorgaba la concesión de 606 hectáreas de tierras fiscales y que prohibía toda forma de cesión de derechos para la explotación. Pero los años pasaron y al no haberse realizado nada de lo prometido, antes de que las tierras volvieran a manos fiscales, el CAP se declaró impotente para cumplir con los fines del proyecto. Aludiendo que “sólo un inversor privado” era capaz de semejante emprendimiento, impulsó la modificación de esa ley, para que –previa acta de acuerdo firmada por el gobernador Saiz en el 2005 y con una nueva ley, la 4.335, promulgada– se llamara a licitación.
Increíblemente, una sola empresa se presentó para la licitación: Laderas del Paralelo 42, propiedad de Maximiliano “Samy” Mazza, hermano de Vanesa Mazza, esposa de Van Ditmar, el socio de Joe. El matrimonio forma parte del directorio de la empresa Hiden Lake SA, creada para desarrollar en el país los negocios financieros del inglés.
En la cadena de favores que vincula a Lewis y permite la llegada del cuñado de Van Ditmar para la explotación del Cerro Perito Moreno, mucho tuvo que ver el presidente del CAP, José Calviño, titular del ente que operó el centro de esquí hasta la llegada de Mazza. Calviño es hombre del riñón de Lewis. Todos los que habitan estas tierras lo conocen: como presidente del Club de Rugby Los Jabalíes, organiza torneos todos los años en las diversas canchas que hay en Lago Escondido.
Vanesa Mazza también es conocida por los rionegrinos. Además de ser maestra y ama de casa, figura como propietaria de otro polémico plan realizado por Lewis: el Aeropuerto Sierra Grande. El emprendimiento lo hizo poseedor de 13 mil hectáreas en el área de Sierra Grande, ubicada en una estratégica región de costa marítima que cuenta con 10 kilómetros de playa. Todo a un costo –según figura en la escritura– de 100 mil pesos.
Pero la insistencia de Lewis en manejar esas tierras viene de antes. En el 2005 pretendió construir otro aeropuerto en el mismo lugar, Pampa de Luden, donde ahora planea hacer una villa turística.
La adquisición de la concesión del Perito Moreno por “Samy” Mazza el 17 de marzo pasado volvió a dejar en evidencia la serie de vínculos comerciales que encierra la dupla Lewis-Van Ditmar. Es que la inversión de 15 millones de dólares para la modernización del complejo de esquí prevé abastecerse de la central eléctrica planeada y diseñada por Lewis desde hace más de tres años sobre el Río Escondido, a escasos kilómetros de su fastuosa vivienda.
Hasta el momento, el cerro se abastece de electricidad gracias a la usina de El Bolsón. Pero como las aerosillas necesitan un mayor caudal de energía para funcionar, el propio Van Ditmar declaró que la central hidroeléctrica que Lewis pretende construir debería servir para abastecer el emprendimiento de su cuñado.
El pasado 15 de julio, los pobladores del paraje Mallín Ahogado denunciaron que, tras la concesión a Laderas SA para operar el centro de deportes invernales, está previsto levantar una villa turística en los alrededores y sobre las laderas del Cerro Perito Moreno para 10 mil personas, dividida en 1.072 lotes, con canchas de golf y cancha de polo.
Es que para ser rentable, según “Samy”, se requiere de un megaemprendimiento inmobiliario para explotar un área de 300 hectáreas fiscales ubicadas al pie del cerro. Pero en ese lugar están los acuíferos y nacen los arroyos y canales que abastecen de agua a los 3.000 habitantes de Mallín Ahogado, que viven de lo que producen en sus chacras.
El centro invernal de Las Leñas, ubicado en la provincia de Mendoza, cuenta con un complejo hotelero y gastronómico que brinda un servicio para 3.074 camas aproximadamente.
La inversión de 15 millones de dólares parece una bicoca para Mazza, que no tiene por qué preocuparse por el impacto del proyecto. “El éxito del esquí es fundamental para que tenga éxito la parte inmobiliaria. La villa turística absorberá, recién a partir del tercer año de desarrollo del complejo, un 30 por ciento de las camas para los visitantes y la prestación de los servicios. Para el resto, se priorizará a empresarios y comerciantes de la Comarca Andina en la puesta de hotelería y gastronomía. Es interesante para la época invernal, ya que estamos hablando de unos 2.200 visitantes diarios”, sostuvo en declaraciones al diario Río Negro.
Extrañamente, en la declaración jurada ambiental (DJA) dice que el proyecto “encierra 850 hectáreas aproximadamente”, aunque si uno suma la superficie de las cuatro parcelas que allí se detallan, la cuenta da 1.458, 608 hectáreas de más. Igual de enigmático resulta que la DJA de este megaproyecto turístico-inmobiliario y de la Central Hidroeléctrica Lago Escondido haya sido realizada por el mismo ingeniero, Sergio Plunkett.
En la misma declaración se lee: “Su construcción demandará el cuidadoso movimiento y moldeado de suelo de alrededor de 750.000 m3 de suelo. Con el objeto de causar el menor impacto ambiental posible. El suelo fértil que fuera cuidadosamente retirado antes de realizar el movimiento de suelo, será restituido en el momento de la siembra”. Las mismas palabras las utiliza, en su página web, el Chapelco Golf Club. Sólo le modificaron el tiempo verbal.
La avanzada de los vecinos contra el poderoso terrateniente hizo que la empresa vinculada a Lewis retirara del Concejo Deliberante el proyecto, conformándose mientras tanto con operar el centro de esquí.
Para este invierno ya se avanzó en la disponibilidad de cinco kilómetros de pista, una telesilla doble, dos pisanieves, y en el sector de la llegada de la silla (a 1.670 metros sobre el nivel del mar) el sector de principiantes, con dos medios de elevación y servicios. Además, en conjunto con el Club Andino Piltriquitrón, funcionará la escuela de esquí y alquiler de equipos.
En el año próximo, el objetivo del cuñado de Van Ditmar es ampliar el servicio gastronómico con nuevas instalaciones y agregar cinco kilómetros más de pista, con una capacidad para recibir 800 personas diarias. Y las metas para 2013: ampliar el estacionamiento hasta una capacidad de mil vehículos, sumar otros cinco kilómetros de pista y agregar otros 800 metros cuadrados al núcleo de servicios para 1.300 visitantes, lo que sumará unos 70 mil pases vendidos por temporada. “La montaña es espectacular para hacer lo que queramos”, advirtió “Samy” Mazza.
Amparados por representantes políticos de un gobierno cada vez más señalado por entregar tierras fiscales y permitir la explotación de recursos naturales mediante irregulares mecanismos de entrega, Joe y sus amigos pretenden conseguir mucho más.
Nota relacionada: Lago Escondido: denuncian una nueva “maniobra” entre Joe Lewis y el gobierno rionegrino
Por Lucas Cremades y Oscar Giménez
En los terrenos donde no pudo construir un aeropuerto propio, el terrateniente quiere levantar hospedajes para 10.000 personas, canchas de golf y de polo. La ayuda del poder político.
Desde que llegó a la Argentina en la década del ’90 para comprar 14 mil hectáreas en la zona de Lago Escondido, el magnate británico Joe Lewis ha ido ganando terreno sobre suelo patagónico: paisajes paradisíacos, centrales de energía eléctrica, un aeropuerto, caminos privados que cruzan terrenos fiscales, caminos públicos que se dirigían al Lago Escondido y ahora son privados y numerosos aliados políticos en el Poder Judicial de la ciudad de Viedma y en la intendencia de El Bolsón, donde Lewis cuenta con la anuencia de su amigo, el intendente Oscar Romera.
Lewis nunca da una puntada sin hilo. En sus mangas guarda sus ases y en los alrededores de la Comarca Andina de El Bolsón suma enemigos terrenales.
La cuestión empezó a desentrañarse a principios de abril, cuando medios periodísticos de Río Negro titularon con la palabra “escándalo” la presunta extranjerización de tierras fiscales por parte de la dupla conformada por Lewis y su socio argentino, Nicolás Van Ditmar. Fue después de que los vecinos descubrieran un camino privado –que no contaba con autorización de obra y que se trazó sobre tierras fiscales– para unir los 23 kilómetros que separan su mansión, ubicada en la orilla del Lago Escondido, con la base del mágico Cerro Perito Moreno.
Hecho el camino, nadie de la intendencia a cargo de “Cacho” Romera pudo salir a explicar la falta de permisos para el nuevo camino, que no fue controlado por la intendencia ni mucho menos por la gobernación del radical Miguel Saiz.
Lewis sabe muy bien cómo hacer de caminos públicos un reducto privado para su exclusividad en todos los accesos posibles al Lago Escondido. Una acción irregular que desde hace años genera múltiples protestas de los habitantes de la zona. La causa avanza en el Supremo Tribunal de Justicia de Río Negro y se espera que se les devuelva a los argentinos el libre acceso público a Lago Escondido, que Lewis mantiene cerrado hace doce años.
El centro de esquí inaugurado en esta temporada fue licitado de manera bastante irregular, lo que caldeó los ánimos de la comarca una vez más.
Fue mediante la creación de un acta entre el Ente Mixto de Desarrollo del Cerro Perito Moreno, el Club Andino Piltriquitrón (CAP), la Municipalidad de El Bolsón y la provincia de Río Negro. Se llamó a licitación internacional para que privados se hagan cargo de la explotación del centro de deportes invernales del cerro. Pero la jugada esconde vericuetos legales, ya que había sido el CAP quien se propuso como ejecutor del proyecto del centro invernal cuando en el 2000 logró que la Legislatura de Río Negro sancionara la ley 3.358, que le otorgaba la concesión de 606 hectáreas de tierras fiscales y que prohibía toda forma de cesión de derechos para la explotación. Pero los años pasaron y al no haberse realizado nada de lo prometido, antes de que las tierras volvieran a manos fiscales, el CAP se declaró impotente para cumplir con los fines del proyecto. Aludiendo que “sólo un inversor privado” era capaz de semejante emprendimiento, impulsó la modificación de esa ley, para que –previa acta de acuerdo firmada por el gobernador Saiz en el 2005 y con una nueva ley, la 4.335, promulgada– se llamara a licitación.
Increíblemente, una sola empresa se presentó para la licitación: Laderas del Paralelo 42, propiedad de Maximiliano “Samy” Mazza, hermano de Vanesa Mazza, esposa de Van Ditmar, el socio de Joe. El matrimonio forma parte del directorio de la empresa Hiden Lake SA, creada para desarrollar en el país los negocios financieros del inglés.
En la cadena de favores que vincula a Lewis y permite la llegada del cuñado de Van Ditmar para la explotación del Cerro Perito Moreno, mucho tuvo que ver el presidente del CAP, José Calviño, titular del ente que operó el centro de esquí hasta la llegada de Mazza. Calviño es hombre del riñón de Lewis. Todos los que habitan estas tierras lo conocen: como presidente del Club de Rugby Los Jabalíes, organiza torneos todos los años en las diversas canchas que hay en Lago Escondido.
Vanesa Mazza también es conocida por los rionegrinos. Además de ser maestra y ama de casa, figura como propietaria de otro polémico plan realizado por Lewis: el Aeropuerto Sierra Grande. El emprendimiento lo hizo poseedor de 13 mil hectáreas en el área de Sierra Grande, ubicada en una estratégica región de costa marítima que cuenta con 10 kilómetros de playa. Todo a un costo –según figura en la escritura– de 100 mil pesos.
Pero la insistencia de Lewis en manejar esas tierras viene de antes. En el 2005 pretendió construir otro aeropuerto en el mismo lugar, Pampa de Luden, donde ahora planea hacer una villa turística.
La adquisición de la concesión del Perito Moreno por “Samy” Mazza el 17 de marzo pasado volvió a dejar en evidencia la serie de vínculos comerciales que encierra la dupla Lewis-Van Ditmar. Es que la inversión de 15 millones de dólares para la modernización del complejo de esquí prevé abastecerse de la central eléctrica planeada y diseñada por Lewis desde hace más de tres años sobre el Río Escondido, a escasos kilómetros de su fastuosa vivienda.
Hasta el momento, el cerro se abastece de electricidad gracias a la usina de El Bolsón. Pero como las aerosillas necesitan un mayor caudal de energía para funcionar, el propio Van Ditmar declaró que la central hidroeléctrica que Lewis pretende construir debería servir para abastecer el emprendimiento de su cuñado.
El pasado 15 de julio, los pobladores del paraje Mallín Ahogado denunciaron que, tras la concesión a Laderas SA para operar el centro de deportes invernales, está previsto levantar una villa turística en los alrededores y sobre las laderas del Cerro Perito Moreno para 10 mil personas, dividida en 1.072 lotes, con canchas de golf y cancha de polo.
Es que para ser rentable, según “Samy”, se requiere de un megaemprendimiento inmobiliario para explotar un área de 300 hectáreas fiscales ubicadas al pie del cerro. Pero en ese lugar están los acuíferos y nacen los arroyos y canales que abastecen de agua a los 3.000 habitantes de Mallín Ahogado, que viven de lo que producen en sus chacras.
El centro invernal de Las Leñas, ubicado en la provincia de Mendoza, cuenta con un complejo hotelero y gastronómico que brinda un servicio para 3.074 camas aproximadamente.
La inversión de 15 millones de dólares parece una bicoca para Mazza, que no tiene por qué preocuparse por el impacto del proyecto. “El éxito del esquí es fundamental para que tenga éxito la parte inmobiliaria. La villa turística absorberá, recién a partir del tercer año de desarrollo del complejo, un 30 por ciento de las camas para los visitantes y la prestación de los servicios. Para el resto, se priorizará a empresarios y comerciantes de la Comarca Andina en la puesta de hotelería y gastronomía. Es interesante para la época invernal, ya que estamos hablando de unos 2.200 visitantes diarios”, sostuvo en declaraciones al diario Río Negro.
Extrañamente, en la declaración jurada ambiental (DJA) dice que el proyecto “encierra 850 hectáreas aproximadamente”, aunque si uno suma la superficie de las cuatro parcelas que allí se detallan, la cuenta da 1.458, 608 hectáreas de más. Igual de enigmático resulta que la DJA de este megaproyecto turístico-inmobiliario y de la Central Hidroeléctrica Lago Escondido haya sido realizada por el mismo ingeniero, Sergio Plunkett.
En la misma declaración se lee: “Su construcción demandará el cuidadoso movimiento y moldeado de suelo de alrededor de 750.000 m3 de suelo. Con el objeto de causar el menor impacto ambiental posible. El suelo fértil que fuera cuidadosamente retirado antes de realizar el movimiento de suelo, será restituido en el momento de la siembra”. Las mismas palabras las utiliza, en su página web, el Chapelco Golf Club. Sólo le modificaron el tiempo verbal.
La avanzada de los vecinos contra el poderoso terrateniente hizo que la empresa vinculada a Lewis retirara del Concejo Deliberante el proyecto, conformándose mientras tanto con operar el centro de esquí.
Para este invierno ya se avanzó en la disponibilidad de cinco kilómetros de pista, una telesilla doble, dos pisanieves, y en el sector de la llegada de la silla (a 1.670 metros sobre el nivel del mar) el sector de principiantes, con dos medios de elevación y servicios. Además, en conjunto con el Club Andino Piltriquitrón, funcionará la escuela de esquí y alquiler de equipos.
En el año próximo, el objetivo del cuñado de Van Ditmar es ampliar el servicio gastronómico con nuevas instalaciones y agregar cinco kilómetros más de pista, con una capacidad para recibir 800 personas diarias. Y las metas para 2013: ampliar el estacionamiento hasta una capacidad de mil vehículos, sumar otros cinco kilómetros de pista y agregar otros 800 metros cuadrados al núcleo de servicios para 1.300 visitantes, lo que sumará unos 70 mil pases vendidos por temporada. “La montaña es espectacular para hacer lo que queramos”, advirtió “Samy” Mazza.
Amparados por representantes políticos de un gobierno cada vez más señalado por entregar tierras fiscales y permitir la explotación de recursos naturales mediante irregulares mecanismos de entrega, Joe y sus amigos pretenden conseguir mucho más.
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