Por Abel Vallejos *
El 26 de Diciembre se cumplieron cuatro años del trágico
episodio ambiental que afectó alrededor de 17 kilómetros de
costas del barrio portuario de Comodoro Rivadavia Caleta Córdova, y que generó
tanto malestar y angustia entre los vecinos del lugar. El caso tuvo como
principales implicados a la planta Termap (sociedad integrado por las
principales operadores que se encuentran en la zona) y al buque Arturo Illia,
propiedad de la armadora Antares Naviera. La causa estuvo marcada por la falta
de claridad en las explicaciones de lo ocurrido, una supuesta multa de 50
millones de dólares a los responsable anunciada por el ex gobernador de la
provincial Mario Das Neves de la que nada se supo, y la despreocupación y
desidia de las petroleras en materia ambiental.
El derrame de hidrocarburo fue descubierto durante la
madrugada del 26 de Diciembre del 2007 por fuentes que no fueron precisadas,
donde 300 metros
cúbicos de petróleo tiñeron la costa del barrio
portuario provocando un daño irreparable a la flora y fauna de la región, y
limitando la vida laboral de las familias que viven de la pesca en la
zona.
Los primeros
comentarios radiales sobre lo ocurrido giraron en aquel entonces en torno a una
probable falla en la monoboya que opera Termap, ya que si el buque hubiese
provocado alguna perdida tendría que haber ido dejando durante su recorrido una
cinta de crudo.
Razón por la cual la atención se centró en la monoboya, lo
que implicaba que los responsables directos de lo ocurrido eran las petroleras
que funcionan en la cuenca del golfo San Jorge. Otras de las situaciones que se
ventiló fue la falta de un plan de emergencia para contener este tipo de
derrames.
La inoperancia y la falta de preocupación por el medio
ambiente por parte de las petroleras y el propio gobierno provincial quedaron
al descubierto en un hecho puntual que conmocionó a toda la provincia y que hoy
continúa demandando justicia.
Agua para el fuego
Ante la gravedad de los hechos el gobernador, anunció que
iniciarían una demanda penal contra los
responsables y que la multa oscilaría los 50 millones de dólares. “Seremos implacables”,
sostuvo Das Neves en aquel entonces. Declaraciones que vinieron bien para la
prensa nacional y para su proyección presidencial, ya que la noticia trascendió
las fronteras provinciales por su gravedad y se instaló en la agenda de
importantes grupos mediáticos por un tiempo.
Otras de las cosas que manifestó el ex titular del ejecutivo
provincial, fue que cada centavo de lo obtenido por las acciones legales
iniciadas, iba ha ser invertido en el barrio portuario; discurso que luego fue
pregonado a los cuatro vientos por Martín Buzzi quien ocupaba la intendencia de
Comodoro Rivadavia en aquel entonces y quien hoy es el nuevo gobernador de
Chubut. Esto último, también tuvo un fin
concreto; apaciguar las aguas de la
bronca e impotencia de los vecinos de Caleta Córdova, quienes presenciaban el
escenario que se montaba a su alrededor en función a una tragedia ambiental que
los afectó directamente y que cambió su estilo de vida.
Ante este escenario, los vecinos protagonizaron una especie
de pueblada, cortaron la ruta Nº 1 de ingreso al barrio solicitando justicia
ante lo ocurrido, el reclamo fue tan efímero como la buena voluntad política
materializada en palabras el día del desastre ambiental.
Luego de eso, se armó un comité de crisis o de emergencia
municipal que tenía la intención de buscar o planear acciones posibles para
atender el derrame. También se anunció la llegada de Ongs y otras
organizaciones que colaboraron en el rescate de la fauna afectada. Todo en un marco de desorganización y
precariedad de recursos, que ponía en evidencia el desinterés del estado
provincial y municipal en materia ambiental.
En tanto, en la cámara de diputados de la provincia el único
partido político que se hizo eco de lo ocurrido fue el ARI, que a través del
diputado Fernando Urbano presentó una denuncia penal en el juzgado federal de
Comodoro Rivadavia acompañado por el presidente de la federación de abogados
ambientalistas del país Enrique Viale. Los vecinos de Caleta Córdova también
tuvieron la intención de presentarse como querellantes en la causa ya que eran
afectados directos.
En este punto, cabe aclarar que la condición de
querellante brinda la posibilidad de
acceder a la información que controla la justicia e incluso el propio gobierno
provincial que supuestamente participó en la investigación. Que los vecinos o
algún partido político opositor adquieran la condición de querellante era algo
peligroso para la provincia y la propia justicia. Ya que si eran detectadas
irregularidades durante el proceso de investigación o se descubría que se
obviaban pruebas fundamentales para establecer responsables, o peor aún, si se
detectaban posibles acuerdos entre las partes intervinientes, estas situaciones
adquirirían vida mediática rápidamente y podrían recaer causas judiciales sobre
la provincia y sobre quienes dirigían los hilos de la investigación.
Como era de esperarse, la Juez Parcio no dio
lugar a la denuncia penal presentada por el ARI. En tanto, desde la justicia se
pregonaba un absoluto hermetismo y no se brindaba información a periodistas que
seguían de cerca el caso. Pero el supuesto hermetismo presentó extrañamente
algunas fisuras, es que un conocido matutino de Comodoro manifestó tener en su
poder una fotografía satelital del buque que permitiría establecer que el
derrame se había generado desde el buque presidente Arturo Illia y no sobre la
monoboya.
Por supuesto, la noticia ocupó la primera plana del diario.
De esta manera, se intentó inclinar la balanza en beneficio de Termap y las
operadoras que conforman esta empresa, que fueron las grandes ausentes durante
lo ocurrido.
Con el correr del
tiempo quedaron implicados el capitán del buque y algunos tripulantes. Durante
toda la investigación que llevó adelante la Juez Federal se evitó
tocar la responsabilidad de las operadoras en el desastre ambiental provocado
en Caleta Córdova, como así también la del gobierno provincial y nacional.
El municipio de Comodoro Rivadavia, invirtió en un paseo
costero y en la organización y promoción de la feria de maricultores, de esta
manera se apaciguaron los ánimos de los vecinos durante un tiempo. Pero lo
cierto es que cada 26 de diciembre el recuerdo de aquel lamentable episodio,
reaviva el espíritu de injusticia que se continúa respirando en el barrio
portuario.
* DNI 26.441.838
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