Por RENACE
Al menos un muerto y cuatro heridos son el saldo declarado por la Autoridad de Seguridad Nuclear (ASN) francesa a causa de la explosión ocurrida a las 11.45 hora local de este lunes en el almacén de desechos nucleares de Marcoule, junto al río Ródano y no lejos de la ciudad de Orange, en el departamento de Gard, al sur de Francia, a apenas 230 kilómetros de territorio español, y a 370 kilómetros de Barcelona.
Tal como en Chernobyl o en Fukushima, de inmediato aseguraron que no existe ningún riesgo de fuga radiactiva. Sin embargo, los gendarmes franceses han acordonado la zona y establecido un perímetro de seguridad.
La explosión se produjo en uno de los hornos en los que se tratan los residuos de baja actividad de la empresa Centraco. La Agencia Internacional para la Energía Atómica (AIEA) ha pedido que se le informe sobre el accidente nuclear, anunció el director general del organismo, Yukiya Amano, en rueda de prensa. El centro de incidentes de la AIEA, aseguró, se ha "activado de inmediato" y "en estos momentos lo que interesa es la información", agregó.
El complejo de Marcoule es uno de los sitios de tratamiento de residuos nucleares más antiguos de Francia, justamente adonde se realizaron hace muchos años los primeros experimentos con plutonio para la carrera militar. La central de Marcoule, construida en 1956, almacena los residuos de la experimentación militar encaminada a construir la bomba atómica francesa y reactores experimentales como los fénix y los "ungg", de grafito.
Francia es el país más nuclearizado de Europa. Luego del accidente de Fukushima hace apenas seis meses, ha mantenido su postura nuclear. Por el contrario, países como Alemania e Italia han paralizado su desarrollo.
El responsable de la campaña nuclear de Ecologistas en Acción, Francisco Castejón, ratificó sobre Marcoule que es un complejo de tratamiento de residuos y de investigación, donde además se desarrolla el programa francés de reciclaje de residuos radiactivos. "Son actividades muy contaminantes y de una peligrosidad de la que ya habíamos alertado", declaró Castejón, físico nuclear e investigador.
Según Castejón, este incidente "viene a darnos la razón" y "pone en entredicho el programa reciclado de combustible" nuclear en el que se fundamenta la industria.
La persona fallecida ha quedado completamente carbonizada. Las otras cuatro se encuentran seriamente heridas, siendo ingresados en el hospital de Bagnols-sur-Cèze. Los vecinos de las localidades cercanas a Marcoule aseguran que no han establecido ninguna medida de seguridad extra en sus calles. El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) está pidiendo información de lo ocurrido a las autoridades francesas.
El presidente del Gobierno Español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha activado los dispositivos políticos, administrativos y técnicos para el seguimiento del accidente nuclear, y está en permanente contacto con el Ejecutivo francés para conocer los detalles y el alcance de la explosión. El gabinete de crisis español está alertado para el caso de que debiera reunirse para evaluar las medidas necesarias si se registrara una fuga.
Cataluña se declara en prealerta por el accidente nuclear. La Generalitat ya sigue al minuto la evolución del suceso, y la dirección general de Protección Civil ha activado el plan de protección PROCICAT en fase de prealerta preventiva tras la explosión.
ESCANDALO NUCLEAR EN 2008
En 2008 La Autoridad de Seguridad Nuclear (ASN) francesa detectó vertidos radiactivos de la fábrica del gigante nuclear francés Areva, en Roman-sur-Isère, en el mismo departamento del sureste de Francia donde en julio de ese año, hubo hubo un vertido accidental de 74 kilos de uranio, a aguas corrientes.
El ministro francés de Ecología, Jean-Louis Borloo, había prometido una revisión total de las prácticas de seguridad en las instalaciones nucleares, tras admitir los dos vertidos.
El problema en Tricastin, más allá de ese vertido y de la contaminación detectada en varias capas freáticas de las zonas limítrofes del complejo, es que la citada empresa, Socatri, no dio el aviso del vertido hasta unas horas después de que se produjera. La empresa admitió que "la falta de coordinación" entre sus equipos de trabajo y explotación estaban en el origen del incidente.
Nota relacionada: Atucha II: admiten que hay que rediseñar la central nuclear por cuestiones de seguridad
Al menos un muerto y cuatro heridos son el saldo declarado por la Autoridad de Seguridad Nuclear (ASN) francesa a causa de la explosión ocurrida a las 11.45 hora local de este lunes en el almacén de desechos nucleares de Marcoule, junto al río Ródano y no lejos de la ciudad de Orange, en el departamento de Gard, al sur de Francia, a apenas 230 kilómetros de territorio español, y a 370 kilómetros de Barcelona.
Tal como en Chernobyl o en Fukushima, de inmediato aseguraron que no existe ningún riesgo de fuga radiactiva. Sin embargo, los gendarmes franceses han acordonado la zona y establecido un perímetro de seguridad.
La explosión se produjo en uno de los hornos en los que se tratan los residuos de baja actividad de la empresa Centraco. La Agencia Internacional para la Energía Atómica (AIEA) ha pedido que se le informe sobre el accidente nuclear, anunció el director general del organismo, Yukiya Amano, en rueda de prensa. El centro de incidentes de la AIEA, aseguró, se ha "activado de inmediato" y "en estos momentos lo que interesa es la información", agregó.
El complejo de Marcoule es uno de los sitios de tratamiento de residuos nucleares más antiguos de Francia, justamente adonde se realizaron hace muchos años los primeros experimentos con plutonio para la carrera militar. La central de Marcoule, construida en 1956, almacena los residuos de la experimentación militar encaminada a construir la bomba atómica francesa y reactores experimentales como los fénix y los "ungg", de grafito.
Francia es el país más nuclearizado de Europa. Luego del accidente de Fukushima hace apenas seis meses, ha mantenido su postura nuclear. Por el contrario, países como Alemania e Italia han paralizado su desarrollo.
El responsable de la campaña nuclear de Ecologistas en Acción, Francisco Castejón, ratificó sobre Marcoule que es un complejo de tratamiento de residuos y de investigación, donde además se desarrolla el programa francés de reciclaje de residuos radiactivos. "Son actividades muy contaminantes y de una peligrosidad de la que ya habíamos alertado", declaró Castejón, físico nuclear e investigador.
Según Castejón, este incidente "viene a darnos la razón" y "pone en entredicho el programa reciclado de combustible" nuclear en el que se fundamenta la industria.
La persona fallecida ha quedado completamente carbonizada. Las otras cuatro se encuentran seriamente heridas, siendo ingresados en el hospital de Bagnols-sur-Cèze. Los vecinos de las localidades cercanas a Marcoule aseguran que no han establecido ninguna medida de seguridad extra en sus calles. El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) está pidiendo información de lo ocurrido a las autoridades francesas.
El presidente del Gobierno Español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha activado los dispositivos políticos, administrativos y técnicos para el seguimiento del accidente nuclear, y está en permanente contacto con el Ejecutivo francés para conocer los detalles y el alcance de la explosión. El gabinete de crisis español está alertado para el caso de que debiera reunirse para evaluar las medidas necesarias si se registrara una fuga.
Cataluña se declara en prealerta por el accidente nuclear. La Generalitat ya sigue al minuto la evolución del suceso, y la dirección general de Protección Civil ha activado el plan de protección PROCICAT en fase de prealerta preventiva tras la explosión.
ESCANDALO NUCLEAR EN 2008
En 2008 La Autoridad de Seguridad Nuclear (ASN) francesa detectó vertidos radiactivos de la fábrica del gigante nuclear francés Areva, en Roman-sur-Isère, en el mismo departamento del sureste de Francia donde en julio de ese año, hubo hubo un vertido accidental de 74 kilos de uranio, a aguas corrientes.
El ministro francés de Ecología, Jean-Louis Borloo, había prometido una revisión total de las prácticas de seguridad en las instalaciones nucleares, tras admitir los dos vertidos.
El problema en Tricastin, más allá de ese vertido y de la contaminación detectada en varias capas freáticas de las zonas limítrofes del complejo, es que la citada empresa, Socatri, no dio el aviso del vertido hasta unas horas después de que se produjera. La empresa admitió que "la falta de coordinación" entre sus equipos de trabajo y explotación estaban en el origen del incidente.
Nota relacionada: Atucha II: admiten que hay que rediseñar la central nuclear por cuestiones de seguridad
0 Comentá esta nota:
Publicar un comentario