martes, diciembre 06, 2011

Neuquén: la Pastoral Social recuerda las deudas sociales de la provincia de cara a la Navidad

Por Pastoral Social Neuquén

Nos encaminamos a celebrar la fiesta de la Vida: la Navidad. En ella, el Dios hecho Niño vuelve a compartir lo que nos pasa para que tomemos las decisiones y medidas que nos aseguren una vida digna como personas y como pueblo.

En este tiempo que debería ser de esperanza, vemos con preocupación la situación de miles de trabajadores del Estado, especialmente en el ámbito de la salud, la educación y otros sectores, que muestra que estamos lejos de encontrar los caminos que nos lleven a soluciones justas y dignas para todos.

La sanción de leyes en el tema salud, que valoramos como justa, ha demostrado una parcialidad incomprensible para el resto de los trabajadores que han quedado excluidos de esas medidas.

Nos preocupa y duele la ausencia del necesario presupuesto económico que asegure la provisión de más personal, los insumos necesarios, y el funcionamiento eficiente de todos los centros de salud de la provincia.

La actual situación del sistema educativo neuquino, nos hace temer que el año próximo -como tantas veces- se inicie con tal deterioro que desgraciadamente ponga en riesgo las posibilidades de una educación adecuada para demasiados destinatarios de la misma.

El acelerado interés del Gobierno provincial en solicitar la designación de Vocales en el Superior Tribunal de Justicia, más allá de las personas propuestas, nos hace pensar que dicho apuro compromete la ya tenue independencia de poderes públicos, fundamento ineludible en un estado democrático.

Estos hechos, sumados a los que se vienen arrastrando desde hace tiempo: falta de trabajo, de viviendas, distribución justa y reconocimiento digno sin privilegiados de la tierra pública, reconocimiento sin reservas de los derechos de los pueblos originarios, falta de seguridad en el cuidado del medio ambiente, etc. etc. transforma a este Neuquén tan rico en una provincia con sufrimientos que podrían evitarse Sufrimientos que desalientan los deseos de participación y desgastan el compromiso social, vacían los valores democráticos y agotan la paciencia de los que padecen.

Dicha situación crea malestar ciudadano, crispa las relaciones grupales y favorece un clima de violencia que puede poner en grave riesgo la paz y la amistad social.

Por todo esto, una vez más, con el propósito de acompañar humilde y sinceramente lo que le pasa a tanta gente en nuestra Provincia, nos dirigimos a las autoridades públicas, quienes tienen en primer lugar la misión y la responsabilidad de garantizar los derechos básicos hoy inalcanzables para tantos hermanos y hermanas; y nos dirigimos a los actores de todas las partes involucradas en la situación que detallamos, para pedirles quieran agotar todos los medios posibles para atender y escuchar con sinceridad a quienes plantean sus justos reclamos, y para pedirles desandar el camino de cualquier confrontación, y buscar juntos las urgentes soluciones necesarias que garanticen la vida digna y feliz que todos nos merecemos.

Carla Madaschi - Andrés Rebolledo - Nelson J. Castro - María Gabriela Charra - Rubén Capitanio

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