Por Gonzalo Pérez Álvarez
A un año de su fallecimiento, ocurrido, el 14 de agosto de 2010, la CTD “Aníbal Verón” y la Tendencia Estudiantil Revolucionaria realizaron un homenaje a la compañera y militante política y social María Celina Prado.
En un emocionante acto público, realizado el miércoles 17 de agosto a las 19 hs en la sede Trelew de la Universidad, se presentó la publicación de la entrevista realizada a principios de 2010 a Celina. En esa entrevista se realiza una síntesis de la rica historia de lucha de María Celina Prado que atraviesa desde las décadas del ’60 y ’70, participando en importantes grupos de la época como el PST, hasta su activa militancia social en los grupos de desocupados de la ciudad de Trelew desde los últimos años de la década del ’90.
El trabajo, además del más que merecido homenaje y del hecho de intentar mantener viva la memoria de esta gran compañera, es un aporte la historia, presentando también una breve introducción que pegamos debajo.
A los interesados en conseguir la publicación comunicarse a: gonzaloperezalvarez@yahoo.com
Breve Introducción:
María Celina Prado, la Negra para nosotros, nos dejó sorpresiva y dolorosamente el 14 de agosto del 2010 a sus muy jóvenes 59 años. Era una compañera de la lucha y de la vida para el que esto escribe. Una de esas compañeras con las que cien y mil veces nos hemos peleado y discutido… para a los cinco minutos volver a abrazarnos, y siempre, siempre, caminar juntos, en la lucha y la diaria militancia…
Hacia fines de los ‘90, cuando empezamos a militar políticamente junto a varios compañeros por entonces muy jóvenes, Celina ya tenía muchos años de construcción en su camino. Fue una de las que iluminó, aún con discusiones y diferencias, nuestros primeros pasos, siempre protegiéndonos y cuidándonos de nuestros errores, apresuramientos e incomprensiones. Nuestros caminos de lucha se unieron definitivamente cuando construimos la Coordinadora de Trabajadores Desocupados “Aníbal Verón” en Trelew. Caminando los barrios, embarrándonos en esos difíciles años de 2001 y 2002, cuando la desocupación y el hambre reinaban sobre todo el país y también en nuestra ciudad. Cuando caminar los barrios era algo que ningún político de la burguesía se animaba a hacer y cuando hacerlo era sufrir día a día, viendo el padecimiento y la desolación de tantas familias. Obviamente no digo que esto ya no exista, pero en esos años era todo aún más difícil.
Y allí Celina hizo la locura que siempre la caracterizó en su maravillosa personalidad: ella trabajaba en un lugar tranquilo y con un buen sueldo, el Concejo Deliberante de Trelew. Pero cada vez que movilizábamos allí con los compañeros de los barrios, ella era una más de nosotros. De repente, nunca supe ni cuando ni cómo, esa compañera que era la que nos ayudaba en el Concejo (pasando ordenanzas, diciéndonos los horarios en los que podíamos enganchar a los concejales para hacer oír nuestros reclamos, etc), casi sin darnos cuenta, había pasado a ser una desocupada más y se había sumado a nuestra lucha ya en forma definitiva. En esa época, en la que casi todos sólo pensaban en su bienestar y en el individualismo, ella eligió, como siempre, el sacrificio y la construcción colectiva.
Así se sumó a construir esta experiencia de la CTD en Trelew, que con sus contradicciones, errores y dificultades, hoy sigue siendo una herramienta fundamental para cientos de familias de los barrios pobres de nuestra ciudad. Celina se fue cuando justo estábamos organizando otro aniversario más de la masacre de Trelew. El dolor fue demasiado. La soledad en que nos dejó su partida también.
Aquí solamente pretendo recuperar una pequeña parte de su historia, hacer una especie de modesto homenaje a su memoria a partir de transcribir una entrevista que le realice a principios del año 2010. Obviamente entre dos compañeros que tanto nos conocíamos hay muchas cosas que charlamos que no fueron volcadas aquí. Pero sí he desarrollado muchas otras que creo aportan a recuperar su historia y a formar muchos nuevos compañeros en el ejemplo de una militante de toda la vida por la revolución y el socialismo.
Tres rasgos muy bellos quedan reflejados a lo largo de la entrevista. La primera es una cultura política de unidad entre todos los que luchamos por otra sociedad. Las diferencias existen, pero no por eso debemos ponerlas en primer término. Esto se completa con el segundo elemento: el respeto a todos los compañeros y organizaciones con las que compartió su lucha. Sin ocultar las diferencias, pero destacando en todo momento la admiración por las construcciones políticas de otros grupos, por su entrega, su sacrificio militante, su ética revolucionaria. Esta forma de encarar el debate puede quedarle más claro al que lee la entrevista si parte de saber que el entrevistador había sostenido muchas discusiones previas con ella sobre la caracterización de los años ‘70 .
Y el tercer rasgo, que completa una característica de la cultura obrera y de izquierda que hoy no es fácil de encontrar, es la modestia. Constantemente ella deja en segundo plano su propia acción, sea en el PST, en las coordinadoras interfabriles, en la construcción de la CTD, etc. Lo mismo cuando plantea una opinión: siempre sostiene que quizás no sea la persona ideal para hacer esas lecturas, que hay compañeros más formados, etc.
Por último un cuarto elemento para que los posibles lectores estén sobre aviso: la Negra era bastante mal hablada. O, para decirlo mejor, y retomando al querido Fontanarrosa, usaba muy bien esas palabras insustituibles de nuestro idioma, las denominadas “malas palabras”. Alguna que otra de esas palabras fue omitida de la desgrabación cuando no parecía muy necesaria, pero dejamos las imprescindibles, ya que sino su discurso perdía riqueza expresiva.
Muchos más elementos podrían extraerse de la entrevista o analizarse en base al testimonio de Celina. Aparecen debates, contradicciones, perspectivas. Lo dejo librado a cada uno de los que puedan leer esta entrevista. No es mi interés ni me siento en condiciones de realizar esa tarea: cuando uno conoció y quiso tanto a alguien se le complica poder analizar algunos elementos.
Celina se fue ese 14 de agosto. Pero su ejemplo y su verdad quedan en nuestra memoria y nuestra experiencia. Hagamos de ellos nuevas armas para nuestra lucha, porque aunque cueste porque la Negra ya no está, “habrá que seguir luchando”.
Gonzalo Pérez Alvarez
“Habrá que seguir luchando…”
Recuperando tu historia: entrevista a Celina Prado
Por Gonzalo Pérez Álvarez
Edición Conjunta:
TENDENCIA ESTUDIANTIL REVOLUCIONARIA
CTD ANIBAL VERÓN
A un año de su fallecimiento, ocurrido, el 14 de agosto de 2010, la CTD “Aníbal Verón” y la Tendencia Estudiantil Revolucionaria realizaron un homenaje a la compañera y militante política y social María Celina Prado.
En un emocionante acto público, realizado el miércoles 17 de agosto a las 19 hs en la sede Trelew de la Universidad, se presentó la publicación de la entrevista realizada a principios de 2010 a Celina. En esa entrevista se realiza una síntesis de la rica historia de lucha de María Celina Prado que atraviesa desde las décadas del ’60 y ’70, participando en importantes grupos de la época como el PST, hasta su activa militancia social en los grupos de desocupados de la ciudad de Trelew desde los últimos años de la década del ’90.
El trabajo, además del más que merecido homenaje y del hecho de intentar mantener viva la memoria de esta gran compañera, es un aporte la historia, presentando también una breve introducción que pegamos debajo.
A los interesados en conseguir la publicación comunicarse a: gonzaloperezalvarez@yahoo.com
Breve Introducción:
María Celina Prado, la Negra para nosotros, nos dejó sorpresiva y dolorosamente el 14 de agosto del 2010 a sus muy jóvenes 59 años. Era una compañera de la lucha y de la vida para el que esto escribe. Una de esas compañeras con las que cien y mil veces nos hemos peleado y discutido… para a los cinco minutos volver a abrazarnos, y siempre, siempre, caminar juntos, en la lucha y la diaria militancia…
Hacia fines de los ‘90, cuando empezamos a militar políticamente junto a varios compañeros por entonces muy jóvenes, Celina ya tenía muchos años de construcción en su camino. Fue una de las que iluminó, aún con discusiones y diferencias, nuestros primeros pasos, siempre protegiéndonos y cuidándonos de nuestros errores, apresuramientos e incomprensiones. Nuestros caminos de lucha se unieron definitivamente cuando construimos la Coordinadora de Trabajadores Desocupados “Aníbal Verón” en Trelew. Caminando los barrios, embarrándonos en esos difíciles años de 2001 y 2002, cuando la desocupación y el hambre reinaban sobre todo el país y también en nuestra ciudad. Cuando caminar los barrios era algo que ningún político de la burguesía se animaba a hacer y cuando hacerlo era sufrir día a día, viendo el padecimiento y la desolación de tantas familias. Obviamente no digo que esto ya no exista, pero en esos años era todo aún más difícil.
Y allí Celina hizo la locura que siempre la caracterizó en su maravillosa personalidad: ella trabajaba en un lugar tranquilo y con un buen sueldo, el Concejo Deliberante de Trelew. Pero cada vez que movilizábamos allí con los compañeros de los barrios, ella era una más de nosotros. De repente, nunca supe ni cuando ni cómo, esa compañera que era la que nos ayudaba en el Concejo (pasando ordenanzas, diciéndonos los horarios en los que podíamos enganchar a los concejales para hacer oír nuestros reclamos, etc), casi sin darnos cuenta, había pasado a ser una desocupada más y se había sumado a nuestra lucha ya en forma definitiva. En esa época, en la que casi todos sólo pensaban en su bienestar y en el individualismo, ella eligió, como siempre, el sacrificio y la construcción colectiva.
Así se sumó a construir esta experiencia de la CTD en Trelew, que con sus contradicciones, errores y dificultades, hoy sigue siendo una herramienta fundamental para cientos de familias de los barrios pobres de nuestra ciudad. Celina se fue cuando justo estábamos organizando otro aniversario más de la masacre de Trelew. El dolor fue demasiado. La soledad en que nos dejó su partida también.
Aquí solamente pretendo recuperar una pequeña parte de su historia, hacer una especie de modesto homenaje a su memoria a partir de transcribir una entrevista que le realice a principios del año 2010. Obviamente entre dos compañeros que tanto nos conocíamos hay muchas cosas que charlamos que no fueron volcadas aquí. Pero sí he desarrollado muchas otras que creo aportan a recuperar su historia y a formar muchos nuevos compañeros en el ejemplo de una militante de toda la vida por la revolución y el socialismo.
Tres rasgos muy bellos quedan reflejados a lo largo de la entrevista. La primera es una cultura política de unidad entre todos los que luchamos por otra sociedad. Las diferencias existen, pero no por eso debemos ponerlas en primer término. Esto se completa con el segundo elemento: el respeto a todos los compañeros y organizaciones con las que compartió su lucha. Sin ocultar las diferencias, pero destacando en todo momento la admiración por las construcciones políticas de otros grupos, por su entrega, su sacrificio militante, su ética revolucionaria. Esta forma de encarar el debate puede quedarle más claro al que lee la entrevista si parte de saber que el entrevistador había sostenido muchas discusiones previas con ella sobre la caracterización de los años ‘70 .
Y el tercer rasgo, que completa una característica de la cultura obrera y de izquierda que hoy no es fácil de encontrar, es la modestia. Constantemente ella deja en segundo plano su propia acción, sea en el PST, en las coordinadoras interfabriles, en la construcción de la CTD, etc. Lo mismo cuando plantea una opinión: siempre sostiene que quizás no sea la persona ideal para hacer esas lecturas, que hay compañeros más formados, etc.
Por último un cuarto elemento para que los posibles lectores estén sobre aviso: la Negra era bastante mal hablada. O, para decirlo mejor, y retomando al querido Fontanarrosa, usaba muy bien esas palabras insustituibles de nuestro idioma, las denominadas “malas palabras”. Alguna que otra de esas palabras fue omitida de la desgrabación cuando no parecía muy necesaria, pero dejamos las imprescindibles, ya que sino su discurso perdía riqueza expresiva.
Muchos más elementos podrían extraerse de la entrevista o analizarse en base al testimonio de Celina. Aparecen debates, contradicciones, perspectivas. Lo dejo librado a cada uno de los que puedan leer esta entrevista. No es mi interés ni me siento en condiciones de realizar esa tarea: cuando uno conoció y quiso tanto a alguien se le complica poder analizar algunos elementos.
Celina se fue ese 14 de agosto. Pero su ejemplo y su verdad quedan en nuestra memoria y nuestra experiencia. Hagamos de ellos nuevas armas para nuestra lucha, porque aunque cueste porque la Negra ya no está, “habrá que seguir luchando”.
Gonzalo Pérez Alvarez
“Habrá que seguir luchando…”
Recuperando tu historia: entrevista a Celina Prado
Por Gonzalo Pérez Álvarez
Edición Conjunta:
TENDENCIA ESTUDIANTIL REVOLUCIONARIA
CTD ANIBAL VERÓN
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