Por Asamblea de trabajadores de Página/12
La asamblea de trabajadores de Página12 repudia la censura en los artículos de nuestro compañero Darío Aranda sobre el asesinato del campesino Cristian Ferreyra, militante del Mocase-VC de Santiago del Estero. En dos notas consecutivas, la primera sobre el crimen y la segunda sobre la marcha de repudio, el diario eliminó los párrafos que informaban que el gobernador de la provincia donde se produjo el asesinato se llama Gerardo Zamora, se define como un “radical K” alineado con el gobierno nacional, y que no se pronunció sobre un hecho de innegables connotaciones políticas ni respondió a los llamados del periodista. Esos datos elementales, que con ningún justificativo se pueden dejar de informar a los lectores, fueron eliminados de las crónicas sin avisarle al periodista ni retirarle su firma.
Darío es un periodista que recorre el país para cubrir sin intermediarios las luchas de campesinos e indígenas. Sus investigaciones sobre los conflictos derivados de la expansión de los agronegocios, el atropello de los derechos de las comunidades que habitan sus tierras desde tiempos ancestrales y la complicidad de autoridades políticas y judiciales han sido tapa de Página/12 durante años. Su compromiso y honestidad le han valido el respeto no sólo de las organizaciones a las que supo hacer visibles, sino también de sus compañeros y de los lectores.
Su situación laboral, sin embargo, es de absoluta precariedad: trabaja desde hace siete años como “colaborador”, sin garantías de estabilidad, sujeto al humor de la empresa, con pagos que en el último año promedian poco más de 500 pesos, costeando los viajes de su bolsillo o con la ayuda de organizaciones campesinas. Por tratarse de un “caso testigo” de precariedad y maltrato, sus compañeros de Página/12 solicitamos a la empresa el pase a planta permanente de Darío Aranda, porque entendemos que esa es la solución. Con eso, además, se garantizará que pueda seguir aportando su experiencia y sus conocimientos en los temas de su especialidad, pero a cambio de un sueldo digno, como corresponde a todo trabajador.
También queremos dejar sentado que exigimos que de ahora en más no se repitan hechos de esta naturaleza y en el caso de que algún editor modifique el contenido de las notas contra la voluntad del periodista, se respete el derecho básico a retirar la firma.
Nota relacionada: Censura en Página/12: modifican sin aviso un artículo escrito por el periodista Darío Aranda
La asamblea de trabajadores de Página12 repudia la censura en los artículos de nuestro compañero Darío Aranda sobre el asesinato del campesino Cristian Ferreyra, militante del Mocase-VC de Santiago del Estero. En dos notas consecutivas, la primera sobre el crimen y la segunda sobre la marcha de repudio, el diario eliminó los párrafos que informaban que el gobernador de la provincia donde se produjo el asesinato se llama Gerardo Zamora, se define como un “radical K” alineado con el gobierno nacional, y que no se pronunció sobre un hecho de innegables connotaciones políticas ni respondió a los llamados del periodista. Esos datos elementales, que con ningún justificativo se pueden dejar de informar a los lectores, fueron eliminados de las crónicas sin avisarle al periodista ni retirarle su firma.
Darío es un periodista que recorre el país para cubrir sin intermediarios las luchas de campesinos e indígenas. Sus investigaciones sobre los conflictos derivados de la expansión de los agronegocios, el atropello de los derechos de las comunidades que habitan sus tierras desde tiempos ancestrales y la complicidad de autoridades políticas y judiciales han sido tapa de Página/12 durante años. Su compromiso y honestidad le han valido el respeto no sólo de las organizaciones a las que supo hacer visibles, sino también de sus compañeros y de los lectores.
Su situación laboral, sin embargo, es de absoluta precariedad: trabaja desde hace siete años como “colaborador”, sin garantías de estabilidad, sujeto al humor de la empresa, con pagos que en el último año promedian poco más de 500 pesos, costeando los viajes de su bolsillo o con la ayuda de organizaciones campesinas. Por tratarse de un “caso testigo” de precariedad y maltrato, sus compañeros de Página/12 solicitamos a la empresa el pase a planta permanente de Darío Aranda, porque entendemos que esa es la solución. Con eso, además, se garantizará que pueda seguir aportando su experiencia y sus conocimientos en los temas de su especialidad, pero a cambio de un sueldo digno, como corresponde a todo trabajador.
También queremos dejar sentado que exigimos que de ahora en más no se repitan hechos de esta naturaleza y en el caso de que algún editor modifique el contenido de las notas contra la voluntad del periodista, se respete el derecho básico a retirar la firma.
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