jueves, octubre 27, 2011

La erupción del volcán Hudson abre el debate sobre la viabilidad de las represas en Aysén

Por Coalición Ciudadana por Aysén Reserva de Vida

En medio del revuelo nacional producto de la actividad del volcán Hudson, que ha llamado la atención del país por su fumarola de 1,5 kilómetros, la evacuación un centenar de pobladores y la alerta roja decretada por el gobierno, no son pocos quienes se preguntan qué impacto (real y simbólico) podría tener la cercanía del macizo con las represas de HidroAysén (170 kilómetros al norte del proyectado embalse Baker 1) y Energía Austral (60 kilómetros al sur de río Cuervo, en el fiordo Aysén). Latente en la memoria de muchos está aún la verdadera catástrofe que se produjo en la región de Aysén el 8 de agosto de 1991 cuando el Hudson entró en erupción y cubrió de cenizas gran parte de la cuenca del lago General Carrera, principal afluente del río Baker, cuyas secuelas se mantienen hasta hoy. Tampoco se olvida el enjambre sísmico del 21 de abril de 2007 en el fiordo Aysén, que producto del derrumbe de un cerro generó un tsunami que cobró la vida de una decena de personas o la erupción del volcán Chaitén el 2 de mayo de 2008, a menos de 4 kilómetros por donde HidroAysén pretendía pasar su línea de transmisión para conectar sus represas con el SIC.

Dentro de los líderes de opinión, fue el periodista Fernando Paulsen quien llamó la atención sobre el particular, al expresar en su cuenta de twitter que “¿No hubo un planteamiento específico -que se minimizó por empresa- respecto del Volcán Hudson y cómo podía afectar el proyecto HidroAysén?”. La respuesta llegó rápido, claro que desde la propia empresa: “Me llamaron de HidroAysén para decirme q volcán q afectaba proyecto era Chaitén, no Hudson, y q se cambió trazado para evitarlo” consignó el profesional en la red social.

Pero al parecer para radio ADN, medio en el cual se desempeña Paulsen, el tema no quedó ahí. Esta mañana en su comentario diario su colega Roberto Bruna se preguntó “¿La actividad del volcán Hudson podría afectar al proyecto HidroAysén?”. Para encontrar la respuesta entrevistó a varios dirigentes y especialistas que con una visión crítica han escudriñado el EIA de HidroAysén, aprobado en mayo de este año.

El senador por la zona Antonio Horvath recordó lo ocurrido con los sismos del fiordo Aysén. Específicamente dijo que “los riesgos de tsunamis locales como el que ocurrió el año 2007 y que le costó la vida a 11 personas son cosas altamente probables que ocurran. Por lo tanto una línea de alta tensión, de corriente alterna entre las represas y una de corriente continua para llevar esto en casi 2000 kilómetros al norte, es casi inviable”.

Algo que comparte el secretario ejecutivo del Consejo de Defensa de la Patagonia, Patricio Rodrigo, quien desde la Coporaación Chile Ambiente fue parte del equipo técnico de la organización que evaluó el estudio. A pesar de los cuestionamientos de los profesionales de Sernageomín y de otros servicios, el proyecto “fue aprobado y eso está investigándose hoy día en la justicia por adulteración de instrumentos públicos y prevaricación. Había sido también advertido por los propios funcionarios públicos cuyos informes fueron desoídos por las autoridades de este gobierno, cuya intencionalidad era a toda costa que este proyecto se aprobara”. Apuntó así a las denuncias que se hicieron sobre modificaciones de informes técnicos, que hoy investiga el Ministerio Público en Coyhaique, en las cuales se menciona a autoridades de Sernageomin.

Por su parte, el coordinador de la Coalición Aysén Reserva de Vida, Peter Hartmann, apuntó a los riesgos de suministro que se generan con una erupción volcánica. “Se producen cortocircuitos. Esto quiere decir que por varios días al menos esa línea eléctrica no estaría funcionando, con lo cual Chile tendría un blackout tremendo y eso lo demostró el Chaitén” señaló el dirigente a Roberto Bruna. Algo que cofirmó el gerente zonal de Edelaysén, David Hidalgo, cuando en 2008 explicó que los cortes de energía que se produjeron en semanas posteriores a la erupción fueron debido a las cenizas del volcán “que es altamente abrasiva y conductiva, y provocó problemas a los equipos instalados”.

A todos estos fenómenos se agregan los múltiples vaciamientos del lago Cachet 2, aguas arriba del proyectado embalse Baker 2, que en cada ocurrencia han expulsado millones de metros cúbicos de barro, piedras y árboles en pocas horas en dirección a la desembocadura en Caleta Tortel. Los riesgos naturales asociados a proyectos que contemplan intervenciones de gran magnitud como HidroAysén y Energía Austral en un territorio aún en conformación fueron consignados en el reportaje de 2008 “La Patagonia se defiende”.

Por ello, aunque el proyecto HidroAysén ya obtuvo calificación ambiental favorable en mayo pasado (en tanto Energía Austral debe ingresar su tercer adenda el 15 de diciembre), la naturaleza aún puede guardar algunas sorpresas. La misma que dio a la central hidroeléctrica San Pedro de Colbún, aprobada en 2008, que deberá someterse nuevamente a evaluación ambiental por problemas geológicos no considerados en el estudio, según reconociera a principios de octubre la propia empresa.

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