Fuente: Fiscalía de Trelew
Enviado por Pablo Blanco
El defensor Fabián Gabalachis fue concreto en su pregunta
final a la testigo: "El que vió usted que tenía la policía era Julián Antillanca
o puede ser alguien que vestía parecido?". La respuesta de la joven fue
terminante: "era él, Julián", tal lo que se escuchó en el salón de la
ex escuela de Bellas Artes, donde se realiza el Juicio Oral y Público que
intenta dilucidar la muerte del muchacho, hecho donde están acusados policías
que prestaban servicio en la comisaría cuarta de Trelew.
Antes de esta aseveración, quien fue convocada a deponer
debió contestar un largo cuestionario, contándose en algún momento con una
descripción fotográfica, donde atestiguó los movimientos realizados, precisando
donde vio a Julián cuando era tenido en el piso por los agentes, en la zona de
rotondas cercana a los boliches. Describió que había vuelto al local bailable
para buscar un amigo, y cuando se retiraban pudo ver cerca de cuatro policías,
dos de ellos manteniendo en el piso a un pibe a quien pisoteaban y golpeaban
con la cachiporra en las piernas, mientras una policía intentaba identificar a
otra persona, encontrándose además un patrullero estacionado.
La joven no dudó en reconocer a Julián, ya que lo había
conocido durante la misma noche en el boliche cuando se lo presentó una amiga.
Expresó darse cuenta de quién se trataba principalmente por la ropa, y cuando
quisieron acercarse la propia policía los hizo alejar del lugar. La defensa
enfatizó en remarcar los horarios manifestados por los testigos, como así
también la vestimenta usada por los funcionarios policiales, tratando de
precisar quienes acompañaban a los diferentes expositores que pasaron por este
ámbito.
El patrullero y el cuerpo
Posteriormente fue el turno de la testigo que reafirmó en
este debate haber visto al patrullero ingresar a la calle Patagonia, viniendo
desde Rivadavia, observando cómo se bajaba uno de ellos y luego de efectuar un
rodeo llamar al conductor, sacando desde el asiento trasero del vehículo un
cuerpo que depositaron en la calle. Cuando el móvil se va, ella y su amiga, a
quien identificó como Gabriela Bidera, una de las acusadas, se acercaron donde
estaba el cuerpo, dándose cuenta que se trataba de Julián Antillanca.
De acuerdo a su relato, las dos chicas iban caminando
cantando y gritando, cuando vieron venir un patrullero lo que las llevó a
pensar que vecinos se habían quejado y resolvieron esconderse detrás de un
árbol ubicado en Patagonia y Rivadavia. Según sus dichos el vehículo estacionó
casi delante de ellas, sobre Patagonia en pleno barrio UPCN, pudiendo ver todos
los movimientos. Ante preguntas de las partes manifestó que conoció a Julián a
través de Gabriela, y que cuando sucedió esto volvieron a su casa, donde ambas
residían, atemorizadas y sin contar nada hasta el día siguiente cuando hablaron
con su madre, que había quedado al cuidado de los hijos de ambas. "Cuando
vimos todo nos dijimos si avisamos a la ambulancia llama a la policía y como
íbamos a llamar a la policía si ellos lo tiraron", dijo luego.
La reconstrucción
También se utilizó en esta oportunidad fotografías donde fue
reconociendo los lugares y las posiciones donde estaban ubicados todos los
protagonistas del hecho. Refirió que en un primer momento su compañera estaba
dispuesta a declarar, para luego revertir su postura, negándose a concurrir
junto con ella a Fiscalía, suponiendo que esto ocurría por su temor al ser hija
de un funcionario policial. La defensa insistió en el reconocimiento realizado
sobre la persona de Solís y preguntó sobre la vinculación con un caso de
arresto domiciliario que habría padecido el hermano de la testigo, negando
conocer al policía desde esa oportunidad.
Admitió haber comentado la situación con alguien que trabaja
en un diario de la zona, quien le recomendó contar lo sucedido, poniéndola en
contacto con un abogado, y a partir de allí padeció amenazas y persecuciones.
Ejemplificó que su madre fue atropellada por una moto de la institución
policial, hablando de allanamientos y advertencias efectuadas hacia su persona,
indicando que estaba bajo la figura de testigo protegido. Nota completa
Nota relacionada: Comienza el juicio por el asesinato de Julián Antillanca y apremios contra los hermanos Aballay
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